Illa consigue una victoria insuficiente
Para presidir la Generalitat, Illa necesita dos cosas: ganar en escaños y que el bloque independentista no alcance la mayoría absoluta.
El PSC consigue una victoria insuficiente en Cataluña. 18 años después de que lo hiciera por última vez Pasqual Maragall, los socialistas consiguen imponerse por la misma en votos y obtienen 33 escaños, un resultado insuficiente que necesitaría de las fuerzas independentistas para gobernar. El bloque independentista suma 74 diputados, seis más que la mayoría absoluta, por lo que es el republicano Pere Aragonès quien tiene ahora más opciones de llegar a la presidencia.
«La victoria clarísima en votos tiene para mi un significado: pasar página, reencontrarnos», señaló Illa en un mensaje triunfal ante los suyos. «Es un primer paso en el cambio, pero vendrán más. No hay más solución que el reencuentro», continuó.
Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) consigue la segunda posición con los mismos escaños (33), seguido de Junts (32) y Vox (11), que se sitúa como cuarta fuerza. El separatismo suma mayoría y eso puede resultar un problema para los socialistas, tras el pacto al que se han suscrito estos partidos para vetar al PSC.
Illa ya ha advertido que se presentará a la investidura. Los socialistas están convencidos que, tras la gran operación de Moncloa con el ‘efecto Illa’, Redondo volverá a sacar otro conejo de la chistera. Se muestran convencidos y todas las fuentes sostienen: «Lo vamos a intentar».
Sin duda, la opción deseada para los socialistas era la de apoyar desde fuera un gobierno de ERC y Los Comunes. No se esperaban la fuerza de Junts que termina como tercera fuerza, favorecido por la alta abstención y la habitual movilización de los suyos, entre otros factores.
Los republicanos también se presentarán
«Desde ahora mismo intentaré buscar un acuerdo de todas la fuerzas para formar una mayoría para mi investidura», aseguró el candidato de ERC, Pere Aragonès. «Hemos frenado una operación de Estado que quería echar al independentismo», celebró remarcando que «el resultado es inapelable, al Parlament hay una clara mayoría de diputados independentistas y una clara mayoría de diputados de izquierdas».
Por eso, se mostró convencido de que encontrará «una mayoría a favor de la amnistía para los presos y los exiliados y para un referéndum de autodeterminación». Sobre esta cuestión, el líder republicano se dirigió durante su intervención a Pedro Sánchez, para volver a reclamarle una «solución del conflicto» por la vía del diálogo. «Es hora sentarnos y negociar una amnistía y un referéndum», dijo porque «el independentismo ha superado por primera vez el 50% de los votos y eso significa que inicia una nueva etapa».
Y es aquí dónde podría estar la clave de la negociación a la hora de quién gobierne Cataluña. Los socialistas siguen manteniendo que «no vamos a ceder ante ningún chantaje». Pero el mensaje público realizado por los republicanos es el primer ‘golpe de efecto’ para sentarse a negociar. De hecho, el independentismo ha obtenido este domingo su mejor resultado en la historia desde el inicio del procés en 2012 y son conscientes de ello.
Con cuatro asientos más de los que tenía la legislatura anterior y habiendo superado el 50% del voto, el bloque independentista ha demostrado que se mantiene fuerte y con capacidad de aguantar la mayoría parlamentaria y el Govern. Desde ERC aseguran que su estrategia en Madrid no variará y la duda es qué papel jugará el PSC y si estará dispuesto a permitir que Aragonès sea investido para evitar una repetición electoral que incluso antes de votar nadie se atreve a descartar.