Guerra total entre Convergència i Unió por la figura de Duran
Pelegrí considera que es falso que el dirigente democristiano vaya por un lado y el partido por otro, como señala CDC
Con ese trato es complicado entender que CiU siga unida. El presidente del consejo nacional de Unió Democràtica, y consejero de Agricultura, Josep Maria Pelegrí, ha reclamado a Convergència que deje de meter pullas y crear distancias entre los democristianos y su líder, Josep Antoni Duran Lleida.
Pelegrí ha reaccionado tras las acusaciones de la alcaldesa de Figueres, Marta Felip –que comparten muchos dirigentes de CDC– de que el problema entre Convergència y su socio, Unió, respecto al proyecto independentista es Duran, y no el partido democristiano.
Ruptura tras las municipales
«Yo quisiera hacer un llamamiento a CDC ya sus dirigentes, porque es pesado e injusto absolutamente que siempre se ponga en contraposición que Duran va en una dirección y UDC en otra. Eso no existe, y las declaraciones de la alcaldesa de Figueres, Marta Felip, son gratuitas y no ayudan en nada al proceso», ha asegurado Pelegrí, visiblemente molesto.
Pero esos reproches mutuos muestran que las diferencias son grandes y que, difícilmente, tras las municipales, CiU podrá establecer un programa único de cara a las elecciones del 27S con la independencia como bandera.
Hoja de ruta con ERC
La dirección de Unió decidió consultar a la militancia el 14 de junio para elaborar una propuesta que pueda ser compartida con Convergència. Duran es consciente también que sus posiciones ya no son mayoritarias, pero no existe en Unió una división que pase por un Duran o el resto. Militantes y dirigentes de Unió admiten que Duran «sigue siendo la referencia del partido».
Esas divisiones, en todo caso, han imposibilitado que Convergència vaya de la mano de Unió en sus negociaciones con Esquerra Republicana.
Sin Unió, a la espera de la decisión de su militancia en junio, ultima una hoja de ruta con Esquerra, que podría culminar este viernes.