Iglesias y Ribera se enfrentan a Planas por la caza del lobo
Los ganaderos han enviado una carta al presidente del Gobierno para que sea consciente del problema. Ribera ha convocado a las comunidades afectadas este lunes
La decisión de incluir al lobo ibérico dentro del Listado de Especies de Protección Especial (Lespre) en España ha desatado una verdadera tormenta dentro del Gobierno y en algunas comunidades autónomas como Asturias, Castilla y León, Galicia y Cantabria.
La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, se ha encontrado a un aliado inesperado, Pablo Iglesias, y a un enemigo predecible, respecto a este asunto, como es el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.
La Comisión Estatal de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, donde figura el Ministerio de Transición Ecológica -liderado por Teresa Ribera- y las comunidades autónomas llegaron a este acuerdo que abre el camino para la prohibición de la caza del lobo para su control y regulación de la especie. Un acuerdo que no han tenido en cuenta las precisiones técnicas que hizo el Ministerio de Planas, según las fuentes consultadas y que afectan de lleno a la ganadería española.
La versión de los ganaderos (Planas)
El malestar del ministro de Agricultura, Luis Planas, fue palpable al destacar a Ribera que se han olvidado de los ganaderos. España ha pasado de 300 a 3.000 lobos de los años 60 a la actualidad, según los datos aportados por las asociaciones de ganaderos. El lobo mata cada campaña a más de 15.000 reses declaradas o no declaradas, porque «algunas ni compensa declararlas», señalan desde las asociaciones.
El problema de no mantener controlada a la población de lobos es que los ganaderos apenas pueden vivir de tener ganado y las pérdidas son cuantiosas. Pero también cabe resaltar que no todas las asociaciones y todos los ganaderos buscan la caza del lobo, sino que también habría soluciones intermedias como buscarles unos espacios protegidos y controlados para que tanto la especie como la ganadería puedan subsistir en armonía.
«Yo no estoy de acuerdo y como ministro de Agricultura, yo estoy del lado de los ganaderos, y están preocupados«, contestó Planas a la ministra Ribera en un acto. «Respeto esa decisión, pero a nivel técnico, durante la elaboración del plan de gestión para el lobo, el Ministerio de Agricultura indicó hasta en dos ocasiones que la protección actual nos parecía suficiente«, continuó Planas.
El ministro de Agricultura apuesta por elevar la «reparación» a los ganaderos cuando se produzcan ataques e incluir en la próxima Política Agrícola Común (PAC) un pago adicional por este riesgo y que el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (Feader) permita «financiar estructuras y animales que sirvan para proteger el ganado».
«Hay que buscar un equilibrio entre mantener la biodiversidad y, al mismo tiempo, proteger los intereses del sector de la ganadería extensiva», recalcó Planas.
Los ganaderos en pie de guerra
El ministro Planas ya explicó en público que su compañera, la ministra Ribera, no ha contado con la opinión de su Ministerio ni con la de los ganaderos, que se encuentran en pie de guerra tras el acuerdo.
Las tres principales organizaciones agrarias (Asaja, COAG y UPA) se reunieron esta semana para cargar contra Ribera acusándola de actuar con «sectarismo ideológico», bajo «la idiotez humana», con un «oportunismo político» o «postureo de escaparate».
Los responsables de Asaja, Pedro Barato; COAG, Miguel Blanco; y UPA, Lorenzo Ramos, solicitan interlocución con la ministra Ribera tras enviar una carta esta semana al presidente del Gobierno.
El presidente de Asaja lamenta que la ministra «sólo se deja aconsejar» por los movimientos ecologistas «más radicales», de tal forma que adopta decisiones «muy arbitrarias, sin analizar las consecuencias».
Para Blanco, la «mayor amenaza» para el lobo «es la ministra Teresa Ribera, su secretario de Estado de Medio Ambiente y los grupos ultras que pululan alrededor de este Ministerio». Ramos, por su parte, recalca que los ganaderos se sienten «despreciados» por esta decisión y ha lamentado que no se les haya tenido en cuenta «para nada».
La versión de Ribera y de Podemos
Las presiones por parte del sector ganadero están siendo tales que la Vicepresidenta Cuarta ha citado a las regiones afectadas por este acuerdo para buscar una solución conjunta.
Desde el Ministerio de Ribera explican a Economía Digital que la ministra Ribera se reunirá con los consejeros de Galicia, Castilla y León, Asturias y Cantabria para buscar un acuerdo que facilite la convivencia, tanto de la especia, como de los ganaderos.
Fuentes del Ministerio desvelan que Ribera ha llamado por teléfono a la consejera gallega de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, Ángeles Vázquez; al consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial del Principado de Asturias, Alejandro Calvo; al consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, Guillermo Blanco; y al consejero de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, para citarles este lunes en su Ministerio y poder hablar sobre el tema.
Unidas Podemos defiende la postura de la ministra Ribera frente a las «agresivas» declaraciones de Planas, según comentan. El diputado de Podemos, Juan López de Uralde, asegura de Planas que es «un ministro antiecologista» que se opone «siempre» a «cualquier medida en cualquier ámbito que vaya en defensa del medio ambiente» y que limite las conveniencias de la agricultura.
«Creemos que el Ministerio de Agricultura tendría que ser más leal a las políticas del Gobierno, más aún cuando tras esta medida hay un dictamen científico. Pido a Planas una rectificación», señaló Uralde. Así, ha recordado que han sido las organizaciones ecologistas las que han buscado vías para favorecer la coexistencia de la especie con la ganadería extensiva.
«Lobo y ganadería extensiva van de la mano y las ONG nunca han puesto impedimentos al apoyo a esta ganadería, todo lo contrario, las acciones más relevantes (en esa materia) han venido de los sectores ecologistas», insisten desde Podemos.