Iglesias exige a Sánchez poner a Díaz en su lugar para cerrar la crisis de Gobierno

El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, abandona la Vicepresidencia Segunda del Gobierno para hacer frente a Isabel Díaz Ayuso en las elecciones a la Comunidad de Madrid. Se abre la segunda crisis de Gobierno en el Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Iglesias ha propuesto al presidente que sea la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien ocupe su puesto, a la vez que Ione Belarra, la actual secretaria de Estado para la Agenda 2030, se ocupe de la cartera de Trabajo. Una prerrogativa que no ha contestado todavía el líder del PSOE, pues es el presidente quien decide los cambios y si ampliarlos con una amplia remodelación.

Iglesias brinda la oportunidad a Sánchez de remodelar por completo la estructura del Gobierno. Unos cambios que no se atrevió a realizar el verano pasado, aunque distintas fuentes gubernamentales apuntaron que los estaba mediando. Sobre todo, la fusión de carteras ante la crisis sobrevenida por la pandemia del Covid-19.

Sin embargo, la primera crisis de Gobierno llegó con las elecciones catalanas celebradas el pasado 14 de febrero. El ‘efecto Illa’ consistió en cambiar al secretario general del PSC, Miquel Iceta, por el ex ministro, Salvador Illa, en la carrera por el Parlament. Y salió bien, según fuentes socialistas, porque lo anticiparon y gestionaron con tiempo.

El secretario general de Podemos anunció a Sánchez su deseo de salir del Gobierno para plantar cara a Ayuso en Madrid y el presidente «ha respetado estos deseos en todo momento», señalan fuentes de Moncloa a Economía Digital.

Sin embargo y aunque solicite que sea Díaz quien ocupe su puesto, la última palabra siempre la tiene Sánchez, por lo que convocará a los suyos, todavía sin fecha, para comunicarles este cambio y si habrá más.

Iglesias asegura que es una decisión «muy meditada» y que «un militante debe estar ahí donde sea más útil» . Además, anuncia que propondrá a Más Madrid, el partido de su ex número dos, Íñigo Errejón, «una candidatura conjunta».

Asume el todavía vicepresidente que «no va a ser fácil porque hay muchas cicatrices» pero que el objetivo es «poner todo su corazón en construir una candidatura de izquierdas para impedir que la ultraderecha se apropie de las instituciones». «Madrid necesita un Gobierno de izquierdas y creo que puedo ser útil».