Italia da una lección a España con su control del coronavirus
Italia fue el país más golpeado por la pandemia, pero ha limitado los contagios con cuarentenas selectivas y con una alta actividad de rastreadores
Mientras Italia ha conseguido mantener a raya los rebrotes de la Covid-19, España se ha erigido como el principal foco en este escenario de rebrotes que Fernando Simón se niega a clasificar como una segunda ola. El que fue durante el confinamiento el epicentro del rebrote europeo pedirá pruebas PCR a los viajeros que lleguen desde nuestro país, en un gesto casi simbólico de que España está ahora recogiendo el testigo como país más damnificado por la pandemia. Hace pocos días, ya nos colgábamos el trofeo de ser el país de la Unión Europea con más contagios.
De momento, la restricción solo se aplicará en la región de Emilia Romaña, donde los viajeros que aterricen desde España, Grecia y Malta –competidores turísticos del Mediterráneo con Italia– deberán someterse a una prueba de Covid-19. El presidente del consejo regional, Stefano Bonaccini, confirmó en un comunicado que el test deberá realizarse a 24 horas de su llegada.
El país que sufrió el primer gran golpe en Europa es el ahora preocupado por el aumento de casos de Covid-19 en nuestro país, sobre todo por los posibles infectados importados, según varios medios italianos. Este no es el único país que ha impuesto vetos contra España, puesto que es el último de casi toda la lista del espacio Schengen.
Los vetos de España no cesan, puesto que cada vez es más complicado encontrar un país europeo que no restringa el turismo hacia nuestras fronteras. Un golpe mortal para un estado cuyo PIB depende en un 12% del turismo y que el año pasadó recibió 83 millones de visitas. La situación es tan crítica que siete de cada diez empleados de la hostelería temen el paro próximamente.
El protocolo italiano
Italia ha aplicado un modelo que funcionó muy bien en la región del Veneto, puesto que imponen cuarentena en un edificio, centro de trabajo o barrio cuando se detecta un positivo. Según avanzó La Vanguardia, el gobierno facilita pruebas a todo el mundo y no se permite que los negativos salgan hasta que no hayan dado negativos en dos pruebas de Covid-19. Además, hay un rastreador por cada 10.000 contagios.
De hecho, los contagiados que se salten el confinamiento estarían expuestos a sanciones de hasta 1.000 euros o incluso el ngreso en la cárcel. El Gobierno también vigila muy de cerca las reuniones sociales extensas y las fiestas en la calle, así como las típicas recomendaciones de mantener las distancias, usar la mascarilla y lavarse las manos.
El otrora epicentro de la Covid-19 sigue siendo el país europeo más castigado en número de muertes como consecuencia del acumulado durante toda la pandemia, pese a que lleva meses con el virus bajo control. El país ha registrado a 12 de agosto un total de 251.713 casos de Covid-19 –13.791 de los cuales activos– contagiados desde el inicio del brote, 35.225 muertos y 202.697 recuperados.
Crisis sin precedentes
El cerrojazo de Italia clava la enésima estacada a España. Los viajes en avión en nuestro país cayeron un 91% respecto al mismo mes del año anterior. Dicho de otro modo, solo 4 millones de personas usaron este medio de transporte en junio de 2019, frente a las 359 mil pasajeros que lo hicieron en 2019.
Los desplazamientos interinsulares en avión bajaron un 69,6% y la conexión entre las islas y la península cayó con un 91,8% de viajeros menos que el mismo periodo del año. Respecto a la península, los vuelos se hundieron a un 2,9% de los que hubo en junio del año pasado.