Garzón aviva la polémica por las macrogranjas: «son un modelo perverso»
El coordinador de IU acusa a los populares de apostar por ese modelo en contra de los intereses de la inmensa mayoría de los habitantes de esos municipios castellanoleoneses
El coordinador federal de IU y ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha vuelto a avivar la polémica de las macrogranjas y ha cargado directamente contra el Partido Popular de cara las elecciones de Castilla y León el próximo 13 de febrero, especialmente, contra el presidente castellanoleonés, Alfonso Fernández Mañueco, al que ha acusado de apostar por ese «modelo perverso» que va en contra de los intereses de la inmensa mayoría de los habitantes de esos municipios.
Garzón ha aprovechado en su discurso telemático para exponer su informe político durante la reunión de Coordinadora Federal de IU, para cargar contra Mañueco y denunciar una campaña de «mentiras y falsedades» calcada a las estrategias internacionales de la extrema derecha para desgastar al adversario y que no se hable de los problemas de una tierra en la que los populares gobiernan desde hace más de treinta años.
Asimismo, el ministro de Consumo, que ya abrió un debate polémico, no solo entre la oposición sino también entre sus socios de Gobierno, ha insistido en sus críticas a las macrogranjas, «un modelo industrial absolutamente perverso» por razones ecológicas pero también «sociales y económicas», ya que suponen «la principal amenaza de la ganadería tradicional, extensiva y familiar».
«Cuando el PP se posiciona al lado de ese modelo, se posiciona en contra de la mayoría de la población que vive en esos municipios», ha afirmado Garzón quien ha añadido que el «campo de mentiras» que ha generado no solo no ha logrado penetrar en la sociedad sino que ha tenido el efecto contrario, provocando «una huida hacia adelante» por parte de los populares. «Creo les va a salir mal esta estrategia», ha vaticinado.
Por ello, el ministro de Consumo no ha dudado en plantear durante la reunión que la candidatura de Unidas Podemos que encabeza Pablo Fernández tiene por delante el reto de explicar que hay «alternativa» al Ejecutivo del Partido Popular y a su «candidato centralista», en alusión Mañueco.