El Gobierno tantea perdonar la deuda a las comunidades más endeudadas
Crece el temor entre las consejerías de que Hacienda está preparando el terreno para condonar el endeudamiento de regiones como Cataluña o Valencia, tras su última reunión del CPFF
El Gobierno, dentro de su estrategia de calmar a las comunidades, que andan en pie de guerra por el modelo de financiación autonómica, está estudiando la posibilidad de perdonar la deuda a aquellas administraciones regionales que más deben al Estado. Según ha podido saber Economía Digital, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, abrió la puerta a «hablar de endeudamiento» durante el último Consejo de Política Fiscal Financiera (CPFF), una vez los consejeros del ramo de Cataluña o Comunidad Valenciana, entre otros, habían pedido la condonación del FLA.
El Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) es una línea de crédito creada por el Gobierno en julio de 2012 en el contexto de la crisis económica, pensada para que el Estado preste dinero a las comunidades autónomas y que éstas no tengan que financiar su deuda en los mercados. Es la estrella de los llamados Mecanismos Extraordinarios de Financiación (MEF), la herramienta que el Ejecutivo de Rajoy ideó para socorrer las finanzas de las autonomías.
Así, y según los últimos datos disponibles, de marzo de 2022, del Banco de España, la comunidad autónoma más endeudada es Cataluña -68.439 millones de euros-, seguida de la Comunidad Valenciana -43.467 millones- y Andalucía -25.599 millones-.
La siguiente, pero ya muy lejos, es Castilla-La Mancha con 9.781 millones. También hay tres comunidades sin préstamos pendientes con el Estado por el FLA: la Comunidad de Madrid, por un lado, y tampoco el País Vasco y Navarra, aunque estas dos autonomías disfrutan de un régimen foral y cuentan con más recursos que el resto de comunidades que están enmarcadas en el régimen común de financiación.
Mover ficha para desactivar el enfado
No es el primer gesto que Montero lleva a cabo y que previamente había dado señales durante el CPFF, cuando las autonomías reclamaron que el Gobierno finalmente acometiera la ansiada reforma de la financiación autonómica. Sin embargo, y con las tensiones de los últimos días, a punto de comenzar el curso final de la legislatura y con el fantasma electoral azuzando, en Moncloa no van a abrir así como así el melón de la financiación autonómica, un peliagudo asunto en el que no funcionan las siglas, sino los territorios y donde tienen más que perder que que ganar.
La unidad entre las reclamaciones autonómicas bajo gobernanza del mismo signo político, sólo por el hecho de estar regidas por la misma fuerza, es algo harto difícil. El Gobierno es consciente: el actual modelo de financiación autonómica, herencia de la presidencia del socialista José Luis Rodríguez Zapatero tras un acuerdo con ERC, es irregular, deja territorios -dentro del régimen común- infrafinanciados.
Trabajará en septiembre sobre la financiación autonómica
Pero el Ministerio de Hacienda sabe que debe mover ficha si no quiere levantar más resquemores. Montero, en su reunión del CPFF, alegó que su papel sobre población ajustada había sido rechazado por todas las CCAA, tal y como ha podido conocer este periódico, y dejó caer que sin eso, nada.
La población ajustada es el cálculo que se pretende hacer de cada territorio ponderando sus necesidades según determinados criterios, como la población envejecida o la dispersión de la población. El objetivo es medir el gasto de cada autonomía de acuerdo a esta variable.
Así, Montero anunció el pasado viernes que remitirá después del verano a las comunidades autónomas una nueva propuesta sobre el cálculo de la financiación autonómica a partir de la población ajustada, aunque criticó que los gobiernos siguieran «parapetados en el modelo de máximos que cada uno defiende».
«Nunca tuvo intención de hacer nada»
Después de que el 31 de enero concluyera el plazo para que las autonomías presentaran alegaciones a la propuesta de Hacienda para el cálculo de financiación según la población ajustada, Montero se esmeró en resaltar en una entrevista con Efe que Hacienda «no se ha quedado de brazos cruzados», ya que las transferencias a las comunidades y entregas a cuenta han continuado todos los años.
Estas palabras de la ministra no han calmado entre las diversas comunidades. Según ha testado Economía Digital de diversas consejerías, el temor y la prudencia son la tónica. Lo consideran «una forma de no hacer nada».
«Desde enero sin dar señales de vida y ahora patada hacia adelante», considera uno de los miembros presentes en la reunión. «Dora que está trabajando y nos tiene entretenidos hasta después de elecciones. Nunca tuvo intención de hacer nada», sintetizan.