José Luis Jiménez: «Los aerosoles dan miedo porque no se han explicado bien»
ENTREVISTA | El profesor de la Universidad de Colorado defiende que la población no puede protegerse contra el coronavirus si no sabe cómo se transmite
José Luis Jiménez tomó la decisión hace unos meses, junto con otros científicos, de comunicar por todos los medios posibles lo que asegura que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no quiere reconocer: que la principal vía de transmisión del coronavirus es por los aerosoles.
Es decir, que nos contagiamos por partículas que se concentran y flotan por el aire, pero tienen que cumplirse una serie de circunstancias que no son fáciles de cumplir. A juicio de este experto en el campo y de otros investigadores, esta forma de transmisión explica la mayoría de casos de Covid-19 en el mundo.
Este profesor de química de la Universidad de Colorado Boulder, especialista en aerosoles, es uno de los cientos de científicos e investigadores que han presionado a la OMS para que reconozca este tipo de transmisión, y esta semana su nombre apareció entre los firmantes de un informe para el Ministerio de Ciencia que recoge toda la evidencia al respecto.
En entrevista con Economía Digital, Jiménez explica que estamos atravesando olas de coronavirus «porque las medidas han fracasado» y da las claves de por qué, a su parecer, los epidemiólogos que controlan las agencias de vigilancia de enfermedades infecciosas ignoran este punto de vista, lo que considera un «error tremendo».
José Luis Jiménez: «No hay que quitar medidas»
El experto en aerosoles, José Luis Jiménez, en una entrevista telemática | Twitter/Archivo
Este pasado martes, después de publicarse el informe que preparasteis para el Ministerio de Ciencia, Fernando Simón dijo que el Ministerio de Sanidad está preparando «un documento sobre los aerosoles», pero avisó que no van a cambiar «de forma radical» ni las medidas ni «la percepción de la transmisión». También admitió que la transmisión por aerosoles «podría ser un poquito más de lo que se pensaba en un principio» y afirmó que «las medidas se pueden perfeccionar si se considera necesario».
No lo he visto pero me parecería insuficiente. Si está aceptando los aerosoles un poco más, eso es positivo. Si dice que las medidas no cambian, esto me parece que no es correcto. Las medidas tienen que cambiar. Porque hay cosas que a lo mejor ahora las están recomendando pero no con énfasis suficiente. Se cierran los parques y se mantienen los bares abiertos. Nosotros estamos recomendando que se mida el CO2, esto no es algo que se esté recomendando. O que se ajuste bien la mascarilla.
Hay muchas medidas que se pueden enfatizar mucho más y se pueden hacer mejor. Tenemos una ola porque las medidas han fracasado. Parte es porque la gente no las sigue, pero parte es porque las medidas no se adaptan a cómo se transmite el virus; no protegen de todas las situaciones. Yo oigo mucho que la gente se reúne en bares, se quita la mascarilla y… ¡es que no se lo podríamos poner más fácil al virus! Si están trabajando en otro informe, en el que yo desde luego no estoy participando, esperaré a ver lo que dicen; tal vez cuando termine cambian un poco más de postura.
Viendo las recomendaciones de vuestro informe científico para el Ministerio de Ciencia, no da la impresión de que se anime a quitar medidas, sino a añadir nuevas y perfeccionar otras.
No hay que quitar medidas, salvo unas pocas pero es una cosa de detalle. Distancia, mascarilla, manos: todo eso está bien. La mascarilla y la distancia funcionan por los aerosoles, no por las gotas. Hay alguna cosa de detalle como poner mamparas en los colegios; no sé si alguien lo recomienda oficialmente, pero eso no sirve para nada. Una mampara sirve en la caja de supermercado, pero en un colegio no sirve para nada; es un malgasto de dinero. Ese dinero hay que invertirlo en ventilar; y, si no se puede ventilar, en filtrar o medir CO2.
Desinfectar todas las superficies públicas tampoco sirve para casi nada. En esto no hay polémica: todos los científicos están de acuerdo en que la transmisión por superficies es muy poco eficiente. Los científicos se dividen entre los que piensan que es el 20% [de los casos] y los que piensan que es el 0%. La OMS ha aceptado que no hay caso probado de transmisión por superficies. Yo no lo sé y prefiero ser cauto, entonces hay que seguir lavándose las manos. Pero el 80% del esfuerzo tiene que ir a prevenir el contagio por el aire. Esto sí tiene que cambiar.
«Hace seis meses había más resistencia a los aerosoles»
Terraza de un bar de Barcelona. Los bares y restaurantes de Cataluña están cerrados desde mediados de octubre | EFE/Archivo
Ha dicho que la mayoría de la comunidad científica está de acuerdo con la transmisión por aerosoles, pero muchos epidemiólogos y médicos preventistas, por una cuestión histórica, se oponen. Y que el problema es que estas profesiones mandan en la OMS, en los Centros de Prevención de Enfermedades, o en el Centro de Coodinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (Ccaes) en España.
No he hecho una encuesta a los científicos. Es mi impresión a través de hablar con la gente. Hace seis meses había mucha más resistencia, ahora hay muy poca resistencia intelectual. Luego hay gente que acepta los aerosoles pero no los quiere llamar aerosoles; los llama gotas pequeñas o cosas de estas, por otras razones. Mi impresión es que la mayoría de la comunidad científica acepta que es una vía importante, a lo mejor no la más importante, pero una vía importante.
¿Por qué se resisten estas profesiones?
Por una cosa histórica: hace 110 años aceptaron un cambio de paradigma. ¿Cómo se transmiten las enfermedades infecciosas? Es un problema muy difícil. Es muy difícil saber dónde y cómo ha entrado el germen en una persona. En la historia de la humanidad muchas veces se pensaba que las enfermedades venían del aire, pero en 1870 se descubre el germen. A partir de entonces se empieza a acumular evidencia y se empieza a ver que unos gérmenes se transmiten por el agua, otros por los alimentos, otros por el aire.
Mucha gente pensaba que iban por el aire. Había gente que pensaba de manera muy fantasmagórica que la gripe salía de EEUU, cruzaba el Atlántico e infectaba a alguien en Inglaterra. Pero en 1910 se publica un libro de fuentes y formas de infección de Charles V. Chapin. Chapin se da cuenta de que las infecciones son de contacto; que el germen estaba vivo dentro de otra persona, ha pasado por el mundo físico y ha llegado a otra persona. Este libro es un gran avance.
En un capítulo se habla de la infección por el aire. Ya se sabía entonces que cuando se mantenía la distancia social bajaba la infección. Había dos posibles explicaciones. Una eran las gotas grandes como dice la OMS, proyectiles que llegan a la boca o la nariz o los ojos. Pero Chapin sabe que también hay otra opción: que no sean proyectiles sino como los aerosoles, que son más pequeños. Pero en aquel momento no se sabía y él lo dice: esto no se sabe. Chapin también decía que es casi imposible que la gente se proteja de la infección de contacto si piensan que la infección viene por el aire
Chapin decía que se sabía que la infección de contacto es importante y que de esto hay que protegerse. En cambio, la infección por el aire, que no se sabía, era para él un obstáculo para que la se protegiera de la infección de contacto. Es decir, coge la ausencia de evidencia y lo convierte en evidencia de ausencia. Dice que el contagio por el aire es casi imposible y quien lo quiera demostrar tiene que dar unas pruebas tremendas, con una gran evidencia. Esto es un gran avance y se convierte en el paradigma de estas profesiones, hasta el 2020.
Pero esta forma de verlo sigue siendo la predominante, ¿no?
Cuando hablamos con la OMS en abril, era muy sorprendente. Eran todos chapinistas, decían que la infección por el aire era dificilísima y nos pedían mucha evidencia. Nosotros decíamos que para la infección por gotas y superficies tampoco había más evidencia de la que teníamos nosotros, y que incluso tenían menos. Y decían ‘eso ya lo sabemos’. Esta actitud es la que ha creado el gran atasco.
No hay mucha gente que piense así pero son la gente clave, la gente que controla la OMS. En marzo la OMS prácticamente dice que la transmisión por el aire es un bulo. En el comité de la OMS, de prevención de infecciones, que decide esto, no hay nadie que nunca haya estudiado nada de aerosoles. Son todos expertos en infecciones por el agua, en lavarse las manos, epidemiólogos… No saben, y deciden que esto no pasa, pero en realidad no saben. Y meten la pata en cómo interpretan la evidencia.
Toda su carrera la infección por el aire no ha sido importante, y es una tradición muy fuerte y además esto no se ha estudiado bien. No entienden los aerosoles; es algo difícil de estudiar, complicado, poco intuitivo. Ahí es donde todavía queda bastante resistencia a pesar de que la evidencia es abrumadora.
«Las precauciones de aire son más costosas»
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus./ EFE
¿Hay epidemiólogos no chapinistas?
Sí, sí. Te estoy hablando más de la situación en marzo y abril. No es una cosa monolítica. Ya ahora hay muchos más epidemiólogos y virólogos que nos apoyan. Pero en aquel momento se dijo a bombo y platillo que esto no iba por el aire. Que yo sepa, el comité de la OMS no ha cambiado, entonces lo que domina ahí es ese punto de vista. Las decisiones se han tomado desde ese punto de vista. Cuando hablaron con nosotros los que hablaron tenían este punto de vista muy fuerte.
¿Solo la OMS? Otros organismos como los CDC también han ido y venido con los aerosoles.
Los CDC lo han aceptado, cambiaron la guía. Si tu sabes leer y entiendes esto, en la página de preguntas frecuentes de los CDC [de EEUU] dicen que la manera principal de transmisión del virus es la inhalación. Esto solo es posible para los aerosoles. Estas gotas proyectiles no se pueden inhalar. La CDC está admitiendo que la inhalación es la forma principal. No le llaman así; le llaman gotas pequeñas. Gotículas se refiere a proyectiles, aerosoles se refiere a la inhalación. Le llaman gotas pequeñas por otra razón. En la física una gota es una partícula líquida suspendida en el aire, puede ser grande o pequeña.
¿Por qué hacen esto? Porque en los hospitales puedes usar precauciones de gotas o de aire. Las de gotas son menos costosas y más disponibles; las de aire al revés. Y los pacientes graves de Covid son poco contagiosos. Entonces, como las protecciones de gotas protegen mucho contra aerosoles (la diferencia no es muy grande y es difícil de ver cuando estás con gente poco contagiosa) les llaman gotas pequeñas pero admiten que son aerosoles. La CDC es la organización más potente. Y luego en los otros ministerios, me imagino que vienen de la misma tradición y les cuesta mucho contradecir a la OMS.
En estos meses se ha pasado de decir que es un bulo a reconocerlo, aunque no como la vía más importante de transmisión. ¿Ves motivo de celebración?
La batalla intelectual es interesante para un científico, pero lo que es importante para la sociedad son las medidas y lo que es desesperante es que esto no se está haciendo, a pesar de que la evidencia es apabullante. ¿Quién toma las medidas? La gente que nos escucha a los científicos de aerosoles, pero el resto de la sociedad no, porque no se está explicando. (…) La OMS nos ha pedido ayuda para hacer unas medidas de ventilación, y les ayudamos y eso está bien y está en su página web. ¿Qué pasa? Que nadie tenía idea y que la OMS dice que no se transmite por aerosoles.
En España están prohibiendo los filtros y abrir ventanas. Y aunque le digas a la gente que la OMS lo recomienda lo ven como una cosa secundaria. Hay que explicar por qué se recomienda. Si la gente no entiende cómo se transmite el virus, entonces no se puede proteger. Esto no se está comunicando. (…) Lo vengo diciendo yo y Christian Drosten [el virólogo alemán que asesora a Angela Merkel]: hay que explicar por qué se recomienda la ventilación. Al final los gobiernos pueden hacer cosas pero es la gente la que tiene mayor poder de controlar contagios. Esto es lo que no se está comunicando. (…)
No hay ningún caso que apunte a las superficies o a las gotas balísticas, mientras que los casos de superpropagación solo se pueden explicar por aerosoles. Está claro que los aerosoles son la forma mayoritaria pero no nos están diciendo cómo protegernos. Esto es un problemón. Al final da igual que lo diga el Ministerio de Ciencia o la CDC, aunque lo diga de forma confusa, pero lo que es extremadamente importante es que se explique cómo funciona y qué hay que hacer.
«El miedo siempre se ha usado para evitar los aerosoles»
Un parque de Pamplona, Navarra, cerrado por las nuevas medidas contra la Covid-19 decretadas por el Gobierno foral el 13 de octubre de 2020 | EFE/JD
También si se explica bien podría evitarse el alarmismo que a veces se estila al hablar de la transmisión por el aire. Como dijiste, mucha gente pensaba que la gripe podía cruzar el Atlántico por el aire y contagiar a personas en otros continentes…
Este miedo que da la transmisión por el aire es lo que siempre ha sido usado para evitar el tema. Luego se demostró la transmisión de enfermedades como tubercolosis, pero siempre les acusaban de que esto da mucho miedo. Eso es porque no se ha explicado bien. [En el caso de la Covid-19], hay que ayudarle al virus, sino estaríamos todos mucho más contagiados. Esto se puede explicar, y qué mejor momento para hacerlo que cuando todo el mundo está prestando atención.
También puede explicarse el llamado principio de precaución. El ejemplo de las superficies es perfecto porque hace seis meses no sabíamos tanto del virus y creíamos que era importante desinfectar constantemente todas las superficies. Ahora sabemos que no es tan importante. Tampoco debería ser tan difícil prevenir los aerosoles desde el punto de vista del principio de precaución. Ser transparentes y decir: ‘no lo sabemos todo pero hacemos bien en prevenir’.
Totalmente de acuerdo. Cuando hablamos con [la OMS] decíamos que no tenían evidencias de la transmisión por superficies. Bueno pero eso ya lo sabemos, decían ellos. El error histórico se aplica a otras enfermedades. Decían que es más como la gripe que es una enfermedad de gotas, pero la gripe no es una enfermedad de gotas, sino de aerosoles y está demostrado pero no lo han aceptado. (…)
Para ellos que les dijeras eso era impensable porque es su campo y que vengan unos intrusos ignorantes… que más o menos nos ha llamado eso la gente de la OMS, decían que éramos químicos, ingenieros y propietarios de compañías de ventilación, gente ignorante de la transmisión de enfermedades y que debíamos hacer esto por intereses económicos. Cada dos por tres nos insultan y nos dicen que queremos vender filtros HEPA cuando en realidad estamos recomendando los filtros baratos.
Pero bueno, ¿qué vas a hacer? Que la OMS nos desmintiera e insultara de esa manera es porque para ellos era impensable que gente que no era de su campo les pudiera decir que estaban cometiendo un error tremendo. (…) Hay gente que dice ‘es como si tuvieras que operarte de corazón… no vas a dejar que un dentista te opere’. Dicen que esto es un problema de epidemiología y que cómo vas a dejar que un tío de aerosoles te dicte qué hacer. Esto es un error. Cuando sale el virus al aire, es ciencia de aerosoles; ahí los epidemiólogos son los invitados.
Si en ese viaje por el aire el virus no puede llegar, no importa; lo que no puede ser no puede ser. Cuando se analiza lo de las gotas se ve que es muy improbable, mucho menos probable que infectarse por aerosoles cuando estás hablando con alguien. Entonces nos están diciendo una cosa absurda, y es totalmente en contradicción con la física, pero no se bajan del burro porque piensan que ese es su campo.
Piensan que somos unos ocupas en su campo cuando en realidad ellos llevan tanto tiempo de ocupas en nuestro campo que ya no se acuerdan; se piensan que son los propietarios.