Iglesias se vuelve a colar en la agenda de Exteriores: hablará en un acto junto al Rey y Sánchez

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, se vuelve a colar en la agenda de Exteriores. El líder de Podemos ya aprovechó un viaje con el monarca a Bolivia para mantener su agenda propia. Ahora, Iglesias lo vuelve a hacer con la Conferencia de Embajadores que se celebrará los días 18 y 19 de enero, tras haber sido aplazada por la ola de frío. Las jornadas serán inauguradas por el presidente del Gobierno Pedro Sánchez y las clausurará el Rey Felipe VI.

El Ministerio que preside Arancha González Laya ha cambiado el programa inicial para incluir una conferencia de Iglesias sobre la Agenda 2030 ante el cuerpo diplomático acreditado en España. Asimismo y como novedad, también figura una conferencia de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, quien ha mantenido más disputas internas con Iglesias también compartirá protagonismo en este acto.

El encuentro, según anuncian, se celebrará en la Casa de América de Madrid y reunirá a diversos embajadores, que estarán presentes tanto de forma presencial como telemática. El acto, avanzado por The Diplomat in Spain, incluye a Podemos tras dejar a los ministros morados fuera en el celebrado este miércoles y jueves ante más de 200 inversores internacionales, Spain Investors Day.

Podemos busca mantener su cuota de poder y su parcela de protagonismo para marcar terreno propio ante los socialistas en el Gobierno de coalición. Aunque esta vez la participación de Iglesias estará más controlada porque expondrá todos los proyectos en los que trabaja la Agenda 2030.

‘España frente al reto de la Agenda 2030’ es el título de la conferencia de Iglesias. Ese mismo también hablarán las vicepresidentas Nadia Calviño y Teresa Ribera, que también aportarán sendas conferencias desde sus respectivas áreas de trabajo, Economía y Transición Ecológica.

Iglesias abordará un asunto menos peliagudo que solicitar la independencia del Sáhara, algo que no ayudó a mejorar las relaciones de España con Marruecos o mantener una agenda paralela a la oficial en Bolivia, unos encuentros que siguen sin desvelarse y que causaron un profundo malestar dentro del Gobierno de coalición.