El independentismo se opone a que TV3 pueda evitar que se emitan los «puta España» en antena
ERC, Junts y la CUP votaron en contra de una propuesta de resolución que pedía "observancia rigurosa" al Libro de Estilo frente a insultos consentidos en clave humorística
Los exabruptos de TV3 en antena son una constante. Los independentistas catalanes de ERC, Junts y la CUP rechazan que la Corporcació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA), el ente que agrupa a TV3 y Catalunya Ràdio, fiscalice los contenidos con «observancia rigurosa al Libro de Estilo» para evitar expresiones insultantes tanto en programas propios como externalizados.
Los tres partidos favorables a la independencia votaron en contra de rechazar este tipo de exabruptos por televisión. La propuesta de resolución, presentada por el PSC en la Comisión de Control de la CCMA, pedía el cumplimiento del libro de estilo en esta cuestión, y también que se adoptaran mecanismos para «desmarcarse» de estos comportamientos en caso de producirse.
«El insulto o expresiones ofensivas son manifestaciones incompatibles con la misión de servicio público y los valores que debe transmitir la televisión pública de Cataluña, que debe contribuir a favorecer la cohesión social y está obligada a rectificar y desmarcarse cuando se produce una situación que compromete la imparcialidad y la imagen de la cadena», recoge el texto.
La propuesta también recogía algunos casos donde programas emitidos por la televisión pública profirieron expresiones que se han cuestionado en más de una ocasión. Por ejemplo, en el programa de BricoHeroes emitido en antena el pasado 5 de julio, donde el humorista y copresentador Jair Domínguez dijo «puta España» de forma «totalmente gratuita».
Un humor sin límites y siempre de parte
El texto insiste en que este programa es de «entretenimiento y divulgación en clave de humor» basándose en tópicos referentes al bricolaje, y no de «sátira política», lo que no da lugar a que este programa se hagan ciertos comentarios, siempre contra los detractores de la secesión.
La portavoz del PSC en la Comisión de Control, Beatriz Silva, hizo referencia a las consecuencias que tiene «tolerar y dar alas bajo la excusa del humor y la sátira a conductas que han acabado en un gag que si bien no ha llegado a emitirse ha circulado en redes sociales y ha sido colgado en medios de comunicación. Esto revela la importancia de que se pongan ciertos límites».
La parlamentaria socialista hablaba del polémico gag donde Jair Domínguez y Peyu hablaron en BricoHeroes de que les gustaría recibir una felación de la reina Letizia, y también de su hija Leonor, que es menor de edad. El programa no llegó a emitirse en TV3, pero terminó por filtrarse a las redes sociales y también a algunos medios de comunicación.
El independentismo insiste en la «provocación» del humor
Una visión que no compartieron los tres grupos independentistas. El diputado de la CUP, Xavier Pellicer, aseguró que el control sobre ciertas conductas corría el riesgo de acabar derivando en una «inquisición contra la creación»: «Siempre que se actúa en este sentido se acaba defendiendo la norma, lo que se entiende como normal y normativo».
El diputado de Junts, Josep Riera, insistió en que se trataba de un programa de «humor», cuya característica tiene que ver con la «provocación». Una postura parecida tuvo la parlamentaria de ERC, Raquel Sans, que entró a debatir sobre cuáles eran los límites del humor y comparó estas situaciones de TV3 con chistes de Lepe o sobre si los catalanes son agarrados.
La votación no tiró adelante gracias al voto en contra de los tres partidos independentistas. El PSC, los Comuns, Cs y PP votaron a favor –aunque los morados se abstuvieron en un punto del texto– mientras que Vox se decantó por la abstención sobre el conjunto del redactado.
Desde la dirección de la cadena se han justificado en más de una ocasión los «puta España» de TV3. El director de TV3 insistió en la clave humorística de expresiones como «puta España» más allá de si le podían parecer mal e insistía en que este tipo de exabruptos no debían «sacarse de contexto».