Gallardón blindó de por vida los sueldos más altos del Ayuntamiento de Madrid
El equipo de Ahora Madrid descubre que los altos cargos y funcionarios designados por el gobierno municipal del PP seguirán percibiendo su más alta retribución aunque sean destinados a puestos inferiores
El equipo de Manuela Carmena no deja de llevarse sorpresas mientras se pone al día con las cuentas y la estructura municipal. El último descubrimiento ha sido una herencia escondida que le ha dejado el gobierno de Alberto Ruiz Gallardón (PP). Los altos cargos municipales seguirán cobrando su sueldo más alto aunque sean descendidos a puestos de menor responsabilidad.
El ayuntamiento tendrá que seguir asumiendo el sobrecoste laboral de los coordinadores generales, titulares de las secretarías generales técnicas, directores generales de áreas, subdirectores, gerentes de organismos autónomos y de distritos. Se trata de una pesada carga financiera si se toma en cuenta que Gallardón triplicó la cúpula directiva, con sueldos de hasta 112.000 euros durante sus ocho años de gestión.
El regalo antes de marchar
El alcalde o alcaldesa, los miembros de la junta de gobierno y los concejales no reciben ninguna indemnización ni compensación cuando terminan sus cargos pero, justo antes de abandonar el ayuntamiento, Gallardón decidió otorgar sueldos vitalicios a la cúpula de los trabajadores del consistorio.
La medida fue aprobada en dos plenos municipales el 30 de noviembre y el 22 de diciembre de 2011, justo una semana antes de que Ana Botella fuese nombrada alcaldesa.
El nuevo gobierno de Ahora Madrid ha prometido que estudiará este blindaje, que ha sido denunciado por Somos Sindicalistas, surgido al calor del 15M, que ganó las elecciones en el Ministerio de Economía y obtuvo la segunda representación en la Agencia Tributaria del Ayuntamiento de Madrid. El movimiento obrero, que se reunió este martes con el concejal de Economía, Carlos Sánchez Mato, pidió el fin de estos beneficios por considerarlos injustos y desproporcionados.
El «nivel 33»
Los altos salarios vitalicios no son un invento de Gallardón. El privilegio comenzó en las altas instituciones del Estado, con la aprobación del célebre artículo 33.2 de la ley 31/1990 que garantiza a los altos jerarcas del Estado su retribución vitalicia, independientemente de si en el futuro terminan como funcionarios rasos, de administrativos o maestros.
El sueldo perpetuo, conocido con sorna como «el nivel 33», por el artículo que lo consagró, pronto fue copiado por las comunidades autónomas. En 1997, el Ayuntamiento de Madrid lo extendió a los altos funcionarios de nivel 30 y en 2007 comenzó a beneficiar a «cargos especiales».
Pero el gobierno de Gallardón quiso extender el privilegio a toda la cúpula de funcionarios –muchos de ellos designados como cargos de confianza– lo que garantiza un cobijo seguro a todo el equipo que lo acompañó durante sus años de gestión, que dejaron 7.000 millones de euros en deuda.