Franquiciados de Granier llevan a su dueño a juicio por estafa
El dueño de Granier declarará este martes como investigado a instancias de un grupo de franquiciados por un supuesto delito de estafa y falsedad documental
El dueño de la cadena de panaderías y cafeterías Granier, Juan Pedro Conde, declarará este martes como investigado en un juzgado de Madrid por un presunto delito de estafa y falsedad documental. También están citados otros once directivos de la compañía.
Un grupo de 17 franquiciados acusan a la cúpula de Granier de someterlos a “negocios ruinosos y absolutamente inviables”. Interpusieron una querella en 2017, que inicialmente fue archivada por el juzgado instructor al entender que los hechos no eran constitutivos de delito. Sin embargo, la Audiencia Provincial de Madrid ordenó continuar con la instrucción en septiembre de 2018.
Según el auto de reapertura del procedimiento, los franquiciados argumentan que la empresa les “engañó” para que emprendieran “un negocio absolutamente inviable, haciéndoles creer en una rentabilidad inexistente, que ha dado lugar a que todos ellos sufriesen inmediatas pérdidas, por no existir en realidad plan de negocio alguno”.
Las diligencias se siguen en el Juzgado de Instrucción número 49 de Madrid. Conde y otros once directivos están citados a declarar este martes, según informó la agencia Efe.
Granier cuenta con más de 300 tiendas en España
Conde es director general, administrador único y accionista mayoritario de Consupan, empresa propietaria de la cadena Granier. La sede social se encuentra en Vilanova i la Geltrú (Barcelona). Esta marca contaba a finales del año pasado con más de 300 tiendas en toda España, de las que solo 40 eran propias. El resto se explotan en régimen de franquicia.
Según información pública de Granier, el año pasado alcanzaron un volumen de negocio de 180 millones de euros y una plantilla de 2.500 trabajadores, que incluye el personal de las franquiciadas.
Granier también cuenta con establecimientos en Latinoamérica -México, Costa Rica, Panamá- en Europa -Portugal, Reino Unido y Bélgica- e, incluso, en Miami, en el estado norteamericano de Florida.
El ritmo de crecimiento de la compañía, con contactes aperturas de tiendas franquiciadas, levantó recelos entre sus competidores. Estos advirtieron hace años de la viabilidad del negocio a largo plazo del negocio por sus ajustados precios.
Granier siempre ha mantenido que sus tres fábricas de pan propias más la planta de Europastry (que fabrica los cruasanes y la bollería a bajo precio) le garantizan una base sólida para expandirse.