Iglesias busca negociar la Ley de Vivienda con Sánchez tras fracasar con Ábalos
Socialistas y morados no consiguen llegar a un acuerdo en la segunda reunión sobre la Ley de Vivienda y se emplazan la semana que viene a seguir negociando.
El Gobierno de coalición no logra ponerse de acuerdo respecto a la Ley de Vivienda. Lo intentaron pero fracasaron. La segunda reunión entre el Ministerio de Transportes y la Vicepresidencia de Derechos Sociales no ha llegado a buen puerto. El socialista José Luis Ábalos no permite incluir la regulación de los alquileres en la norma y Pablo Iglesias busca negociar la Ley directamente con Pedro Sánchez, tras acusar al PSOE de romper el acuerdo del Gobierno de coalición.
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no se hablan desde hace dos semanas. La tensión sigue aumentando en el seno del Gobierno de coalición y Podemos no puede más. Los morados llaman «traición» a la actitud de los socialistas tras no incluir la regulación de los precios del alquiler, algo que se contempla en el acuerdo que ambas formaciones firmaron para formar el Ejecutivo de coalición.
Ábalos no cede y el ministro incumple su promesa de aprobar la Ley de Vivienda en febrero. El director general de Vivienda, David Lucas, y la secretaria de Estado para la Agenda 2030, Ione Belarra, volvieron a reunirse este miércoles por segundo día consecutivo para desencallar la negociación. Desde ambas partes confirmaron a Economía Digital que el encuentro había finalizado «sin ningún cambio».
Mientras que los morados optan por la regulación del precio del alquiler, los socialistas se decantan más por los incentivos fiscales, tal y como ha hecho Portugal. A juicio de Ábalos, con el control de precios «puede haber una detracción del mercado» en la que «muchas de esas viviendas que podrían ser destinadas al alquiler acaben en la compraventa».
La portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseguró este martes que el Ministerio de Transportes no renuncia a regular los precios de la vivienda en alquiler, sino que la discusión con Podemos está relacionada con las herramientas e instrumentos para llevarlo a cabo. «Hay que aprovechar las experiencias que tienen otros países y el objetivo que perseguimos es que no tenga efectos secundarios como la contracción de la oferta del alquiler», dijo Montero.
Desde la parte socialista se están asegurando que la norma cumpla «todas las perspectivas jurídicas». Una apreciación que surge a raíz del fallo del Tribunal Constitucional por el que tumbó parte del decreto catalán de 2019 en materia de vivienda, un movimiento que ahora desde el Gobierno se mira con atención a la hora de redactar el borrador de la futura ley estatal.
Impuesto a las viviendas vacías
Los de Iglesias también apuestan por poner en marcha medidas que fomenten la salida de viviendas vacías al mercado de alquiler y, para ello, no descartan implantar iniciativas como la creación de un impuesto o tasa a los propietarios de viviendas desocupadas.
Asimismo, también se han mostrado partidarios de que los grandes propietarios pongan el 30% de sus propiedades en «alquiler social para movilizar la vivienda vacía», según indica Belarra. En este sentido, desde Unidas Podemos también abogan por fijar la figura de gran tenedor a cinco o más viviendas (rebajando la franja pautada en el decreto antidesahucios que apunta a diez o más).
Pero el PSOE no considera que se deba transferir esa responsabilidad a los particulares, sean estos más o menos solventes. «No pensamos que los particulares tengan que resolver la política pública de vivienda, sino al que corresponda, que es al conjunto de las administraciones», apostilló Ábalos, asegurando que, cuando se plantea la prohibición de los desahucios, deben ser las administraciones «las que procuren alternativa habitacional».
«Pensamos que es mucho más positivo incentivar que penalizar, que haya estímulos para que se saquen estas viviendas al mercado del alquiler», incidió, dirigiendo esos incentivos a aquellos propietarios que ofertan su vivienda «no ya por debajo del precio de mercado, sino por debajo de los índices de referencia que el Ministerio publica», señaló Ábalos.
El ‘cara a cara’ podría darse la semana que viene
Los equipos negociadores se han emplazado a seguir negociando la semana que viene, todavía sin fecha determinada. Una reunión a la que también se podría sumar el encuentro Sánchez-Iglesias. Ambos mandatarios tienen pendiente desbloquear los conflictos que molestan a los morados y tensionan la coalición.
Es en este encuentro donde se podría desencallar la Ley de Vivienda para aprobarla en marzo y también rebajar el tono respecto a los desencuentros entre la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, sobre las leyes de Igualdad y la cercanía al 8M, entre otros asuntos.
Tanto presidente como vicepresidente saben que tienen que llegar a una solución de urgencia ante el aumento de la tensión en la coalición. Ministros socialistas ya han acudido a Sánchez en contadas ocasiones y los morados siguen aireando sus discrepancias a través de los medios y las redes sociales. La Ley de Vivienda ha sido la guinda, pero habrá más porque desde Podemos reconocen que continuarán con su política de tensionar, con tal de sacar adelante el acuerdo del Gobierno de coalición.