Sánchez dispara un 21% el presupuesto para Tezanos (CIS) en el año preelectoral
La partida del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) crece hasta los 11 millones, en pleno debate por la imputación de José Félix Tezanos
El Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido elevar la partida destinada al Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en los Presupuestos Generales del Estado (PGE). La institución que dirige José Félix Tezanos manejará en 2022 más de 11 millones de euros, lo que representa un 21,5% más que en el curso anterior.
El desglose de las partidas de las cuentas que han acordado el Partido Socialista y Unidas Podemos marca un nuevo récord para el instituto demoscópico, que ya había visto notablemente aumentadas sus cuentas en los últimos dos ejercicios. En 2021 manejó un presupuesto de 9,1 millones de euros, mientras que en 2020 era de 8.
El nuevo incremento se produce justo en la misma semana en la que el Juzgado de Instrucción de Madrid ha acordado imputar a Tezanos por un presunto delito de malversación. El magistrado ha llamado a declarar al sociólogo para que responda a las acusaciones planteadas por Vox, que ve en sus sondeos una orientación política para favorecer a los socialistas.
La nueva inyección económica se notará fundamentalmente en la partida destinada a bienes y servicios que contarán con 6,2 millones de euros de financiación. Son 1,7 millones más que en 2021. Mientras que los gastos de personal pasarán de 3,7 a 4 millones, debido a las nuevas incorporaciones y al incremento salarial recogido en los convenios.
El CIS invertirá más dinero para reducir su margen de error
Tras la acusación de malversación, Tezanos decidió dejar su defensa en manos de la Abogacía del Estado, aunque en todo momento ha defendido su inocencia. El sociólogo se ha aferrado a la metodología de las encuestas para justificar que nunca ha manipulado un dato, a pesar de que los resultados muestran unas previsiones muy diferenciadas del resto de empresas privadas.
El refuerzo presupuestario irá destinado precisamente a intentar reducir el margen de error en los sondeos, ya que la meta del CIS es elevar la muestra de entrevistados desde los 3.000 hasta los 4.000 para que sea más representativa y los resultados cuenten con una mayor variedad de participantes reflejados.
«Este tamaño muestral aumenta la fiabilidad y validez de los estimados obtenidos, tanto en términos estadísticos, como en términos de diseño al elevar el número de entrevistas y la dispersión de puntos muestrales», ha justificado el Gobierno en la memoria de objetivos de los Presupuestos.
La inyección también se traducirá en medidas para seguir automatizando todo el procedimiento tecnológico necesario para volcar los datos de las encuestas telefónicas, que se han convertido en una alternativa para el instituto demoscópico, después de que el confinamiento obligará a los trabajadores a suspender las visitas a domicilio.
El documento también refleja la voluntad de la institución de realizar encuestas paralelas a los estudios ordinarios del CIS para poder comparar la selección de sus muestras con los datos que utilizan las empresas privadas en sus sondeos. Un camino para entender la desviación que se ha producido de forma sistemática durante los últimos años.