Ábalos pone el pago de las autopistas en su agenda de la legislatura
El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana comparece en el Congreso tras prometer a las concesionarias un nuevo modelo para las autopistas
José Luis Ábalos está teniendo un inicio de legislatura muy movido tras su encuentro con Delcy Rodríguez en Barajas y sus últimas intervenciones en el Congreso las ha dedicado a dar explicaciones acerca de dicha reunión. Este miércoles por fin se enfrentará a la oposición como ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, en la primera comisión de su rebautizada cartera, en la que marcará las líneas a seguir en esta legislatura.
Muchas empresas seguirán con atención lo que diga Ábalos, desde constructoras de obra pública hasta los nuevos actores del sector de la movilidad, coche compartido, etc. Pero también lo hará un sector hasta ahora denostado por el ministro: las concesionarias de autopistas. Estas empresas, entre las que se encuentran Abertis e Itinere entre otras, esperan un gesto del ministro en forma de reabrir el debate del pago de las autopistas.
Ábalos y otros altos cargos del antiguo ministerio de Fomento han tenido conversaciones en las últimas semanas con las concesionarias, así como con Seopan, la patronal que las agrupa junto con las constructoras de obra pública, para hablar de la situación del sector, según han explicado fuentes del mismo. Los representantes de los gestores de autopistas le han pedido que dé marcha atrás a la línea de terminar con los peajes sin otro modelo de pago por uso, y aseguran que el ministro se ha mostrado favorable a ello.
Fuentes del ministerio han confirmado que Ábalos hace suya la reivindicación de las concesionarias y que debatir un nuevo modelo de pago por uso de las autopistas y autovías está en la agenda de la legislatura. No han concretado de qué manera, si ya tiene un modelo en la cabeza o quiere crear una comisión, y ni siquiera han asegurado que fuera a verbalizarlo este miércoles, si bien han insinuado que tendrá un gesto con el sector.
Ábalos planea abrir un debate sobre el modelo de pago de las autopistas y autovías y cuenta con el apoyo del sector
Empresas como Abertis e Itinere reclaman que se elabores un nuevo sistema de pago por el uso de las autopistas, sea los peajes a la sombra, la viñeta o el control de uso mediante arcos. Existen varios modelos que funcionan en distintos países. También habría que definir quién pagará más y quién menos; parece lógico que los camiones, que desgastan más el piso y cuyas empresas sacan un beneficio económico de la infraestructura, paguen más. Además, se debería decidir si es un modelo solo para las autopistas o para todas las vías de alta capacidad, es decir, también autovías.
El Gobierno no cuenta por ahora con un modelo. El que ha hecho suyo, en el final de las concesiones de la AP-1, de Itinere, y de la AP-7 sur y la AP-4, de Aumar (Abertis), es licitar solo el mantenimiento y que el gasto corra a cargo de los presupuestos del Estado. Pero no es un sistema de pago por uso y deja de lado a las concesionarias, pues no hay gestión de la infraestructura. Empresas y expertos defienden el pago por uso para que paguen solo aquellos que la utilizan y para garantizar que ese dinero se dedica al mantenimiento y mejora de la vía.
La opción que tiene más números es que el ministro recupere la idea que ya tenía en 2018 de crear una comisión —o subcomisión— parlamentaria en el Congreso para debatir acerca del modelo. Además de los partidos políticos, podrían participar las empresas del sector, así como expertos e incluso representantes de las plantillas de los peajes. De hecho, Ábalos ya dijo el verano pasado que habría que recuperar ese debate, si bien se retractó poco después.
Las empresas reclaman el debate y que haya un pacto de Estado. Parece lo más lógico, pues el modelo que se tome tardará décadas en implementarse totalmente, requerirá de una gran inversión y será difícil cambiarlo. Su completa aplicación no será inmediata, pues la idea es que las autopistas de peaje se vayan incorporando al nuevo modelo a medida que venza la concesión actual, y algunas van más allá de 20 años. Pese a todo, temen que el Gobierno congele el debate hasta después de las elecciones gallegas y vascas, que se celebran en abril.
La actual falta de modelo de autopistas
Un nuevo modelo es la única manera que tienen las concesionarias de autopistas de salvar su negocio en España, o parte de él. La alternativa es la que ya se aplica en la AP-1, la AP-7 de Cambrils (Tarragona) a Alicante y la AP-4. En el primer caso, lleva ya 14 meses bajo gestión del Estado, mientras que en los otros dos, la concesión terminó el 31 de diciembre pasado.
De hecho, en el caso de las autopistas de Aumar, el ministerio ni siquiera las ha adjudicado todavía. La licitación del mantenimiento está parada después de que Abertis impugnara el concurso y el recurso está en estudio. El mantenimiento lo realizan varias empresas que han firmado un contrato de emergencia y que ya se enfrentan a un incremento importante del tráfico en la Comunidad Valenciana por el levantamiento de las barreras.