Historia de las huelgas: cinco fracasos generales y dos triunfos parciales
Sólo dos de las siete huelgas generales en la democracia española fueron un éxito rotundo de convocatoria pero no lograron paralizar las reformas
De las siete huelgas generales celebradas en democracia en España, sólo dos, la del 14 de diciembre de 1988 y la del 20 de junio de 2002, fueron un éxito rotundo de convocatoria y obligaron a los gobiernos de Felipe González y José María Aznar a recular en sus posiciones iniciales, aunque finalmente continuaron con sus reformas.
Además de la primera huelga de la transición, en 1978, convocada por sindicatos europeos tras los despidos por la crisis petrolera, la primera huelga general, de dos horas de duración, fue convocada por UGT y CCOO el 23 de febrero de 1981 contra el golpe de Estado del 23F. Pero la primera movilización contra las políticas de gobierno se produce el 20 de junio de 1985 cuando la reforma de las pensiones de Felipe González planteaba la ampliación del cálculo de los pagos de dos a ocho años. La convocatoria, que logró paralizar centros productivos y comercios de las principales ciudades, no fue capaz de hacer recular al gobierno en sus planes iniciales.
Después del primer ensayo, la gran huelga general –y tal vez la más exitosa de toda la democracia– fue la del 14 de diciembre de 1988 cuando el gobierno de González proponía la creación de contratos temporales con peores condiciones para los jóvenes. La imagen del éxito rotundo de la convocatoria fue la suspensión de las transmisiones de Televisión Española en una época en la que sólo funcionaban dos cadenas de televisión. El gobierno asumió el revés y se sentó a negociar con los sindicatos pero mantuvo parte de la reforma.
Ni cosquillas a ZP
Cuatro años después, en 1992, los principales sindicatos UGT y CCOO volvieron a pactar una convocatoria de 12 horas de huelga a apenas dos meses de los Juegos Olímpicos, con lo que intentan dar una resonancia internacional al conflicto por las modificaciones de los subsidios de desempleo, que finalmente salió adelante.
Diez años después, el PP sufre su primera huelga general por la pérdida de beneficios en el subsidio de desempleo y la reforma laboral por decreto. La movilización, que logró una paralización generalizada en Catalunya y Andalucía, terminó con la destitución de Pío Cabanillas, portavoz del gobierno, que declaró en medio de la jornada: “No hay huelga general”.
La última movilización, contra la reforma laboral del gobierno de Rodríguez Zapatero que abrió la puerta al despido de 20 días por año trabajado, se produjo el 29 de septiembre de 2010. La convocatoria, con un seguimiento desigual, no tuvo efectos en la reforma que se aplicó, ni desgaste político y tal como había previsto el gobierno.