Isabel Díaz Ayuso descarta llegar a La Moncloa
La presidenta eclipsó este sábado la Convención del PP en Valencia. Se baja de la carrera, si algún día estuvo, para llegar a La Moncloa. "Era necesario", contestan en el partido.
Isabel Díaz Ayuso descarta llegar a La Moncloa. Ha sido el anuncio. La Convención Nacional del PP y lo que esperaban desde hace días en Génova. La presidenta de la Comunidad de Madrid se quedará en Madrid. Tan fácil como eso. Pero hasta que no saliera de su boca, el entorno de Pablo Casado no se quedaba tranquilo y mantenía la guardia alta.
El momento no fue el acertado, eclipsando la puesta de largo de Pablo Casado en la Convención Nacional y en Valencia, pero ese momento tenía que llegar. «Era necesario», contestan en el partido.
Fuentes del PP desvelan que, incluso, este anuncio podría haberse pactado entre Ayuso y Casado para que la presidenta no enturbie el discurso principal, y la fiesta grande, que este domingo celebra la formación en la Plaza de Toros de Valencia.
Sin duda, este sábado la Convención Nacional del Partido Popular se llamó Isabel Díaz Ayuso. Comenzó a las diez de la mañana pero no como estaba previsto. La inauguración corría a cargo de la presidenta de Nuevas Generaciones, Bea Fanjul, el presidente del PP valenciano, Vicente Mompó y del secretario general, Teodoro García Egea.
El partido dio su espacio correspondiente al futuro, con el discurso de NNGG, y proyección al de casa, Mompó, ya que el acto se celebró en el Auditorio de las Artes y las Ciencias de Valencia. Pero García Egea no apareció a esa hora. Desde el equipo de la presidenta de la Comunidad de Madrid anunciaron que Ayuso llegaría «sobre las 12:30 horas» y así fue.
Como si de una estrella de rock se tratara, Ayuso intentó abrirse paso para llegar al auditorio frente a la nube de periodistas, curiosos y cargos orgánicos de varias federaciones que se quedaron sin entrar por falta de espacio en el auditorio/mala organización. «¡Presidenta, presidenta!», le gritaron a la entrada con aplausos. Aquello parecía una puesta de largo, pero no de Pablo Casado. Ella se dio cuenta.
En política nada es casualidad y si la presidenta pretendía saltarse el discurso del ‘número dos’ de Casado, Teodoro García Egea, no lo consiguió. Aquí salió la ‘guerra de egos’ de la que tanto habla estos días la vicepresidenta Yolanda Díaz sobre Unidas Podemos. En el PP también hay egos. Por supuesto. Y la conexión entre Ayuso y Egea no es la mejor. De ahí que el murciano retrasase su ‘speech’ para que la madrileña no se lo perdiera.
Salió Teodoro al escenario y sonó a todo volumen ‘The final Countdown’. La cuenta final hacia Moncloa o su propia cuenta final, según algunos críticos que no miran con buenos ojos su posición de ‘número dos’. Su discurso estuvo acompañado por un gráfico, donde expuso todo el camino que ha recorrido el partido tras la «injusta moción de censura» que descabalgó a los populares del poder.
Para García Egea nada es suficiente y ya proyecta a Casado más allá de La Moncloa, «hasta el infinito», como Toy Story, acompañado de un gráfico cuya curva a poco se sale de la pantalla. «No podemos conformarnos con eso, necesitamos 176 diputados«, gritó. Fue la consigna de aliento a los suyos que más tarde repetirían varios cargos del partido sobre el escenario.
Pero la cosa no quedó ahí y tras mencionar que «a Sánchez se le puede ganar, se le podía ganar y se le va a ganar» se mostró en el pantallón del auditorio la cara de Ayuso. Ella muy sorprendida se levantó y todo fueron aplausos. Touché.
La madrileña habló justo después, con motivo de una conferencia con todos los líderes autonómicos que gobiernan. Y fue ahí donde dejó claras sus intenciones: «Te quiero decir, Pablo, que tengo meridianamente claro dónde está mi sitio. Sé que mi sitio es Madrid y que daré lo mejor para Madrid, porque Madrid es España y porque necesitamos que tú llegues a ser presidente del Gobierno».
«Hace 16 años Pablo Casado dio un paso al frente para presidir Nuevas Generaciones (NNGG). Un tiempo después lo hizo con la portavocía nacional, y con brillantez. Y después dio un paso adelante para renovar el PP y confié en él. Después me dio la mayor oportunidad política de toda mi vida, que es presidir la Comunidad de Madrid», continuó Ayuso con clara intención de enterrar el ‘hacha de guerra’.
Pero, sin duda, uno de los momentos del cónclave lo protagonizó el presidente de Murcia, Fernando López Miras, agregando «yo también te quiero presidente», en su turno de exposición.
Varios barones del partido mostraron en privado sus discrepancias asegurando que «no era el momento» para que Ayuso acaparase el protagonismo de la Convención. «Cada uno tiene su afán de protagonismo», señala un presidente autonómico.
Eso sí, el asunto quedó ahí y ningún líder territorial se atrevió a comentar nada en la comida que mantuvieron después con Casado y García Egea. Como curiosidad, a todos les sirvieron un plato llamado «Olé mis huevos».
Muchos ríos de tinta han corrido sobre las intenciones de Ayuso o las de su ‘gurú áulico’, Miguel Ángel Rodríguez, y sobre disputarle el trono a Casado. El líder del PP peca de inseguridades pero respecto a su amiga no, aunque su entorno más cercano no lo tenía claro. Querían ver hechos y los quisieron ver mucho antes. Pero con esto, buena parte de la cúpula se relaja. Este domingo es el discurso de Pablo Casado en la Plaza de Toros de Valencia y nada ni nadie lo puede empañar.
El partido necesita mostrarse como alternativa, silenciar el ruido interno y plasmar las propuestas de un amplio abanico de sectores de la sociedad civil para ensanchar las bases. Lo hizo Pedro Sánchez. Lo hará Pablo Casado.
Las encuestas comienzan a sonreírles tímidamente. Casado necesita liderazgo no sombras y, en este momento, la única se llamaba Isabel Díaz Ayuso. Ya no se escucha a Feijóo ni a su mayoría absoluta, solo el «necesitamos llegar».
Ahora mismo al frente del Partido Popular solo está Casado y todavía tiene que encontrar su espacio y decidir qué quiere hacer cuando sea mayor. Está en ello y sus padres políticos ya han dicho: «Por favor, déjenle». Ayuso se quedará en Madrid. Pablo Casado tiene vía libre y el apoyo de todos sus barones. En otoño de 2022 presentará su proyecto.