Junqueras abre fuego contra los independentistas «más puros» de JxCat
El líder de ERC, Oriol Junqueras, abre la campaña fuera de prisión con ataques al partido de Puigdemont por defender un independentismo para la minoría
Puede que la cárcel de Lledoners haya servido para que los dirigentes independentistas estrechen por momentos su relación personal, pero, fuera de los barrotes, los políticos de Junts per Catalunya y ERC no son otra cosa que feroces adversarios.
Apenas unas horas después de vestirse de calle y de abandonar el penal de Lledoners gracias al tercer grado, los presos del procés tomaron cada uno su camino para incorporarse este viernes a la campaña electoral y para despacharse a gusto con el micrófono en la mano.
Oriol Junqueras fue quien lo hizo con más contundencia al pedir, en un mitin celebrado en Badalona, que los electores soberanistas apoyen la apuesta de ERC por el independentismo de «vía amplia» y, en consecuencia, den la espalda a «los puros, pero más débiles» (de JxCat).
Aspira ERC a desbancar de una vez al partido de Carles Puigdemont como fuerza hegemónica del independentismo en Cataluña e intenta hacerlo a base de repetir que Esquerra representa una apuesta por la política y no por la colisión con las instituciones del Estado.
Trató así Junqueras de presentar a su formación como «la más útil y cada vez más fuerte». Y aseguró a los electores, en este mismo sentido, que este rumbo será más más provechoso que «ser cada vez menos, más puros, pero débiles».
Junqueras se reparte los papeles con Aragonès
En su primer día de campaña, Junqueras se encargó de liderar la batalla en el flanco independentista y dejó en manos de Pere Aragonès, candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, el duelo con el PSC.
Durante las últimas semanas, ERC había intentado reducir la precampaña a un único pulso entre republicanos y socialistas. Pero la irrupción de Junqueras cambió el guion.
Junqueras, conmovido durante buena parte de su intervención, recuperó el hilo de voz para volver al ataque contra JxCat, herederos al fin y al cabo de CiU.
«Nadie se puede comparar con nosotros respecto a nuestra trayectoria ajena a la corrupción», subrayó en un remake del eslogan «manos limpias» que empleaba Carod-Rovira. Y en este punto dio brillo a las heridas de ERC: «Somos el partido con más perseguidos de la historia, el más represaliado. No es casual».
No era lo esencial en este caso rasgarse las vestidura porque lo que pretendía Junqueras era que los ciudadanos eviten que ganen «los de siempre».
Rufián completa el ataque a JxCat
Junqueras, en rigor, no estuvo solo en el ataque a JxCat, puesto que el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, cómodo en ese papel también se unió.
«Nos enfrentamos a gente que ha ganado tanto que piensa que el país es suyo», dijo Rufián, que también dejó un recado a los de Puigdemont y a su independentismo mágico. «La magia es para tarotistas o para brujos. Lo que hace falta es ser realistas», afirmó el diputado.
Fue solo la primera entrega de una campaña que, con toda seguridad, dejará en evidencia que ERC y JxCat están dispuestos a sacarse los ojos ahora que todo, o casi todo, vale en el camino a las urnas.