Jordi Sànchez insiste en monitorizar la mesa de diálogo desde fuera
El líder de Junts anuncia que no se sumará a las negociaciones con el Gobierno de Pedro Sánchez para frenar las voces críticas en el seno del partido
En pleno debate interno sobre el papel que debe afrontar Junts en la mesa de diálogo, Jordi Sànchez ha defendido su voluntad de seguir auditando las negociaciones desde fuera. El secretario general de la formación no está dispuesto a incorporarse a las conversaciones si no puede elegir con libertad a sus representantes, después del veto de Esquerra Republicana a los expresos del procés.
«Nosotros desde fuera seguiremos escuchando, viendo la concreción de los acuerdos, y aplicaremos el acuerdo de legislatura para hacer la monitorización», ha anunciado Sànchez en una entrevista con Catalunya Ràdio.
El líder de Junts ha apagado así las voces dentro de su partido que ya exigen dar un paso adelante para no quedarse apartados de las negociaciones con el Gobierno de Pedro Sánchez. «Nosotros no nos hemos marchado de la mesa de diálogo, no nos han dejado entrar», ha aclarado.
Sànchez ha vuelto a hacer un llamamiento a sus socios para que levanten sus líneas rojas y permitan la inclusión de los miembros que no forman parte activa del gobierno de la Generalitat como Jordi Turull, Miriam Nogueras o él mismo. «Nosotros hemos sido leales a una literalidad de un acuerdo que conozco bien porque yo lo negocié», ha esgrimido.
Reproches a Pere Aragonès
Jordi Sànchez ha puesto en cuestión además las explicaciones ofrecidas por Pere Aragonès para vetar a los representantes de Junts en la mesa de diálogo. El presidente catalán aseguró que se enteró de la selección de los negociadores al mismo tiempo que la prensa y que se habían incumplido las condiciones fijadas previamente por ambas formaciones.
El secretario general de Junts ha contestado que ya había informado por teléfono a Pere Aragonès, aunque los nombres no eran definitivos debido a las dudas sobre la presencia de Pedro Sánchez. «Hace semanas que tenía un mensaje mío enviado en el móvil», ha argumentado.
El secretario general de los neoconvergentes ha atribuido esta crisis política a la mano que ha ejercido Moncloa, aunque se ha mostrado confiado en que no tenga un impacto en la estabilidad del Govern para lo que resta de legislatura. «Es desencuentro no menor con el socio, que para nosotros no tiene por qué tener más recorrido en otras esferas y ámbitos de la coalición», ha afirmado.
Dentro de esta estrategia de desgaste, el líder de Junts ha apuntado directamente contra Pedro Sánchez por citarse para tomar un café con Salvador Illa cuando todavía seguía reunida la mesa. Cree que esa fotografía era una imagen buscada: «La gesticulación del presidente Sánchez no me gustó y me indignó».