Giró, a la desesperada para sacar al ICF de los avales al Tribunal de Cuentas
Tras el informe favorable del Consell de Garanties Estatutàries, considera que estaría bien que "entidades que han estado creciendo en el país se lo vuelvan a mirar".
El conseller de Economía y Hacienda de la Generalitat, Jaume Giró, ha asegurado este domingo que confía en que los bancos «reconsiderarán» su postura acerca de ejercer de avales de la fianza que el Tribunal de Cuentas ha impuesto a 34 exaltos cargos del govern por promover el procés en el extranjero con dinero público.
Así lo ha expresado el conseller en el diari Ara, tan solo unos días después de que el Parlament aprobara la creación de un fondo de 10 millones de euros con el que sufragar la fianza que se pide a los imputados.
A lo largo de las últimas semanas, el principal cometido de Giró ha sido el de encontrar una entidad bancaria que estuviera dispuesta a ejercer de aval, una tarea que no ha logrado cumplir al encontrarse reiteradamente con la negativa de los bancos, hecho que llevó a la Generalitat a recurrir a una nueva estrategia que, en principio, querían evitar, usar al Institut Català de Finances (ICF).
Desde un principio el govern quiso mantener a la entidad pública fuera del procedimiento debido al temor a posibles repercusiones, como una crisis reputacional para la entidad, así como posibles consecuencias judiciales. Varias han sido las voces, de hecho, que han teorizado que en realidad la implicación del ICF en el procedimiento ha sido una estrategia para ganar tiempo mientras se continuaban las negociaciones con la banca privada.
En el ICF, por su parte, se produjeron varias dimisiones que desembocaron en que, in extremis, se aprobara ejercer de aval de los 34 cargos imputados -entre los que figuran los expresidentes Artur Mas y Carles Puigdemont y el vicepresidente Oriol Junqueras-. En la votación se produjo un empate técnico y fue el presidente de la institución, Albert Castellanos, quien decantó la balanza ejerciendo el voto de calidad.
De ser cierta la premisa de que la implicación del ICF responde más a una maniobra para ganar tiempo -una teoría que gana peso en tanto que el Tribunal de Cuentas se plantee rechazar el aval al dudar de su legalidad- el cometido de Giró no habría cambiado, por lo que siguen las negociaciones con entidades financieras para que sustituyan al ICF.
Giró confiesa que estaba seguro de que «la mayoría de bancos en Cataluña de entrada dirían que no» a participar en esta operación aunque tenía «dudas sobre una entidad en concreto que también ha dicho, de momento, que no».
No obstante, tras el dictamen favorable del Consejo de Garantías Estatutarias, Giró considera que los bancos cambiarán de opinión o «reconsiderarán» su postura, aunque, dice, que también se están explorando otras alternativas. «Entidades que han estado creciendo en el país, y que durante muchos años han estado en Cataluña, está bien que se lo vuelvan a mirar si lo estiman oportuno. Dicho esto, estamos mirando otras vías y van muy bien», ha explicado.
Finalmente, Giró también se ha posicionado a favor de continuar con las mesas de negociación durante un mínimo de dos años, a diferencia de dos de los nombres con mayor peso en Junts, el socio de gobierno de Aragonès: Elsa Artadi y Jordi Puigneró, que a lo largo de estos días se han mostrado escépticos sobre la utilidad de la mesa de diálogo y han vuelto a poner sobre la mesa la vía unilateral.
Al respecto, Giró se ha mostrado partidario de «ir a todas las mesas con ganas de llegar a acuerdo». Habrá «como mínimo dos años de intentar negociar y aprovechar un clima que parece favorable a la negociación», ha sentenciado.