Ir al cine en Barcelona cuesta un 150% más respecto a Zaragoza
Las diferencias en la entrada de cine puede ser abismales. Mientras que en la capital catalana hay cines que cobran 10€, en Zaragoza se puede ver una película por 3,90€.
Es la ley del libre mercado, pero las grandes cadenas de cines aplican sus tarifas y producen grandes diferencias en los precios de las entradas entre las ciudades españolas.
Barcelona tiene el dudoso privilegio de tener el cine más caro de España: el Cinesa Diagonal Mar, que el fin de semana cobra 10 €, y en otras sucursales de esta empresa, como Cinesa Herón City y Cinesa Diagonal de Barcelona, o el Cinesa Príncipe Pío, la entrada cuesta 9,90 €.
Estos precios no está muy lejos del promedio de las cinco ciudades más caras para un fin de semana, que son Barcelona (9,38 €), Guadalajara (8,90€), Madrid (8,61 €), Oviedo (8,55 €) y A Coruña (8,50 €).
Dónde es más barato
En tanto, los cines más económicos se encuentran en Melilla (5,00 €), Granada (5,50 €), Huelva (5,75€), Almería (6 €), Cádiz y Segovia (6,25 € cada una). Ahora bien, por salas, el premio a la más barata es el Yelmo Cines Plaza Imperial de Zaragoza, que ofrece un pase por 3,90 € el fin de semana. Pero si se toman los días laborales, el Cinestudio D’Or de Valencia rebaja a 3,50 € la entrada.
Otros cines rendidores para el bolsillo los fin de semana son el citado Cinestudio D’Or de Valencia (a 4,50 €), Los Ángeles de Santander (4,80 €), y las salas Multicines Al-Andalus (Cádiz), Cinema Serrallo (Granada), UCC La Rosaleda (Málaga), UCC Los Arcos (Sevilla), Cine Teatro Perelló (Melilla) y Parquesol Plaza (Valladolid), todos ellos con la entrada a 5 euros.
Por una tarifa plana
Esta comparativa surge de un estudio de Facua entre 142 salas, realizado en febrero, donde se revela que, en el arco de precios tan distante, el precio promedio de una entrada se ubica en los 7,27 €.
Esta organización de defensa del consumidor reclama que las salas tengan una tarifa plana que permita una mayor afluencia del público, que con estos precios cada vez más eligen ver películas por plataformas como Netflix o Movistar , o recurrir a las prácticas ilegales de descargar películas o verlas on line por webs clandestinas.
Alternativas para pagar menos
Casi todas las grandes cadenas tienen diversas alternativas para fidelizar clientes, como la Tarjeta Movie Yelmo, la CinesaCard, o la Tarjeta 5 de Cinesur. Estas ofertas tienen sus trucos: o bien sirven para las funciones de antes de las 19.00, o los días laborales, o tiene una vigencia de 10 a 15 días. Con estas promociones, los espectadores pueden tener desde 2 a 4 euros de descuento en las entradas. También se ofrecen tarifas especiales para grupos numerosos.
Casi todas las salas tienen el Día del Espectador, donde el precio promedio de las salas analizadas baja a 4,95 €. Aquí también se producen grandes distorsiones, como el 158,6% de diferencia que hay entre los Multicines Monopol de Las Palmas (2,90 €) y el Cinesa Diagonal Mar 3D de Barcelona (7,50 €).
Las palomitas, tan caras como la entrada
El estudio de Facua revela que las sesiones de madrugada van pasando al olvido, ya que el 69% de las salas no las ofrecen. Y en cuanto al cine 3D, cuyas proyecciones son más caras u obligan a alquilar unas gafas especiales, la ciudad más cara es Palma de Mallorca, donde ver este cine tridimensional cuesta 10,22 € de promedio.
Esta organización recuerda que sí se puede ver una película con alimentos o bebidas compradas fuera del bar del cine, lo que mucha salas prohíben en forma ilegal. Claro, en el cine un refresco con un paquete de palomitas puede costar desde 6 a 8,95 €, mientras que en cualquier tienda una lata de Coca Cola y un paquete de snacks pueden salir unos 2,5 €.