Israel vuelve al confinamiento generalizado por Covid-19
Israel inicia este viernes un encierro total de tres semanas coincidiendo con la celebración del Año Nuevo judío
Israel ha reconocido que puso fin al primer confinamiento generalizado por coronavirus muy pronto. Ahora, sus ciudadanos, que después de dos meses de encierro empezaron a salir desde el mes de mayo, deben volver a confinarse. La medida se activará este viernes por la tarde, coincidiendo con la celebración del Año Nuevo judío, fecha en la que tradicionalmente se visita a los familiares y se celebran congregaciones religiosas.
Durante esta última semana el cómputo de casos nuevos de Covid-19 ha superado los 5.000 diarios, incluso rebasando los 6.000 este pasado jueves, un nuevo récord para el país de más de 9 millones de habitantes. De hecho, el país tuvo que cerrar todos los colegios este jueves, en vísperas del confinamiento. El presidente estatal Reuven Rivlin ha tenido que pedir disculpas a los ciudadanos por el descontrol de la pandemia.
«Puede que no tengamos otra tercera oportunidad», ha manifestado Rivlin en su mensaje de Año Nuevo judío transmitido este jueves. Desde este viernes y durante las próximas tres semanas la mayoría de negocios tendrán que cerrar y se limitarán estrictamente las reuniones sociales, teniendo orden los ciudadanos de quedarse en casa. Pero la crisis económica que ya sufre la población ha llevado a la indignación por las restricciones.
“Me opongo firmemente al confinamiento. Siento que esto es un error del gobierno por el que voté, y creo que esta decisión destruye nuestras libertades y nuestra economía”, dijo un residente de Jerusalén en declaraciones recogidas por la agencia Reuters. Pero el primer ministro Benjamin Netanyahu ha avisado de que «no dudaré en añadir más restricciones si es necesario» y ha defendido que el confinamiento es urgente.
Israel alcanza los 175.000 casos de Covid-19
Las nuevas medidas obligan a los israelís a no alejarse más de un kilómetro de sus casas, con excepciones como la compra o el traslado al trabajo de empleados de sectores que seguirán en activo aunque también con limitaciones. Las sinagogas tendrán que velar por el distanciamiento social y los límites de aforo, previendo así las aglomeraciones durante el Día de la Expiación, que se celebra el próximo 27 de septiembre.
Los expertos sanitarios consideran que la apertura del sistema educativo de forma presencial, este pasado 1 de septiembre, es la principal causa del disparo de los contagios en el país. Por ello, las autoridades sanitarias se han adelantado al confinamiento y han anticipado la clausura de las aulas este pasado jueves. No obstante, las mismas autoridades no prevén una reducción drástica de contagios en las próximas semanas.
Israel fue uno de los primeros países en imponer el confinamiento durante la primavera. En aquel entonces las restricciones eran todavía más duras; por ejemplo, los ciudadanos no podían alejarse más de 100 metros de sus casas. Desde el inicio de la pandemia ha registrado más de 175.000 casos del virus y poco menos de 1.200 fallecimientos. Actualmente tiene más de 45.000 casos activos y 550 pacientes graves ingresados.
El primer confinamiento logró que la media de contagios cayera a en torno a una docena al día en mayo. La economía abrió rápida y abruptamente tras este avance, y el país invistió a un nuevo gobierno, cuyas medidas desde entonces han sido ignoradas o anunciadas pero no puestas realmente en marcha. Las tensiones internas de los dirigentes ejecutivos han sido notorias y públicas sobre cómo gestionar la crisis sanitaria.
Las críticas al gobierno han crecido al mismo ritmo que la segunda ola. La crisis económica causada por el primer confinamiento elevó la tasa de paro por encima del 20%. Netanyahu, actualmente investigado por corrupción, ha tenido que lidiar con protestas frente a su casa durante varias semanas. El nuevo confinamiento ha disparado más manifestaciones, incluidos médicos y personal sanitario que consideran que no será realmente efectivo.