El frenazo en la vacunación deja 7,8 millones de dosis sin administrar
España suma más de 2 millones de dosis de la vacuna guardadas en neveras en apenas una semana, según los datos del Ministerio de Sanidad
El suministro de vacunas hace semanas que dejó de ser un problema para España, que ya dispone de más dosis de las que es capaz de administrar a su población en tiempo real. La ralentización de la campaña de inmunización ha provocado que 7,8 millones de unidades permanezcan almacenadas en las neveras.
El último informe del Ministerio de Sanidad ha revelado que España dispone de 7.818.000 dosis en stock, el número más alto desde que se inició la estrategia nacional de inmunización a finales de diciembre. Entonces, se tuvo que seleccionar a los sanitarios y los usuarios de las residencias de la tercera edad como colectivo prioritario por la falta de suministros.
Las mejoras de fabricación de las grandes farmacéuticas mundiales contrastan con el ritmo de la campaña de vacunación, que ha ido decayendo conforme se han completado las franjas de los grupos de mayor edad. Hace justo una semana, el número de vacunas en la reserva era de 5,7 millones. En siete días se han sumado 2 millones más a las neveras.
La ralentización de la vacunación se ha observado principalmente en los fines de semana. Desde que comenzó el verano, la media entre el sábado y el domingo ha caído hasta poco más de los 500.000 pinchazos. En los meses anteriores, se llegaron a administrar 1,2 millones en el mismo intervalo de tiempo.
La mayor parte de las vacunas acumuladas son de Pfizer
La mayor parte de las vacunas almacenadas en España corresponden a Pfizer, el gran proveedor de la Unión Europea, que ha entregado 5 millones de unidades que todavía no se han utilizado. Le sigue de lejos Moderna, que ha enviado al país 1,8 millones que han terminado en los refrigeradores.
El resto del stock ya es más limitado. Las comunidades autónomas guardan todavía 733.000 unidades de la vacuna monodosis de Janssen (Johnson & Johnson), cuya producción ha sido algo más limitada que la de las dos otras dos farmacéuticas estadounidenses.
Además, todavía quedan más de 246.500 inyecciones de AstraZeneca sin utilizar. Todas están destinadas para completar la pauta del personal esencial y de los sexagenarios que aún no hayan finalizado su ciclo de vacunación, ya que la Comisión de Salud Pública la vetó para el resto de grupos demográficos.
España no se posiciona sobre la vacuna de refuerzo
España continúa almacenando vacunas antes de decidirse definitivamente sobre el inicio de la campaña de refuerzo, que países como Israel, Estados Unidos o Francia ya han ideado para proteger a dotar de mayor capacidad inmunitaria a los grupos más vulnerables.
Su posición choca de frente con el posicionamiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que rechaza esta maniobra porque considera que ralentizará la vacunación entre los países con menos recursos dependientes de las donaciones de las grandes potencias a través de la iniciativa Covax.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, todavía no ha tomado una decisión, mientras regiones como la Comunidad de Madrid presionan para inyectar ya la tercera vacuna en los pacientes inmunodeprimidos. El veredicto final marcará el destino de buena parte de las reservas españolas de la vacuna.
España centra sus esfuerzos en jóvenes y rezagados
Mientras tanto, la campaña de vacunación continúa centrada principalmente en la inmunización de los grupos más jóvenes, que son los últimos que se han incorporado a la estrategia, así como en captar a los mayores que se han quedado rezagados.
El 61,9% de los adolescentes de 12 a 19 años ya se ha inoculado la primera dosis, sin embargo la inmensa mayoría aún requiere la segunda inyección porque apenas el 16,4% ha completado la pauta. Por lo tanto, continuarán en la diana durante las próximas semanas.
En los grupos de mayor edad, la participación de todos los mayores de 70 años ha sido prácticamente unánime. Sin embargo, sí que hay un cierto vacío entre las personas de 40 a 49 años: el 17,6% no se ha vacunado a pesar de que hace semanas que entró en los planes del Gobierno.
Estas cifras han llevado a las comunidades a ideárselas para repescarles con proyectos como las vacuguagas de Canarias o la posibilidad de acceder sin cita previa que ha acordado Madrid.