Frank Serpa se fuga tras reconocer su falso cáncer
El joven venezolano que pidió 32.000 euros para luchar contra la metástasis desaparece tras admitir que no tiene ningún tumor
Frank Serpa, el joven que protagonizó «el nuevo caso Nadia», ha desaparecido tras haber reconocido que no tiene ni cáncer ni metástasis. El joven abandonó el piso que ocupaba en Mar de Cristal (Madrid) junto con su primo Carlos, que lo asiste con las tareas domésticas.
Serpa logró la compasión de la comunidad venezolana en España al difundir su caso por las redes sociales. Decía afrontar un agresivo y extraño cáncer que requería un tratamiento en Houston, Estados Unidos. Por ello, necesitaba el dinero y la ayuda de sus coterráneos.
Llegó a España con la colaboración económica de la Embajada, según ha contado él y su primo hoy desaparecidos. Este diario no ha podido contrastar esta información con fuentes diplomáticas.
Pero Serpa pidió asilo político en España y aseguró ser perseguido del régimen. También pidió ayuda económica para su manutención y el pago de su habitación alquilada. Ni él ni su primo tienen trabajo y viven de la caridad de la comunidad venezolana y de oenegés. También han recibido apoyos de la comunidad brasileña en Madrid.
Después de la publicación de su falso caso en Economía Digital, Serpa ha desaparecido. Había accedido a explicar su versión en el programa La Mañana de Televisión Española, pero a última hora del jueves, recogió su maleta y desapareció con su primo.
El primo desaparecido
En sus últimas declaraciones antes de la fuga, Carlos, primo de Serpa, aseguraba haber sido engañado por su primo. «Yo ya no sé qué creer. No sé si tuvo cáncer en Venezuela o se lo ha inventado todo. Lo cierto es que nunca quiso que yo lo acompañara al hospital. No sé si denunciarlo porque no tengo papeles», explicó el primo, que no tiene permiso de residencia en España.
Serpa, que fue acusado por estafa ante la policía, también ha borrado algunas fotografías y mensajes en las redes sociales en las que aseguraba tener metástasis. Sin embargo, ha dejado otras en las que aparece con representantes de oenegés en eventos destinados a recaudar fondos.
Las incongruencias
Serpa pudo engañar a decenas de donantes anónimos que no advirtieron las contradicciones de su discurso. Tampoco comprobaron la veracidad de los informes médicos ni dispararon las alarmas con las barbaridades médicas que contaba.
«Ya bajamos el nivel de intensidad de la proyección de protones que se me estaba haciendo en el tumor cerebral», aseguró en uno de los videos que tuvo repercusión hasta en los medios venezolanos.
El equipo de Televisión Española acudió este viernes a primera hora a casa de Frank. Su compañero de piso aseguró que hizo todas sus maletas y se marchó. Ambos han apagado sus teléfonos móviles y han dejado de responder a las quejas y los insultos que reciben por las redes sociales.
Aquel hombre sonriente, siempre en bata o con respirador, que levantó la compasión en internet, se ha convertido en uno de los hombres más buscados por la comunidad venezolana. Quienes le entregaron dinero reclaman sus donativos. Ahora su futuro no está en manos de los donantes sino de la policía.