José Vicente Marí: “Calviño ha perdido todas las guerras con Podemos”
El portavoz de Presupuestos del PP en el Senado advierte, en una entrevista a Economía Digital, que el Gobierno prepara un “infierno fiscal” para todos los contribuyentes
José Vicente Marí (Rafelbuñol, Valencia, 1970), escribió hace menos de un mes en Economía Digital sobre la «madrileñofobia«, plena guerra de Ximo Puig y José Luis Escrivá contra Isabel Díaz Ayuso por la política fiscal de la presidenta madrileña.
El rechazo de María Jesús Montero a esa iniciativa parecía haber enterrado definitivamente el debate, pero la decisión de la presidenta madrileña de eliminar los impuestos propios de la Comunidad ha provocado una nueva guerra fiscal del Gobierno contra la dirigente popular.
En medio de este debate, Marí advierte que Hacienda prepara una subida de impuestos en toda España con el visto bueno de Pedro Sánchez y de Nadia Calviño, a la que los empresarios le pedían una reducción del impuesto de sociedades.
Afirma, además, que el presidente y la vicepresidenta primera “no ven las señales” sobre la crisis que se avecina, al estar centrados únicamente en sus negociaciones internas con Podemos, socio de coalición.
-Pregunta: Hace apenas unas semanas, usted advertía en una columna publicada en Economía Digital que Pedro Sánchez y María Jesús Montero preparan un infierno fiscal para los españoles. ¿Hay que prepararse para una subida masiva de impuestos?
-Respuesta: Sí. Esta es la intención tanto de Sánchez como de Montero, y además lo han ido demostrando. Ya el año pasado aprobaron dos impuestos nuevos -la tasa Google y la tasa Tobin- y, además, en los Presupuestos Generales del Estado de 2021 aprovecharon hasta 11 conceptos tributarios.
Por otra parte, con la Ley de medidas contra el fraude fiscal, y a través del valor inmobiliario de los de referencia, subieron todos los impuestos que tienen que ver con la transmisión de inmuebles.
Seguirán profundizando en esa subida de impuestos bajo el eufemismo de la progresividad
Por tanto, y con el anuncio del informe futuro informe de la comisión de expertos, pues seguirán profundizando en esa subida de impuestos bajo el eufemismo de la progresividad, que ya sabemos que es el eufemismo fetiche de la izquierda cuando se trata de freír a impuestos a los ciudadanos.
-P: ¿Va a vincular el Gobierno los fondos europeos con la llamada “progresividad” para justificar así la subida de impuestos?
-R: Ahora la estrategia, que aplican tanto Sánchez, como Calviño y Montero, es afirmar que hay que esperar a la recuperación- Pero lo cierto es que ya se han ido incrementando impuestos a todos los españoles sin llegar a esa recuperación.
Nadia Calviño tiene muy buen cartel, pero es todo fachada. La vicepresidenta primera y económica del Gobierno ha perdido todos los pulsos con Podemos.
Perdió el pulso sobre la compatibilidad de la actividad económica con las restricciones en mayo de 2020, cuando luego Isabel Díaz Ayuso demostró que se podía hacer; perdió el pulso de la moratoria de los desahucios; perdió el pulso del ingreso mínimo vital… Y veremos qué pasa con el tope a las rentas en los alquileres.
-P: La semana pasada los empresarios pedían ayuda a Calviño para evitar que Montero subiera el impuesto de sociedades…
-R: El problema es que el Gobierno va justo en contra de lo que solicitan las empresas y lo que han hecho todos los países de nuestro entorno durante este año y medio de pandemia. Todo el mundo ha entendido que había que bajar los impuestos para estimular la actividad. Sin embargo, el Gobierno ha hecho todo lo contrario.
Los empresarios se van a ver obligados a reflejar pérdidas en sus cuentas anuales, por lo que la recaudación del impuesto sobre sociedades no va a ser muy elevada en los próximos años. Si el Gobierno aumenta el tipo sobre pérdidas, pues va a tener pérdidas de recaudación.
Si el Gobierno aumenta el tipo sobre pérdidas, pues va a tener pérdidas de recaudación
Lo que hay que hacer es generar crecimiento, estimular la contratación y ensanchar las bases imponibles para que la recaudación sea positiva para todos, pero sin ahogar el crecimiento de las empresas.
-P: Frente a esa política fiscal está la apuesta del PP de bajar impuestos, como Isabel Díaz Ayuso en Madrid. ¿Qué opina de la exigencia de Ximo Puig de crear un impuesto a los ricos en Madrid? Parece que se ha echado para atrás en esa ofensiva tras el rechazo de María Jesús Montero…
-R: No damos por abortada esa amenaza específica para la Comunidad de Madrid. Ya sabemos que, cuando María Jesús Montero dice algo, suele hacer todo lo contrario.
La perspectiva no es solo un incremento de impuestos para Madrid, sino para toda España: sucesiones, donaciones, patrimonio… Quieren ir incrementando las horquillas para obligar a todas aquellas comunidades autónomas que fijan impuestos bajos para sus ciudadanos como Madrid, Andalucía, Murcia, Galicia, de Castilla y León, los suban.
-P ¿Tienen los gobiernos autonómicos herramientas para abortar esa imposición?
-R: Las comunidades autónomas son las principales prestadoras de los servicios públicos fundamentales en nuestro país: educación, sanidad, servicios sociales, dependencia… Eso hay que financiarlo más allá de los impuestos. Habría que hacer la reforma del sistema de financiación.
La primera intervención parlamentaria que hizo la señora Montero cuando fue ministra fue para desdecirse de lo que dijo como consejera de Hacienda de Andalucía, cuando reclamaba la reforma del sistema. Cuando llegó a ser ministra dio patada adelante y dijo que no había que reformar el sistema, que ya en la siguiente legislatura. Pero ya estamos en la en la siguiente legislatura.
Nosotros, cuando estábamos el Gobierno, hicimos todo el trabajo, creando una comisión de expertos para la reforma del sistema e impulsando el Comité de Evaluación en el seno del Ministerio de Hacienda, con la aportación de todas las comunidades autónomas.
El trabajo técnico está hecho. Está tan hecho, que hace unos días la señora Montero puso por las nubes ese trabajo técnico. La ministra debe el Consejo de Política Fiscal y Financiera y llegar a un acuerdo en base a ese trabajo.
-P: ¿Por qué es tan urgente la reforma de la financiación autonómica?
-R: Tres años después del cambio de Gobierno, no hay un nuevo sistema de financiación de comunidades autónomas. La perspectiva para las comunidades autónomas es de pérdida de recursos en el ejercicio en el ejercicio 2022 respecto de del ejercicio 2021, con liquidaciones negativas en muchos casos de la recaudación que obtuvieron en 2020.
Si la ministra habla tanto de gobernanza, que se siente en el Consejo de Política Fiscal y Financiera a pactar la reforma del sistema de garantía de suficiencia al sistema.
También habría que pedir al Gobierno respeto a la autonomía financiera, porque lo de Sánchez es cómico: un día apuesta por el federalismo asimétrico, otro por la nación de naciones… pero no respeta la suficiencia y la autonomía financiera de las comunidades.
– P: Hace un año, se habló de esa reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera una vez aprobados los Presupuestos de 2021. ¿Qué balance hace de las llamadas “cuentas más expansivas de la Historia”?
-R: Pues son unas cuentas que han quedado en papel mojado. El gran problema de Sánchez y Montero es la falta de credibilidad, el engaño continuo que hace que sus cuentas no sean creíbles, pese a que se lo advertimos en octubre de 2020 en la fase de aprobación.
A los tres meses de empezar el ejercicio, ya tuvieron que rebajar la cifra de crecimiento: del 9,8 que estaba en la fantasía de los Presupuestos del 2021 al 6,5. Recortaron, ni más ni menos, un tercio de crecimiento.
En los PGE, además, el Gobierno dio por hecha la llegada de 27.000 millones de euros de los fondos Next Generation. Le advertimos que no se iban a poder ejecutar y que no llegaría ese dinero, o parte de él, hasta el final de ejercicio. Lo que sabemos ahora es que solo han venido 9.000 y ya veremos si en diciembre llegan 10.000 más. A finales de año tendremos muy poca ejecución de proyectos.
La política permanente de expansión de demanda con incremento generalizado de impuestos y ninguna reforma estructural de nuestra economía lleva directamente a un descontrol de gasto y a atornillar el crecimiento.
Ahora no estamos en una fase de recuperación, sino de rebote por las ayudas. Hay que apuntalar la recuperación para generar crecimiento, para generar empleo.
-P: Hablando de los fondos europeos: hace apenas unas semanas, Sánchez anunció en la Conferencia de Presidentes que las comunidades autónomas iban a recibir más el 50 por ciento de los fondos, pero una de las quejas en el Partido Popular es que los gobiernos autonómicos no tienen capacidad de decisión sobre los proyectos a los que se dedica ese dinero. ¿Es así?
-R: Así entiende Sánchez la gobernanza: imponer las decisiones y tratar a las comunidades autónomas como si fueran gestorías. Ya lo vimos durante los primeros meses de la pandemia: onvocaba conferencias que no eran conferencias de presidentes, eran reuniones de presidentes cada fin de semana para contarles lo que ya había anunciado en la rueda de prensa.
Es trascendental para nuestra actividad económica el buen empleo de los fondos Next Generation. Tenemos una oportunidad de una nueva transformación de nuestra actividad económica y no podemos perderla. Sánchez, sin embargo, va en la dirección contraria y vamos por ese camino de perderla.
No se ha hecho un análisis previo de los proyectos, ni qué retorno van a tener. Tampoco se ha analizado cuántos van a conllevar después un gasto estructural.
Hay, además, cierta ineficacia, amontonamiento de proyectos, reparto clientelar entre sus ministros, y a partir de aquí el reparto también clientelar entre sus afines. Hay manifestaciones de interés que responden a proyectos recurrentes que se han venido haciendo durante los últimos años, y que no transforman nada.
Me temo que cogerán gastos de años anteriores para justificar la inversión procedente de los fondos europeos
Me temo que cogerán gastos de años anteriores para justificar la inversión procedente de los fondos europeos, y eso no tiene ningún sentido.
Sánchez tendría que haber hecho caso a Pablo Casado cuando propuso una agencia independiente que analizara todas estas cuestiones. Es algo que han hecho otros países de nuestro entorno, pero evidentemente a Sánchez no le interesa porque todo lo que no sea cumplir con su voluntad y su sentido clientelar de la actividad política, no le vale.
-P: Volviendo a los Presupuestos, ¿espera el PP una llamada del Gobierno para negociar las cuentas de 2021?
-R: Yo creo que el señor Sánchez tiene muy decidido quiénes son sus socios: los de la izquierda radical y los independentistas. También tiene muy decidido no pactar nada con el Partido Popular.
Si Sánchez apostara realmente por un proyecto de país, debería llamar al líder de la oposición, y ha sido incapaz. Los únicos pactos que alcanza son con sus propios socios de Gobierno, tanto internos como externos. Es el único acuerdo que persigue. Lo demás es pura retórica-
-P: El Gobierno también habla de la necesidad de pacto para la reforma de las pensiones…
-R: Volvemos a lo de antes. El ministro Escrivá se ha saltado el Pacto de Toledo y a los partidos de la oposición.
El Gobierno ha actuado como siempre lo hace el Partido Socialista: decir una cosa para quedar bien para después hacer lo contrario. Siempre es lo mismo. Hacen leyes de cara a la galería, se indexan las pensiones al IPC… y luego viene lo demás. Veremos a ver qué pasa con las pensiones de los ‘baby boomers’.
Si no se hace sostenible el sistema y no se hace por consenso en el Pacto de Toledo, pues el panorama de los pensionistas, con este Gobierno, es bastante negro.
El ministro Escrivá, en todo caso, se ha revelado como un desastre. Lo hemos visto con el ingreso mínimo vital. Se queja de que el sistema está mal diseñado para compensar unos retrasos en la prestación que son su responsabilidad.
-P: Hablemos ahora del precio de la luz. El Gobierno defiende que, pese a las cifras récord, se ha reducido la factura gracias a la reducción del IVA, aunque anuncia futuras reformas. ¿Qué se puede hacer?
-R: Bueno, Sánchez ya está en los días de vino y rosas, pero la realidad de nuestro país este verano sigue siendo que los españoles pagan más impuestos, están más endeudados, y pagan más facturas, como la de la luz.
Es un tema complejo, y hay que saber analizarlo con la cabeza fría, pero Pablo Casado ha señalado claramente cuáles son los tres ejes básicos del PP en esta materia.
En primer lugar, creemos que lo primero es quitar los costes energéticos de la factura de la luz, que se pague solo por consumo de luz. Después, cambiar la tarifa regulada para que los consumidores paguen menos. Y tercero, usar los ingresos por venta de derechos de C02 para que los vulnerables no paguen los incrementos o las subidas en la factura de la luz.
-P: ¿Soluciona algo crear una eléctrica pública?
-R: No. Será aún más ineficiente. Responderá a criterios políticos en lugar de a criterios técnicos. Normalmente, ese tipo de empresas públicas que tanto le gustan a Podemos y algunas personas del PSOE no suelen funcionar.
La eléctrica pública responderá a criterios políticos en lugar de a criterios técnicos
Al final, hay que definir una política energética razonable, una política energética que no haga pagar a los consumidores por los costes que no sean de energía. Y eso es lo que proponemos.
-P: Para acabar: ha comentado hace un momento el incumplimiento de las previsiones de crecimiento ya en el primes trimestre de 2021. ¿Qué podemos esperar de cara a 2022?
-R: Bueno, tendremos que esperar a ver qué previsiones de crecimiento hace el Gobierno de cara al próximo ejercicio. De momento lo que tenemos sobre la mesa es la actualización del Programa de Estabilidad para el periodo 21-24, y no es muy halagüeño.
Tanto la AiREF, que esa la que hace el informe, como otros organismos, tanto nacionales como internacionales, presentan bastantes dudas. La sensación es que Sánchez no quiere hacer reformas estructurales en nuestra actividad económica.
En el objetivo de proteger a las rentas, podemos decir que los ERTE y las prestaciones por cese de actividad han funcionado razonablemente bien. Entre otras cosas, porque la regulación de los ERTE viene de la etapa del PP en el Gobierno. No obstante, no se ha cumplido con el compromiso de hacer los cambios necesarios para corregir desequilibrios.
Va a seguir existiendo dualidad del mercado de trabajo, un escaso tamaño de nuestras empresas, un endeudamiento que encima ahora se va a ver incrementado, y con un sistema de pensiones sin resolver.
El Gobierno desoye las señales. Hay incertidumbre sobre la evolución de la pandemia y tensiones inflacionistas evidentes. Pese a ello, no hay proyectos de reforma para corregir todo esto. Por tanto, no es nada halagüeño lo que nos puedan presentar Pedro Sánchez y María Jesús Montero en los próximos meses.