Perdedores del salario mínimo de Sánchez: jóvenes y los menos cualificados
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias pactan en los presupuestos la subida del salario mínimo hasta los 900 euros en 2019: este es el impacto
Entre las medidas introducidas en el borrador de los presupuestos de 2019, firmadas por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias este jueves, destaca la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) de los actuales 736 euros a 900 euros para el año que viene, el 22,3% más. Una medida social que, sin embargo, los economistas coinciden en que tendrá como perdedores a los jóvenes y los trabajadores menos cualificados.
Se prevé que esta subida de 164 euros afecte de manera negativa a los colectivos con más dificultades para encontrar empleo, es decir, los jóvenes y las personas menos cualificadas. Siempre que aumenta el SMI, se alerta de la posible destrucción de empleo y de otros riesgos como fomentar la contratación temporal o incluso la economía sumergida.
«Es un aumento de magnitud enorme en un mercado laboral que tiene altas tasas de desempleo de personas poco cualificadas y jóvenes y con signos de que el crecimiento económico se está moderando», explica el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, Marcel Jansen. El economista comenta que, en contra de lo que argumenta el gobierno, el SMI «no es un buen instrumento para reducir la pobreza laboral» y aboga por la utilización de complementos salariales.
«Subir los salarios no significa aumentar la renta. Las empresas pueden reducir la demanda de trabajadores y las horas solicitadas», argumenta. Así, defiende que el salario mínimo tiene un efecto de impuesto a las empresas a la hora de contratar a trabajadores poco cualificados y que va a afectar a un grupo «bastante grande» de personas. «Es un instrumento político. Los efectos económicos pueden ser mucho menos positivos que los que sugiere la medida, pero electoralmente se ve muy bien».
Con la visión de Jansen coincide el Instituto de Estudios Económicos (IEE): «Los más perjudicados por esta medida no serán quienes están ganando salarios alrededor del mínimo, aunque algunos de ellos pueden sufrir pérdidas de empleo o reducción de jornada, sino los trabajadores con más dificultad para acceder al empleo y los más propensos a permanecer en el paro».
Beneficiados por la medida
Sin embargo, también habrá empleados que se beneficien de la subida del SMI. Serán aquellos trabajadores que cobren menos de 900 euros y mantengan su puesto una vez entre en vigor la ley.
Por su parte, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero ha defendido la medida. “No tendrá afectación en la creación de empleo pero sí en dignificación de las condiciones laborales», ha afirmado.
Preocupación por la pérdida de empleo
En 2017, el IEE publicó un informe con el que alertaba del riesgo de la subida del salario mínimo en el 8% -que en ese momento fue la más alta en los últimos 30 años-. Lo anunció el anterior Gobierno, el de Mariano Rajoy para 2017. El SMI se situó en los 707 euros. En esa ocasión también se hizo especial hincapié en el efecto negativo para los colectivos más vulnerables.
Por su parte, la Comisión Europea, basándose en un estudio del Banco de España, concluyó que la medida «no afectó al empleo significativamente». En ese año se consiguieron 250.000 afiliados nuevos a la Seguridad Social con empleo fijo a jornada completa (un 3.9% más que 12 meses antes).
Sin embargo, es cierto que el organismo europeo confesó que la subida podía afectar de manera negativa a los colectivos con más dificultades, y que además se trataba de un aumento del 8%, muy por debajo del 22,3% que pretende introducir Sánchez.
El salario mínimo de Rajoy
El gobierno del Partido Popular, antes de ser relevado del mandato por una moción de censura en junio, tenía previsto situar el SMI en 850 euros en 2020. Esto significaba 50 euros menos que los 900 euros del borrador de Sánchez y con un año más de plazo.
Así en su segunda legislatura, Rajoy planeaba pasar de los 655 euros de SMI de 2016 a 850 en 2020. La subida era del 30%. Además, la mejora prevista para 2019 y 2020 del PP estaba condicionada a que la economía creciera el 2,5% y que se crearan 450.000 empleos.