Indultar a los líderes independentistas, el último desafío del Gobierno al Rey
Felipe VI tendrá que firmar la medida de gracia a favor de los presos del procés. Sánchez ya vetó un viaje del rey a Cataluña y también frenó su mediación con Marruecos
Pedro Sánchez cumplirá, en apenas unas semanas, tres años en Moncloa. En ese tiempo, su relación con Zarzuela, a pesar de insistir en la «buena interlocución» existente, se ha ido tensando por algunas de las decisiones adoptadas por el Gobierno. Ahora, los indultos a los presos del ‘procés’ suponen un nuevo desafío de Sánchez a Felipe VI.
No serán unas firmas más. Felipe VI, como rey de España, deberá rubricar, si finalmente se aprueba, la medida de gracia a los líderes independentistas. El Rey, que se mostró contundente contra el desafío soberanista tras el referéndum ilegal de 2017, cumplirá con esa atribución constitucional.
Desde Zarzuela han eludido comentar esta circuntancia y se remiten al artículo 62 de la Carta Magna, que recoge esta función del monarca. La firma del Rey en esos indultos, no obstante, ya ha sido objeto de debate político y el PP ha criticado duramente a Pedro Sánchez por poner al monarca en esa situación.
Pese al silencio de la Casa Real, lo cierto es que llueve sobre mojado y no es la primera vez que el presidente del Gobierno deja a Felipe VI en una situación incómoda con la política de Cataluña como telón de fondo.
El pasado mes de septiembre y antes de viajar a Bruselas a una cumbre europea, Pedro Sánchez contactó con Zarzuela para bloquear la presencia de Felipe VI en el acto de entrega de despachos a la nueva promoción de jueces que iba a celebrarse, días después, en Barcelona.
Desde Casa Real ya habían confirmado al CGPJ, organizador del evento, la presencia del monarca, que asiste de forma anual a esta entrega de despachos. Zarzuela, sin embargo, se vio obligada a enviar una comunicación posterior en la que informó de la ausencia de Felipe VI.
Todas las miradas se dirigieron entonces al Gobierno, y los diferentes representantes del Ejecutivo confirmaron las sospechas: Moncloa había sido quien había vetado al Rey en Barcelona.
El ambiente de «tensión» que se vivía en Cataluña por la inminente inhabilación del entonces president, Quim Torra, fue el argumento empleado por los diferentes ministros, y también por el hoy titular de Política Territorial, Miquel Iceta, para justificar la decisión de Sánchez.
Frenazo a la mediación con Marruecos
Hace apenas unos días, el presidente del Gobierno volvió a frenar a Felipe VI. En plena crisis diplomática con Marruecos por la llegada masiva de inmigrantes a Ceuta, Sánchez desechó la mediación del Rey en el conflicto. Cabe recordar, en ese sentido, la buena relación existente entre Felipe VI y el monarca alauí, Mohamed VI.
Casa Real, incluso, llegó a trasladar a Moncloa su disposición a ayudar, pero el jefe del Ejecutivo, que llegó a contactar con Felipe VI en esos días de máxima presión migratoria, no dio el paso que algunos ministros reclamaban.
Desde el gabinete de presidencia se defendió en todo momento que la crisis con Marruecos era un «problema político» que debía resolverse entre los gobiernos, sin la intervención de las casas reales. Un argumento que no todos los integrantes del Ejecutivo comprendieron.
De la visita a Rabat a la marcha de Juan Carlos I
Marruecos, casualmente, ya fue, hace casi tres años, el primer motivo de desencuentro entre Felipe VI y Pedro Sánchez después de que éste llegara a La Moncloa. La decisión del jefe del Ejecutivo de no comenzar su agenda internacional con una visita al reino alauí, como hicieron todos sus antecesores, ya causó sorpresa y malestar en Zarzuela.
Meses después, y aprovechando precisamente su visita a Marruecos, Sánchez se adelantó a la Casa Real y anunció un viaje de los reyes al país vecino a comienzos de 2019. Un anuncio considerado en su momento «precipitado» por parte de Zarzuela, que aún ultimaba detalles de esa visita.
En todo caso, el del viaje de los reyes a Marruecos no es el anuncio de Sánchez que más críticas ha recibido por parte del entorno de la Casa del Rey. En Zarzuela sorprendió, para mal, la decisión del jefe del Ejecutivo de notificar a Felipe VI la composición de su nuevo Gobierno, en enero de 2020, a través de una llamada telefónica. Un hecho sin precedentes.
La interlocución pareció mejorar el pasado verano, cuando Moncloa y Zarzuela diseñaron la salida de Juan Carlos I de España.
Según fuentes del Gobierno consultadas por Economía Digital, los contactos entre el gabinete de presidencia de Pedro Sánchez, dirigido por Iván Redondo, y el jefe de la jefe de la Casa Real, Jaime Alfonsín, fueron constantes en las semanas previas al vuelo del rey emérito rumbo a Abu Dabi.
Esa interlocución, afirman, se mantiene. Entre otras cosas, para tratar de sacar adelante una ley que limite la inviolabilidad de la Corona. Un proyecto anunciado por Sánchez en diciembre que sigue sin poner de acuerdo al Gobierno y a Zarzuela.
Mientras tanto, las críticas y los ataques de Podemos y los socios de investidura a Felipe VI y a la Corona se multiplican, ante la falta de respuesta por parte de Moncloa.