Los escraches a la policía en Cataluña crecen con la «huelga general»
El acoso a los agentes de la policía y la Guardia Civil ante hoteles y comisarías se acentúa con la "huelga general" como acicate
Los escraches se acentúan frente a las sedes de la Policía Nacional y la Guardia Civil en Cataluña. Una de las más numerosas transcurrió durante la tarde del lunes en via Laietana, en la jefatura superior de Policía Nacional en la capital catalana.
También en la comandancia de la Guardia Civil en Travessera de Gràcia. Desde primera hora del martes, las protestas intimidatorias como respuesta a las cargas policiales del 1-O se extienden a otros puntos de Cataluña. La pasividad de los Mossos d’Esquadra aflora de nuevo, según los sindicatos policiales.
Los hoteles que alojan a policías nacionales y guardias civiles desplazados con el contingente del 1-O fueron asediados, como algunas comisarías catalanas, pocas horas después de que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont (Pdecat), exigiera al Ministerio del Interior, que «retire la Guardia Civil y la Policía Nacional».
El ministro titular, Juan Ignacio Zoiro (PP), respondió que el despliegue «seguirá». Los escraches llegaron después, según la cronología de los hechos, y van a más en el marco de «la huelga general» que impulsa la Generalitat este 3 de octubre sin el amparo de sindicatos ni patronales de mayor representatividad.
En Pineda de Mar (Barcelona), Calella (Barcelona) y Figueres (Girona), Policía Nacional y Guardia Civil abandonarán este martes los hoteles en los que se hospedaban ante el asedio sin pausa de los vecinos con gritos, insultos y abucheos.
La «huelga general» que actúa como contexto de escraches y cortes de carreteras –hasta 32 según datos de la propia Generalitat, con la AP7 como principal vía afectada– fue convocada formalmente por el sindicato de la Confederación General del Trabajo (CGT), conjuntamente con IAC, COS y CSC, parta “luchar contra la represión y las libertades”, según los convocantes.
CCOO y UGT hacen un llamamiento a un “paro de país”. Los principales centros de trabajo en la región, el complejo de Seat en Martorell y la planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona funcionan con normalidad en las primeras horas del martes.
Se espera que una de las principales afectaciones por la huelga ocurra en los autobuses y el metro de Barcelona. A las 9:00 de la mañana el metro funcionaba al 40% y los autobuses al 30%, por encima del servicio mínimo al 25% establecido por la Generalitat, según fuentes de TMB, informa EFE.