Iceta quiere blindarse para negociar con Susana Díaz
El líder del PSC se la juega este sábado en las primarias con Núria Parlón y se compromete, por carta, a votar 'no' a la investidura de Rajoy para encarar el futuro del PSOE
Guante blanco, pero nervios entre los cuadros medios. Miquel Iceta se la juega este sábado en las primarias con Núria Parlón, y ha decidido blindarse para poder negociar luego con Susana Díaz, que, guste o no guste en el PSC, tratará de liderar el PSOE tras la ‘decapitación’ de Pedro Sánchez.
Lo que se juega este sábado en Cataluña es de extrema importancia para el PSOE. El PSC no es una federación más. Es un partido independiente, federado al PSOE, pero que no puede prescindir de la influencia del conjunto de los socialistas en España. Eso lo sabe Miquel Iceta, actual primer secretario, consciente de que para poder negociar se debe tener fuerza. Y eso pasa por ganar las primarias con un compromiso claro y explícito, que ha plasmado en una carta a la militancia en la que se compromete a votar ‘no’ a la investidura de Mariano Rajoy «haga lo que haga el PSOE».
Díaz, al frente del PSOE
Delante tendrá este sábado a Núria Parlón, la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, que representa una generación más joven, con ánimo de cambiar la organización, y de conectar con las clases urbanas que se han decantado en los últimos meses por Podemos en las elecciones generales, o por Catalunya sí que es pot, en Cataluña. Parlón también apuesta por ese ‘no’ rotundo a Rajoy, pero el conjunto de los militantes del PSC debe decidir sobre quién tendrá más capacidad para negociar con la futura dirección del PSOE, que, nadie lo duda, tendrá una aspirante desbocada: Susana Díaz.
El PSC se dirime sobre esa posibilidad. Este sábado se votan primarias para elegir el futuro del partido en Cataluña, pero nadie deja de lado que también se elige al interlocutor que deberá plantarse ante el PSOE: o bien para establecer un plan conjunto, o para defender una posición dura en función de cuál sea el rumbo.
A corto plazo se trata de defender ese ‘no’ en la investidura de Rajoy, pese a la decisión que pueda tomar la gestora del PSOE, que preside el asturiano Javier Fernández, o pese al voto que se adopte en el comité federal. Iceta reitera en las últimas horas que la abstención del PSOE «dejará al partido en tierra de nadie», y que le invalidará para ejercer la oposición. Y la salida sólo podría pasar por una abstención parcial, por la abstención de 11 diputados que permitiera el arranque de la legislatura, y, por tanto, que se impidieran unas terceras elecciones que nadie quiere.
El protocolo con el PSOE
Las posiciones entre Iceta y Parlón son diferentes. Y eso lo tendrán en cuenta sus militantes. Iceta entiende que el PSC no puede prescindir del PSOE, y que se deberá evitar la ruptura de relaciones, del protocolo establecido en 1978. Parlón desea revisarlo y plantear abiertamente la recuperación del grupo parlamentario propio que tuvo el PSC en la transición. «Es un hecho innegable que el socialismo español se encuentra en una situación delicada. Y no sería positivo ni para el PSC ni para el PSOE romper su relación federal. Añadiría nuevos problemas sin resolver ninguno. Al contrario, hemos de contribuir a resolver la difícil situación creada, desde la coherencia política», asegura.
Lo que plantea Iceta es «ser fuerte», pero dentro de un marco de actuación con el PSOE, con la necesidad de presionar todo lo necesario para llevar al PSOE a las posiciones del PSC. Pero en ningún caso romper. Y en esa tesitura lo que aparece en el horizonte más cercano, como apuntan diferentes fuentes socialistas, es Susana Díaz. «Iceta sabe que deberá dialogar y negociar con Susana, pero lo quiere hacer desde una posición de fuerza, con el claro apoyo del PSC».
Susana, atenta
Todo eso dependerá del resultado de las primarias de este sábado, que están dejando un sabor agridulce en el partido. Nadie quiere que haya ganadores y perdedores, y se tratará, en la misma noche del sábado, de recomponer la situación. Parlón representa el futuro, Iceta el dirigente que ha aguantado al partido en su peor momento, arrinconado por el soberanismo, y que está dispuesto a participar en la reconstrucción del PSOE.
La gestora del PSOE estará atenta a lo que suceda. Pero también Susana Díaz, que quiere saber si puede contar o no con el PSC para su asalto al poder.