La Generalitat tilda de «juego electoralista» el retraso de la mesa de diálogo de Sánchez

Tensión entre la Generalitat y el Govern. El Govern ha acusado al Gobierno de «jugar de manera electoralista» con la mesa de diálogo, tras conocerse que Sánchez plantea que la reunión se posponga hasta primavera, pasadas las elecciones de Castilla y León y con la amenaza de una contienda electoral en Andalucía antes de que termine el año.

La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ha reconocido que a la Generalitat presidida por Pere Aragonès «no le gusta» la posición que ha adoptado el Gobierno, y le insta a explicar si ha habido algún «nuevo condicionante» respecto a la próxima fecha en la que se reunirá la mesa de diálogo.

Plaja ha reconocido que la fluidez con el Gobierno «no es la misma en todos los ámbitos y temas». La Generalitat insiste en la fluidez de los temas tratados no es «la misma en todos los ámbitos». El Ejecutivo de Pere Aragonès insiste en llevar a la cita sus reivindicaciones sobre la amnistía y la autodeterminación.

«Cataluña no tiene previsto levantarse de la mesa de negociación, es el Gobierno quien debería aclarar estos interrogantes», ha dejado claro la portavoz, que se ha reafirmado en la apuesta del Govern por «negociar el conflicto político entre el Estado y Cataluña cara a cara».

Sin mesa hasta después de Semana Santa

Las informaciones a las que ha hecho referencia la portavoz del Govern hacen referencia a una noticia avanzada por El Periódico, que aseguraba que el objetivo era poner fecha al encuentro después de los comicios autonómicos y de la reunión de la Conferencia de Presidentes que puede contar por primera vez con la presencia de Pere Aragonès.

La decisión de Moncloa deja sin opciones a una mesa antes de Semana Santa, aunque tendrá lugar antes de verano. En ese espacio de tiempo también está marcado en el horizonte la celebración del debate sobre el Estado de la Nación en el que los ministros deberán dar cuenta de su gestión en el último año.

Será la segunda reunión de la mesa de diálogo entre los equipos de Pedro Sánchez y de Pere Aragonès, después de la primera ronda de contactos de septiembre del 2021. La cita clave para desengrasar las relaciones entre las dos administraciones llegó más tarde de lo previsto por el impacto de la pandemia y con el bloque independentista dividido.