Iglesias concluye que Sánchez busca romper las negociaciones
Pablo Iglesias exige respeto a Pedro Sánchez en el debate de investidura: "No podemos aceptar ser un mero decorado en su Gobierno"
Desde antes de la intervención de Pablo Iglesias en el pleno de la investidura de Pedro Sánchez, en Unidas Podemos se disparó la paranoia por la estrategia del líder del PSOE durante su discurso por la mañana. El ninguneo del socialista a la formación morada, su insistencia en pedir la abstención del PP y Ciudadanos, y las propuestas recogidas en su intervención les hace pensar que se busca romper las negociaciones.
Este temor se puso de manifiesto cuando Iglesias tomó el micrófono en el Congreso de los Diputados y replicó a la intervención de Sánchez. Sus primeras palabras fueron reproches. «Disimule un poco», dijo, alterado, el líder de Podemos, criticando de entrada una de las propuestas del presidente del Gobierno en funciones: un pacto de Estado para reformar el artículo 99 de la Constitución para facilitar, precisamente, las investiduras.
Iglesias, a Sánchez: «Disimule un poco»
«Su propuesta revela algo evidente, que no querría hacer un Gobierno con nosotros y que si lo negocia es porque no le queda más remedio, disimule un poco», afirmó Iglesias, cargando contra la «estrategia de negociación» del PSOE con Podemos que este lunes haya dedicado más tiempo a reclamar la abstención de los partidos de derecha que a intentar convencer a sus posibles socios de apoyarle.
Todo esto, antes de decir a Sánchez que Podemos no aceptará ser un «mero decorado» de un Gobierno de coalición, exigiendo un poco de respeto. «Respeten a nuestros 3,7 millones de votantes y no nos propongan ser un mero decorado porque no lo podemos aceptar», exhortó Iglesias. Su semblante, como el de toda la jornada, serio como pocas otras veces, tras unas negociaciones que se han tornado en nebulosa.
Ahondando en las críticas a Sánchez, Iglesias ironizó al pedirle «por favor» que no reclame también la abstención de Vox como lo hace con la del PP y Cs. Lamentó que los socialistas solo han respondido «con excusas» a Podemos, y añadió que «si los ciudadanos votan a diferentes fuerzas políticas lo que están diciendo es que no quieren gobiernos de partido único».
«El problema cuando pide la abstención al PP y a Cs es que hay mucha gente que piensa que no desea un Gobierno de izquierdas, sino ser presidente a toda costa, y no le importa de dónde vienen las abstenciones», dijo.
Sánchez pide al menos la abstención de Podemos
En su réplica, Sánchez aseguró que no piensa pactar con PP y Cs, y dijo que su exigencia de abstención «para nada significa eso», intentando aplacar la paranoia morada. El secretario general del PSOE insistió en que solo insta a Pablo Casado y Albert Rivera a que asuman su responsabilidad y no dejen a España sin alternativa, y avisó que si no sale adelante la investidura la responsabilidad será «de los 350 diputados del Congreso».
Sánchez manifestó que apeló a «distintos pactos de Estado», no solo al aludido por Iglesias y los portavoces de las confluencias de la formación morado. «He hablado de todo aquello que nos puede unir a todas las fuerzas políticas», dijo, y añadió que él no está «negando el diálogo y el acuerdo con Unidas Podemos; al contrario». Aunque, eso sí, «el derecho a la autodeterminación es uno de los principales problemas de las negociaciones».
En fin, Sánchez no renuncia a «poder entenderme con Unidas Podemos», pero se pregunta: «Si no llegamos a un acuerdo, ¿cuál es la solución? ¿Instalar el bloqueo y convocar elecciones?». Al final de su réplica, agradeció a Iglesias por dar un paso al lado tras su insistencia en convertirse en ministro de un Gobierno de coalición, una movida con la que Podemos esperaba lubricar finalmente las complicadas negociaciones.
«Quizá usted no quiere un gobierno de coalición»
Iglesias, en su réplica, se sirvió de esa frase de Sánchez: «Si no llegamos a un acuerdo…», con la que el líder del PSOE también pidió la abstención a Podemos en caso de no conseguir la coalición. Esto dio alas a Iglesias para mantener viva la paranoia de que las negociaciones tarde o temprano se van a caer.
«Quizá usted no quiere un gobierno de coalición, porque propone un papel decorativo», afeó el secretario general de Podemos. «No diga ‘si no llegamos a un acuerdo’. Mucha gente podría colegir que usted no quiere un gobierno de coalición», dijo. Y así fue como las negociaciones, en su momento más álgido, se trasladaron al Congreso de los Diputados, en directo y en plena investidura.