Las tensiones en el grupo del PP en el Congreso retrasan el nombramiento del sustituto de Suárez
La respuesta oficial de los populares es que no hay urgencia en resolverlo hasta febrero, que será cuando vuelva el periodo ordinario de sesiones
Los grupos parlamentarios son como pequeñas empresas, con sus propias dinámicas, y por eso están diseñadas hasta el milímetro, a gusto de la dirección del partido, para que funcionen como su ariete en las cámaras. Pero cuando desde el inicio de una legislatura a otra la formación cambia de liderazgo de manera radical como le ha sucedido al Partido Popular en el último año, esa herramienta se descompensa y comienza a trabajar a menos gas. Porque los miembros del equipo son los mismos del principio.
La presidencia de Alberto Núñez Feijóo para los populares ha supuesto diversos cambios, pero quizás dos sean los más significativos: dar la secretaría general del partido a la hasta aquel momento portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, en una dualidad de roles poco común, y revivir al Senado, la Cámara Alta, con su nombramiento como senador autonómico y su trabajo semanal desde allí, donde realiza los cara a cara con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y donde se encuentra su equipo de máxima confianza, todos senadores, desde el vicesecretario de Organización, Miguel Tellado, al coordinador general del partido, Elías Bendodo, pasando por el vicesecretario de Economía, Juan Bravo.
Así, la descompensación de las dinámicas y las rarezas que ahora habitan el grupo parlamentario en el Congreso, según fuentes de la bancada en conversación con Economía Digital, ha derivado en una situación inédita. Tras la dimisión de Adolfo Suárez Illana, diputado del PP y, especialmente, secretario cuarto de la Mesa del Congreso por el PP, el pasado mes de noviembre, aún no hay candidato o candidata para sustituirle.
En febrero, el primer pleno
Hace unos días, en privado, la propia Gamarra señaló que era porque no había aún un acuerdo ni plenos convocados. Pero el poder de la Mesa del Congreso es tan relevante y su puesto honorífico dentro de los diputados de un mismo grupo que la explicación que dan algunos miembros cuando se les pregunta es más natural que una cuestión puramente de calendario: la falta de sinergias y sintonías. De hecho, el rol de la Mesa es tal que los propios populares denunciaron hace apenas unos días que el PSOE y Podemos mantienen bloqueadas 23 leyes para impedir su debate.
Así, son 88 los diputados que conforman esta familia política en el Congreso, el segundo grupo más numeroso, sólo superados por los socialistas. Su cercanía y su importancia dentro del equipo cristaliza en una imagen muy clara: el orden de sus asientos. En la actualidad, los más cercanos a Gamarra, en las filas de abajo, son muy distintos que los que ocupaban esos mismos escaños hace ahora un año.
Por eso, cuando son cuestionados al respecto, diversos diputados prefieren guardar un «prudente silencio». «Cuando no hay nada bueno que decir, mejor no decir nada», guiña uno de ellos. Pero es algo que tienen que resolver pronto, en cuestión de días, antes de que termine enero. Porque aunque la última semana del mes cuenta con la celebración de un Pleno de la cámara, es de carácter extraordinario dada la inhabilidad de enero dentro del calendario parlamentario. El primer Pleno con carácter regular será en febrero.