El Gobierno activa una ofensiva internacional para defender los indultos
El objetivo es lograr el apoyo de políticos y medios extranjeros. Moncloa y Exteriores movilizan a los embajadores y González Laya ha concedido dos entrevistas
La meta es que los indultos reciban un amplio respaldo internacional. Tras conseguir mensajes a favor a la medida de gracia de empresarios y representantes de la sociedad civil, Pedro Sánchez se ha marcado como prioridad lograr el apoyo de importantes políticos y medios de comunicación extranjeros. Y Moncloa y Exteriores se han puesto manos a la obra.
“Todos los problemas tienen que solucionarse políticamente y el diálogo es el instrumento esencial”. Estas palabras, pronunciadas por el secretario general de la ONU, António Guterres, en las escalinatas de Moncloa junto a Sánchez al ser preguntado por los indultos, suponen el primer gran respaldo internacional a la medida de gracia. Y no son fruto de la casualidad
Según confirman a Economía Digital altos cargos del Gobierno, “Moncloa ha hecho sus gestiones” para pactar con el dirigente portugués el mensaje a transmitir al ser cuestionado por los indultos. Su apuesta por el «diálogo”, de hecho, se ajustó al milímetro al discurso de Sánchez.
La interlocución con Guterres y su gabinete, añaden, “fue sencilla”. Entre otras cosas, por la “afinidad ideológica” de ambos mandatarios y porque el presidente del Gobierno “ha trabajado esa relación desde que llegó a Moncloa”.
La labor en la sombra del Gobierno para obtener respaldo internacional a los indultos, sin embargo, no se ciñe únicamente a las gestiones con el secretario general de la ONU. De hecho, tanto el gabinete de Presidencia como el Ministerio de Asuntos Exteriores llevan ya algunas semanas “moviéndose” a nivel mediático e institucional.
Entrevistas y editoriales favorables
Una vez decidido el calendario para aprobar los indultos, el primer objetivo fue generar una opinión favorable entre las principales cabeceras europeas.
Por ese motivo, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha aceptado, en las últimas semanas, dos entrevistas de renombre: una en la BBC británica y otra en la estadounidense Bloomberg TV.
Más allá de esas intervenciones públicas, las gestiones del Gobierno han servido para que cabeceras como el Financial Times, The Guardian, Bloomberg o The New York Times publicaran piezas informativas o editoriales a favor de los indultos.
Las fuentes consultadas destacan, por encima de todos, el editorial de Financial Times el pasado 21 de junio, calificando de “encomiable” la decisión de Pedro Sánchez. La medida de gracia, de hecho, formó parte de la portada de la cabecera de Reino Unido.
Gestiones en Bruselas y con las embajadas
Con los principales medios lanzado piezas informativas favorable a los indultos, la siguiente prioridad de Moncloa y Exteriores fue ofrecer un mensaje uniforme en las diferentes embajadas. Para ello, desde la dirección general de información internacional se dieron una serie de consignas a las legaciones diplomáticas.
También se pidió suministrar información a Moncloa sobre las reacciones, tanto a favor como en contra, de la clase política de los diferentes partidos europeos. La sorpresa, admiten las fuentes consultadas, es que los indultos apenas tuvieron repercusión.
Los indultos no marcaron agenda, aunque estábamos preparados para ello
“No marcaron agenda, aunque estábamos preparados para ello. Por eso se trabajó en los artículos y editoriales a favor”, admiten los cargos del Gobierno consultados por Economía Digital.
Las mismas fuentes afirman además que, “a nivel Unión Europea”, los principales mandatarios no han querido pronunciarse. Entre otras cosas, por la consigna comunitaria de “no valorar asuntos internos de los Estados miembros”.
También ha eludido comentar los indultos Josep Borrell, con el que “sí ha habido contactos en ese sentido”. Desde el Gobierno, no obstante, admiten que era “complicado” que el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad respaldara la medida de gracia. Sobre todo, por su “difícil relación” con los partidos independentistas catalanes.