Jordi Cañas: «Cs no ha pasado de 36 a 6 diputados, sino de 21 a 6, pero es un golpe muy importante»
Entrevista al eurodiputado de Cs, que asegura que "si Puigdemont fuese extraditado, beneficiaría a JxCat en una repetición electoral"
Hay problemas de cobertura que amenazan con hacer imposible la entrevista. Jordi Cañas bromea con que en Bruselas un día sí y el otro también se habla del Green New Deal y de la digitalización: «Vamos a empezar por el Parlamento Europeo, que el wifi no funciona bien. Yo estoy con datos y me están llegando unas facturas que no quiero ni pensar…».
Es cierto que los problemas de cobertura son más frecuentes en la señal que sale desde Barcelona y que los mismos, en todo caso, son superados en breves momentos. Estamos a las puertas de que se debata el suplicatorio para levantar la inmunidad de Carles Puigdemont y los otros eurodiputados independentistas y todavía con la resaca electoral catalana.
En ese contexto el eurodiputado de Ciudadanos conversó con Economía Digital. Este es un extracto de la entrevista.
«Puigdemont no ha suscitado interés en Bruselas»
—Pregunta: Hace más o menos un año dijo que, en Europa, Puigdemont no pintaba nada. ¿Ha cambiado esto conforme se acercaba el debate sobre el suplicatorio?
—Respuesta: Qué va, en absoluto. Yo pensaba sinceramente que, dados los recursos que habían invertido en Europa durante tantos años (no solo desde la Generalitat sino incluso el esfuerzo político de los diferentes diputados europeos que durante décadas han estado aquí difundiendo una serie de mentiras sobre lo que es España y la realidad autonómica), el tema de Puigdemont iba a tener más recorrido y la verdad es que no tiene ninguno. De hecho, en todo el proceso, lo único que suscitó incluso preocupación fue el 1 de octubre, las imágenes que se difundieron, yo creo que reforzando la idea de que estaba todo perfectamente diseñado, que era justamente lo que se buscaba.
A partir [del 1-O] lo de Puigdemont nunca ha sido no una prioridad; nunca ha sido un sujeto de debate más allá de una minoría de diputados que por lineamientos ideológicos, bien por el nacionalismo, bien por la extrema derecha, pues han comprado su discurso. Y cuando sacaron aquel cartel famoso [«Free Junqueras»], pues vino un ujier y a los ocho segundos, un poco como la declaración de independencia, lo quitaron. Y desde entonces no ha marcado nada. Su trabajo político aquí ha sido prácticamente cero. No ha suscitado ningún interés. Han aprovechado cualquier intervención que tenían para hacerlo llevar a su molino.
Incluso el tema del suplicatorio ha sido una polémica muy dopada por sus propios abogados y por ellos mismos, porque el tema estaba muy claro: la inmunidad no es impunidad, y la inmunidad parlamentaria se fundamenta en el ejercicio de la actividad parlamentaria. Es decir, si hay una denuncia o inicio de procedimiento judicial fruto de tu actividad parlamentaria como diputado europeo, pues eso puede tener algún tipo de debate. Pero en su caso era muy evidente. Un tema que es del año 2017, por mucho que ellos hayan tomado posesión en 2019, su inmunidad no les cubre su actividad previa. Y esto era muy poco opinable y es un poco lo que parece que recoge el ponente. Ellos siguieron llevándolo como si esto fuese un juicio y no es un juicio, es un procedimiento ordinario.
—P: ¿Cómo prevé que saldrá el suplicatorio? ¿Apunta a que tanto Puigdemont como Clara Ponsatí y Toni Comín perderán la inmunidad?
—R: Sí, perderlo seguro. La inmunidad la han tenido perdida desde el principio. ¿Qué pasa? Pues Los Verdes probablemente voten en contra de la comisión y el pleno. En el pleno va a ser bastante evidente; habrá votos que ideológicamente no se avengan a las razones del Parlamento, pero porque una parte de la izquierda y de la ultraderecha las razones jurídicas les importan un comino. Yo insisto en que el único elemento no noticiable pero que sí que hay que ponerle atención es qué votarán los socialistas españoles el martes y qué votarán en el pleno de la semana del 8 de marzo. Esa es la duda que uno puede tener porque lo otro es bastante evidente: van a perder el suplicatorio porque el informe del ponente va a ser muy claro y después van a tener sus apoyos en el Parlamento. Ya te digo, como la gente que apoya a Stalin o a Maduro. Tenemos un vicepresidente del Gobierno que apoya la violencia en España, pues lo mismo. ¿[Los de Podemos] son muchos? No, treinta y algo, pero están en el Gobierno. Aquí, de 700 diputados, pues habrá 130 o 120 que voten en contra del suplicatorio; los mismos que votarían en contra de sanciones a Corea del Norte o a Maduro o al régimen iraní.
—P: ¿Puede profundizar con respecto a lo que dice de que es interesante ver cómo votará el PSOE?
—R: Piensa que aquí ha habido algunos movimientos extraños a la hora de dilatar el debate en la comisión para que no coincidiese con las elecciones catalanas y demás. Pero claro, ahora hay un problema: cuando se habla de Puigdemont no es solo Puigdemont, sino también Comín y Ponsatí. ¿De qué partido es Comín? ¿En qué listas iba? Con ERC. ¿Y qué quiere el PSOE? ¿Pactar con quién? Pues, eso. Eso es importante. Sinceramente me parecería difícil pero la actitud de los miembros del PSOE durante la comisión ha sido un poco extraña. No han hecho preguntas… Hay que ver si votan a favor de levantar el suplicatorio o no. Yo creo que lo harán, que votarán a favor; eso sí que sería noticia si no votasen a favor. Yo creo que les viene mal esta votación porque se va a votar el martes y después se va a votar en marzo.
Si los socialistas votan a favor del levantamiento de la inmunidad de tres delincuentes que sus partidos nacionalistas dicen que son exiliados y tú quieres indultarlos es poco raro, ¿no? Eso puede entorpecer las estrategias de negociación del PSE o del PSOE en Cataluña de cara a intentar conformar una alternativa diferente a un gobierno separatista; bueno, un gobierno separatista pero con el PSC dentro. Eso sí que les puede perjudicar de cara a que evidentemente si hacen eso Esquerra va a tener más difícil el poder justificar delante de una parte de su electorado y ante la presión de Junts y de los medios de comunicación separatistas catalanes, los medios públicos, pues justificar que van a ir a un Govern de tripartito con el PSC y los comunes. Eso sí que puede incidir; no tanto el tema de Puigdemont, sino cómo se puede leer eso y la incidencia que puede tener en el moméntum político catalán.
—P: Sobre todo en este momento de negociaciones confusas…
—R: Bueno, no son tan confusas, ¿eh? Lo que no son es públicas, pero confusas no son.
¿Repetición electoral en Cataluña?
—P: Digo «confusas» porque los partidos que pueden gobernar de alguna forma están jugando a la confusión. ¿Entiendo que no lo ve parecido?
No, para nada. No querer entender las cosas no significa que no se puedan entender. El tema es sencillo: Esquerra históricamente no ha aguantado la presión del elector separatista en Cataluña. Si no sería muy sencillo. ¿Quién ha ganado las elecciones? El PSC. ¿Con quién estás pactando en Madrid? Con el PSOE. Intercambio, tú entras en gobierno, coges consejerías y ya está; haces un tripartito. ¿Por qué no es tan fácil? Porque estos [ERC] no aguantan la presión. Porque Junts, que es Puigdemont básicamente (es un partido que es una plataforma personal de un fugado que tiene serios problemas de comprensión de la realidad y ha llevado a una parte importante de Convergéncia a una especie de partido extrañísimo de ultraderecha cupera una cosa rarísima, una especie de carlismo de izquierdas, una cosa muy rara)… Ellos tienen un dato: en Cataluña no ha ganado Junts por el Pdecat y por el PNC. Sin el Pdecat y sin el PNC Junts habría ganado las elecciones. ¿Tú crees que van a apoyar un gobierno de Esquerra sin presidirlo? Yo creo que no.
Uno de los debates históricos que ha movido un poco el pistón del independentismo hacia los planteamientos más extravagantes ha sido que nadie quiere quedar por detrás; una especie de permanente juego de la gallina entre Esquerra y Convergència, de no parecer menos independentista que el otro. Junts ahora mismo no tiene ningún incentivo de apoyar un gobierno de ERC para consolidar a un candidato como [Pere] Aragonès cuando ellos saben que si van a unas nuevas elecciones pueden ganarlas. Todo eso con el tema de Puigdemont por medio y de si los indultan o no… Si no los indultan y Puigdemont pierde el suplicatorio y eventualmente es extraditado, pues eso beneficia a Junts ante unas elecciones en julio.
Si tuviera que apostar, aunque todo cambia muy rápido, diría que va a ser muy difícil conformar gobierno. El problema es que ERC no ha ganado las elecciones; las ha ganado el PSC con un candidato dopado por todos los medios españoles, públicos y privados, y eso hace muy difícil la geometría. Porque si gana ERC podría decidir pero ha ganado el PSC y Junts sabe que sin el Pdecat y el PNC estaría en 36 diputados y que no va a consolidar a Esquerra como un partido hegemónico del separatismo catalán. O Esquerra hace un giro muy extraño y con un coste muy alto, o yo no veo nada claro la posibilidad de un gobierno en Cataluña porque nadie tiene un incentivo positivo para hacerlo y no creo que el PSC vaya a investir a Aragonès habiendo ganado las elecciones.
—P: ¿La condena a Pablo Hasél es una vergüenza para España en Europa?
—R: No, no es noticia. Lo que sí me han preguntado es que cómo puede ser que una parte del Gobierno apoye la violencia en la calle. Lo otro no. Pablo Hasél no está condenado por rapear sino por cometer tipos penales que no son injurias a la Corona sino enaltecimiento al terrorismo, agresión y amenazas. Las agresiones y amenazas están tipificadas en todos los códigos penales europeos y el enaltecimiento al terrorismo también. Lo de la Corona sí se ve raro en Europa. Yo no creo que tenga que ser un delito ni eso ni lo de la bandera ni tal. Otra cosa son las amenazas y el insulto. La libertad de expresión no puede amparar el insulto o la amenaza. Lo que no se entiende es que haya un vicepresidente enalteciendo la violencia. Para los que no tienen memoria o idea: el Código Penal actual se aprueba en el año 95 con los votos de Convergència y Esquerra y con los tipos penales que están ahora mismo denunciando. Pablo Hasél no está en prisión por rapear; primero porque no rapea. Y es una pena que el Código Penal no pueda tener exenciones a memos. “Usted es tan memo que no le vamos a aplicar nada porque solo le vamos a hacer famoso”.
Ciudadanos, tras el 14-F
—P: ¿Qué sigue ahora para Ciudadanos, especialmente en Cataluña?
—R: Hacerlo mejor. Trabajar. Yo tengo una apreciación de la política que es muy propia, muy personal, ni siquiera quiero decir que sea buena o la mejor. Yo veo los proyectos políticos con distancia. Cuando hay que analizar algo a veces hay que tomar distancia, entonces un partido que tiene a nivel catalán realmente diez años y a nivel nacional tiene cinco años pues tiene procesos de ajuste y corrección. Lo que hay que preguntarse es si tiene espacio político. En el caso de Ciudadanos es evidente: sí. ¿Es necesario? Yo diría es imprescindible. ¿Dónde se ha fallado y dónde se puede hacer mejor? Prefiero pensar en qué se puede hacer mejor porque los ciudadanos no se equivocan nunca. ¿Te han entendido o no? ¿Te has explicado bien? No te has explicado bien. Y entonces me dices: habéis pasado de 36 a 6 diputados. Y yo digo «no, realmente hemos pasado de 21 a 6».
Los 36 no es un dato, es un momento político, un momento refrendario, donde todo mundo pensó que el voto seguro era Ciudadanos ante un moméntum donde podía haber realmente una situación de ruptura de la legalidad y la independencia y el resultado fue unas elecciones plebiscitarias donde la gente decidió que ganase Ciudadanos y sacamos uno de cada dos votos constitucionalistas en Cataluña, pero eso evidentemente no es el espacio ideológico ni sociológico de Ciudadanos. Los 25 diputados de 2015 estaban en un contexto con un PSC en caída libre y un PP ya muy tocado, y los demás también juegan y el PSC ha hecho una jugada con su candidato y ha aparecido un nuevo elemento que es Vox, entonces esos 25 tampoco serían los lógicos.
Yo siempre he dicho que Cs tiene un espacio político en Cataluña que en un momento normal y haciéndolo todo bien estaría entre 17 y 21 diputados, entre el 12% y el 17% del voto, que es algo que Cs puede tener, y ese es el espacio. ¿Seis? Seis es fatal. También te digo una cosa: si hubiera ido a votar el 65% del censo hubiéramos estado entre 12 y 14 diputados. Hemos perdido seguramente en torno a siete u ocho diputados y eso es mucho, pero no son esos 30; esos 30 son los que lógicamente los medios utilizan y los que la gente ve, pero eso no es cierto. Sobre perder diez diputados, me parece que es un golpe muy importante de un partido que lideraba la oposición, que ha hecho un buen trabajo y que no ha sabido explicarlo.