Puigneró y Borràs revientan el buen clima del Cercle entre Sánchez y Aragonès
La presidenta del Parlament y el vicepresidente tiran de argumentario para tildar de propaganda los indultos que sacarán de prisión a Jordi Sànchez, Josep Rull, Jordi Turull y Joaquim Forn
La concesión de indultos incomoda a Junts, que busca desacreditar una medida sacará de prisión a Jordi Sànchez, Jordi Turull, Josep Rull y Joaquim Forn. El vicepresiente del Govern, Jordi Puigneró, y la presidenta del Parlament, Laura Borràs, han rechazado su invitación al acto de Pedro Sánchez este lunes en Barcelona sobre los indultos entre acusaciones de «propaganda».
La posición de Junts rompe el clima de distensión que se ha palpado en la reunión del Cercle d’Economia celebrada en el Hotel W Barcelona, con apelaciones de Sánchez y Aragonès a abrir una nueva etapa de diálogo. «Empecemos a caminar», exigió el president en relación a abrir una nueva etapa que arrancará con la libertad de los políticos encarcelados por sedición.
Y todo entre el apoyo de un empresariado catalán que ha mostrado públicamente su apoyo a la hoja de ruta del Gobierno con la libertad de los reos del ‘procés’ hasta en tres ocasiones: frente a Pere Aragonès, ante Pablo Casado y con el propio Pedro Sánchez. Javier Faus emplazó a encontrar solución al problema territorial y aseguró que los indultos eran la primera piedra en el camino.
Borràs y Puigneró tildan los indultos de «propaganda»
Un relato que Junts se ha decidido a combatir. Borràs ha declinado participar en el acto al ser «especialmente sensible a la vulneración de derechos y libertades alrededor de los ciudadanos catalanes que actualmente ejerce el Estado Español», y ha recordado que ese mismo día estará acompañando a una decena de ex-altos cargos «reprimidos» por la justicia.
El vicepresidente ha ido más allá. A través de Twitter, ha acusado al Gobierno de hacer «propaganda» con los indultos. El número dos de la Generalitat ha arremetido contra la invitación: «La próxima vez le agradecería que le dirigiera la carta al Vicepresidente del Govern de Catalunya. Por cierto, no vendré».
La postura de ambos mandatarios refleja la posición oficial de Junts a través de un argumentario enviado a los cuadros del partido al que ha tenido acceso Economía Digital, donde se acusa a Sánchez de hacer «propaganda» con la medida de gracia con el objetivo de hacer un uso «partidista y electoralista».
El documento interno asegura que la concesión de la medida de gracia, pese a reconocer que es un «alivio personal» para los nueve reos por sedición, forma parte de una «operación de propaganda que intenta dar por cerrado el conflicto entre Cataluña y España».
«Los indultos no forman parte de ninguna agenda de reencuentro porque no hay ningún tipo de negociación formal entre los gobiernos y catalán«, explica el documento pese a que Aragonès y Sánchez retomarán la mesa de diálogo en breve, una vez que los líderes independentistas presos estén en libertad.
Junts cree que los indultos son gracias a Puigdemont
El documento de Junts insiste en que los indultos «no son un acto de generosidad del PSOE», puesto que el Gobierno «se ha visto obligado a darlos por la presión internacional que ha habido a partir de resoluciones del Consejo de Europa, de Amnistía Internacional y de los tribunales europeos».
No solo eso, sino que atribuye la concesión de esta medida de gracia a la «batalla judicial a nivel europeo» encabezada por el prófugo Carles Puigdemont: «Si hay indultos es por la presión internacional hecha desde el exilio». Además, insisten en que la medida no les disuadirá de su objetivo: «Un estado catalán en forma de República».
El Cercle d’Economia ha dejado encarrilados los indultos a los presos por sedición, sobre todo tras el claro apoyo empresarial que dejó solo a Pablo Casado en su rechazo a la medida de gracia. Un viento favorable apuntalado después por el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, obligado a rectificar después tras las críticas.
En la inauguración del acto, Aragonès defendió la vía del diálogo pese a las «muchas dificultades», y le exigió a Sánchez concreción con su posición sobre el conflicto: «El estado tiene la obligación de presentar su propuesta. A partir de aquí, contraponer modelos, avanzar en este proceso que no será fácil».