Juicio por la caja B del PP: de los «delirios» de Rajoy a la prudencia de Aznar
Los ex presidentes José María Aznar y Mariano Rajoy niegan que existiera una caja B ni que hubiera sobresueldos en el Partido Popular.
Los ex presidentes del Gobierno José María Aznar y Mariano Rajoy negaron este miércoles la existencia de una supuesta ‘caja B’ mediante sendas comparecencias telemáticas ante la Audiencia Nacional. Cada uno con su estilo, negaron el conocimiento de los papeles del ex tesorero del PP, Luis Bárcenas, y lo que allí está plasmado con su puño y letra, una supuesta contabilidad paralela del partido.
Mariano Rajoy calificó de «delirio» todo lo que el tesorero afirma. «Jamás se nos hizo ninguna entrega de ningún sobre y, por tanto, no firmamos nada»; «Es absolutamente falso» que Bárcenas subiera a entregarle dinero; «Nadie en mis 40 años que llevo en el PP me ha hablado de esa mecánica» y «es metafísicamente imposible que haya podido destruir esos papeles. Yo no he triturado lo que nunca tuve en mis manos«.
El ex presidente Rajoy apareció de luto de arriba a abajo -traje negro con corbata negra- para testificar vía telemática. Conforme avanzó el interrogatorio y los distintos letrados, el dirigente popular daba más explicaciones hasta que el enfado subió de tono y señaló a uno de los letrados: «Oiga, es todo mentira. No siga por ahí», en relación a los papeles del ex tesorero. «Estamos en un proceso judicial y el letrado tiene derecho a contrastar los papeles como las acusaciones posteriores», le espetó el magistrado a Rajoy.
Sin embargo, la afabilidad por la que se caracteriza el ex presidente apareció en escena ante preguntas tales como «¿por qué le puso a Bárcenas por mensaje ‘sé fuerte'»? A lo que Rajoy contestó: «A mí me mandaba un mensaje, buscaba una cierta comprensión y me parecía que debía hacerlo. Algunos dijeron que fui poco afortunado, pero en la vida no siempre acertamos».
Rajoy calificó las declaraciones de Bárcenas de «surrealistas». «Es un delirio y empieza a ser una vergüenza todo lo que estamos viviendo«, añadió. Sobre el ya famoso M. Rajoy le preguntó uno de los letrados. «¿Había muchos M.Rajoy en el partido o es usted?», preguntó en referencia a la contestación que días antes dio el actual senador del PP, Javier Arenas, al supuestamente figurar su nombre en la contabilidad del ex tesorero. «Hay muchos Javier en el partido», señaló Arenas.
Rajoy vio de lejos la ‘envolvente’ del letrado para que asumiera que su nombre se correspondía y sentenció: «Eso es absolutamente falso, al igual que el 95% de las personas que aparecemos por ahí en sus papeles y todo lo que se refiere a mí es mentira. Es mentira. Falso de toda falsedad. Hay gente que persevera en apuntarse con fines políticos a cosas que no son verdad». Y a partir de ahí el tono de Rajoy cambió.
«Yo no ejercí ninguna responsabilidad, ni abrí cuentas, ni cajas»y «los papeles quien los ha cambiado y varias veces ha sido el señor Bárcenas. No hay caja B, solo los papeles del señor Bárcenas, que no sabemos cuando los hizo ni con qué finalidad», argumentó Rajoy.
El ex presidente optó por la duda antes que la afirmación en asuntos como desconocer si un secretario general del PP cobra igual o más que el presidente; si asistía el tesorero a los comités ejecutivos del partido («probablemente sí»); no recordar si en Génova había alguna caja fuerte o desconocer quién llevo a cabo la reforma de la sede popular («yo no»). «El PP tenía una única contabilidad y luego está un señor que tenía unos papeles que además son mentira», zanjó.
La prudencia de Aznar
El ex presidente José María Aznar testificó antes que su sucesor en el PP. La prudencia fue su mantra porque, además de ser cauto y concreto en sus palabras, no derrochó ninguna frase de más; también lo fue a la hora de enervar a los letrados que le preguntaron el motivo de llevar puesta una mascarilla en su despacho de casa y hallándose completamente solo.
«¡Lo que está haciendo es jactarse de este tribunal!», proclamó uno de los abogados al ex presidente. Unas declaraciones que el magistrado de la Sala tuvo que cortar tras escuchar a Aznar escudarse en los incontables protocolos de Sanidad que, de momento, obligan a llevar mascarilla para protegerse del virus. «¡Ya vale. Hay una legislación muy clara y este tema esta zanjado por el Tribunal», tuvo que abroncar el juez.
La incomprensión entre letrados y testigo se sucedió en toda su alocución. Los abogados preguntaron a Aznar por la sentencia, en lugar de por los hechos; preguntas que el magistrado consideró «capciosas» al interrogarle por hechos en los que él no podía conocer; por plantearle hipótesis o por establecer un diálogo entre abogado y testigo.
También Aznar quiso dejar las cartas sobre la mesa preguntando a los letrados a quién representaba cada uno, entre ellos estaba el abogado de Carles Puigdemont, Gonzalo Boyé. Algo que el juez también interrumpió al testigo.
Por fin, el ex presidente se defendió escuetamente. A diferencia de Rajoy con sus explicaciones, Aznar fue prudente. «No. no he recibido nunca un complemento de sueldo»; «Yo no he conocido más contabilidad que la del PP que se remitió siempre al Tribunal de Cuentas»; «Mi función no era autorizar ningún tipo de pago» o «Yo no he conocido ninguna estructura paralela».
El popular tuvo hasta su momento para vanagloriarse de lo que consiguió al frente del partido: «Con mucho gusto tuve 800.000 afiliados y estoy muy satisfecho de la labor que desarrollaron al servicio de la democracia y al servicio de España».
Eso sí, Aznar se curó de espanto y por si acaso y en varias ocasiones echó la pelota al tejado de otros: «Yo sé lo que hice yo, no otros». Los dos ex presidentes coinciden en que desconocen quién fue el que dio el ‘sí quiero’ a realizar la reforma de su ex sede en la calle Génova 13.
A ellos Bárcenas nunca les dio problemas. Rajoy no habló más con él hasta que no apareció la Gürtel y ahora niegan sus palabras y seguirán negándolas junto al desfile de altos cargos populares que quedan por aparecer en estas jornada del juicio por la Caja B.