Francisco Franco, una vida de lujos de los que todavía goza su familia
La fortuna de Francisco Franco ha sido objeto de mucha polémica, por la dificultad de distinguir su patrimonio personal del de la jefatura de Estado
En España, todo lo que tenga que ver con Francisco Franco está sujeto a polémica, como demuestra la reciente exhumación de sus restos para sacarlos del mausoleo del Valle de los Caídos. Y más aún si nos referimos al patrimonio que acumuló durante los 36 años en los que dirigió el país como dictador.
De hecho, la fortuna de Franco ha dado pie a varios libros e investigaciones que permiten arrojar algo de luz sobre este tema, teniendo en cuenta la complejidad de diferenciar su patrimonio personal del de la jefatura de Estado. De hecho, algunos de los bienes, palacetes y obras de arte que siguen en poder de su familia están siendo reclamadas ante la justicia como parte de un expolio a bienes públicos.
Estos procesos judiciales afectan a propiedades como el Pazo de Meirás o la Casa Cornide, en A Coruña, y a las obras de arte del Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago, entre otras. Muchos de estos bienes fueron donados al dictador por sus seguidores, otros fueron expropiados y en algunos casos, como las figuras del Pórtico, no está claro como acabaron en sus manos.
Franco, con el uniforme militar. Fuente: Wikimedia Commons
Esa línea tan borrosa entre los bienes de Franco y el patrimonio del Estado durante la dictadura, además de la opacidad de sus descendientes, han dificultado la labor de historiadores e investigadores que han intentado arrojar luz sobre este tema. De hecho, no existe consenso sobre a cuánto ascendía su fortuna, aunque sí se ha desvelado que sus herederos tienen un total de 500 millones de euros en su haber.
Parte de esa fortuna de los herederos del dictador procede de la venta de propiedades que recibieron de él en herencia. Este es el caso del Palacio del Canto del Pico, en Torrelodones, del que se deshicieron en 1988 tras años de abandono, de un terreno en la Colonia El Bosque, en las cercanías de Madrid, o de explotaciones olivareras en Jaén.
En los últimos años, el periodista Mariano Sánchez Soler estimó el patrimonio de los Franco en 1975 en torno a los 20.000 millones de pesetas, que equivaldrían a unos 300 millones de euros. Otros autores, como Ángel Viñas, elevan ese montante a unos 400 millones, incluyendo sueldos de empresas como Telefónica o el cobro de suscripciones nacionales a los ciudadanos. Los descendientes del dictador lo niegan.
A continuación, todo lo que se sabe del dinero que tenía el dictador.
Así vivía y gastaba su fortuna Francisco Franco
Francisco Paulino Hermenegildo Teódulo Franco Bahamonde nació en Ferrol (A Coruña) en 1892, en pleno casco histórico de la ciudad departamental. Franco nació en la madrugada del 4 de diciembre de 1892 en el número 108 de la calle Frutos Saavedra de Ferrol, en lo que actualmente es el 136 de la calle María, en pleno casco histórico de la ciudad. Desde 1928, una placa en su fachada conmemora su nacimiento y el de su hermano Ramón por sus méritos militares en las guerras coloniales en África.
Sus padres procedían de familias de tradición militar. Su padre, un capitán de la Armada famoso por su afición al juego y el alcohol, se fugó con su amante cuando Franco tenía 15 años. La infancia de Franco se describe en las biografías como un periodo marcado por su padre, Nicolás Franco y Salgado-Araújo, un militar con experiencia en Cuba y Filipinas y al que se le atribuye una vida disoluta y un comportamiento autoritario y violento. El hombre abandonaría a su familia para trasladarse con su amante en Madrid en 1907, el mismo año que Franco es aceptado en la Academia Militar de Infantería de Toledo.
Rechazado por la Escuela Naval de la Armada, se gradúa en Infantería de forma mediocre. Consigue ser destinado a África, donde se convierte en el general más joven de Europa. Franco intentó entrar en la Marina siguiendo los pasos de su padre y su hermano mayor. Al ser rechazado, ingresa en la Academia Militar de Infantería, donde sufriría novatadas y burlas por su baja estatura y su timbre de voz. Se graduó en el puesto 251 de 312 y, tras 2 años de intentos, consiguió ser destinado a Melilla a combatir los levantamientos rifeños.
Tras dirigir a una tropa de mercenarios locales y participar en la represión militar de la huelga general de 1917 en Asturias, participa en la fundación de la Legión y en varias campañas de las guerras de África, donde es herido varias veces y asciende con rapidez hasta convertirse en 1926 en el general más joven de Europa, con 33 años.
En 1923 se casa en Oviedo con Carmen Polo, una rica heredera asturiana
Franco con su mujer, Carmen Polo. Fuente: Wikimedia Commons
Su fortuna empieza a fraguarse. Franco procedía de una familia acomodada, pero su matrimonio con Carmen Polo y Martínez Valdés en 1923 supuso un empujón considerable a sus finanzas. Ambos se conocieron en Oviedo en 1917, mientras Franco estaba destinado en Oviedo entre campañas en África. Él acababa de ascender a comandante con 25 años y ella estaba a punto de convertirse en la única heredera de una rica familia asturiana.
En julio de 1936, pese sus reticencias iniciales, se suma al golpe de Estado contra la República. 2 meses después, es nombrado generalísimo en Burgos. Franco tocaría techo en el escalafón militar en 1934, cuando es ascendido a general de división por la II República y posteriormente a comandante en jefe de las tropas de Marruecos tras la represión de la Revolución de Asturias de 1934, en la que Franco participó con sus tropas magrebíes. Pese a sus reconocimientos, tomaría parte en las conspiraciones militares contra la República, aunque sin demasiada convicción.
En julio de 1936 huiría de Canarias a Marruecos para reunirse con sus tropas y sumarse al golpe de Estado del 18 de julio, liderado por el general Sanjurjo. Tras su muerte en un accidente de aviación, Franco es nombrado generalísmo en una reunión de los generales sublevados en Burgos. Ostentaría el título durante casi 4 décadas.
«Cuando Franco se hace millonario es en la guerra [civil española]»
Ángel Viñas asegura en su libro La otra cara del Caudillo, publicado en 2015, que Franco se apropió de las llamadas «suscripciones patrióticas», que eran campañas de recogidas de fondos que se realizaban en la zona bajo control de los sublevados para dar financiar a sus tropas. Viñas asegura que, apenas 3 semanas después de su nombramiento, el nuevo jefe de Estado comenzó a desviar fondos de esas suscripciones a cuentas a su nombre.
Tras la Guerra Civil, Franco inicia una política de autarquía que, según Paul Preston, le sirvió para hacer negocio con las licencias de importación. Durante la posguerra, Franco mantiene su alianza con la Alemania nazi y la Italia fascista, que habían apoyado a las fuerzas sublevadas durante la Guerra Civil, pero sin romper la neutralidad durante la II Guerra Mundial. La asistencia alemana, italiana, portuguesa y brasileña sirvió de apoyo a la maltrecha economía española, que recurrió a la autarquía para su subsistencia.
Paul Preston, catedrático de Historia Contemporánea de la London School of Economics & Political Science y reconocido hispanista, asegura que, durante este periodo, el dictador y sus allegados aprovecharon la restricción de las importaciones para hacer negocio concediendo licencias. Además, asegura que, en plena hambruna en 1940, Franco decidió vender varias toneladas de café brasileño que había recibido como ayuda humanitaria.
Todo tipo de regalos, desde un Mercedes Benz de Hitler al Pazo de Meirás
En los primeros años del franquismo, el dictador recibió todo tipo de regalos. Con motivo de su 48 cumpleaños, el líder nazi Adolf Hitler le regaló un Mercedes Benz de 6 ruedas con capilla portátil. Poco antes, en 1938, el conde de Fenosa, Pedro Barrié de la Maza, promueve entregarle el Pazo de Meirás, una casa solariega de la familia Pardo-Bazán en la localidad coruñesa de Sada.
El Pazo protagoniza actualmente una disputa judicial entre la Xunta de Galicia y la familia del fallecido dictador. Los Franco habrían puesto Meirás en venta por 8 millones de euros, mientras que el Gobierno autonómico declaró el Pazo bien de interés cultural. Sin embargo, el complejo sufrió un incendio en 1978 y se desconoce el estado de conservación del pazo y las obras de arte que contiene.
Franco (dcha.) con Adolf Hitler (izda.)
Poco después, la familia Franco también se haría con la Casa Cornide, en el casco histórico de A Coruña, en una adquisición que el investigador Carlos Babío ha calificado de «irregular» en una entrevista con la cadena británica BBC. También de forma irregular se habrían hecho con el conjunto de estatuas del Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago que el ayuntamiento local había comprado en 1947.
También fue un regalo, en este caso del político franquista Carlos Arias Navarro, el panteón familiar en el cementerio de Mingorrubio en el que han sido enterrados los restos de Franco tras su exhumación del Valle de los Caídos.
En 1935 cobraba 2.493 pesetas y, tras ser nombrado jefe de Estado, ascendió a 50.000
Poco después, se triplicaría. Franco percibía una asignación mensual como jefe de Estado de 50.000 pesetas tras ser aclamado generalísimo en Burgos. Sin embargo, tras la contienda, esa cantidad alcanzaría las 150.000 pesetas (unos 900 euros al cambio actual o unos 53.000 euros teniendo en cuenta la inflación, según la actualización de rentas del INE). Además, Franco recibía un sueldo de 10.000 pesetas mensuales de la compañía Telefónica, que equivaldrían a unos 114.200 euros de 2010, según Ángel Viñas.
Junto a sus coches blindados de lujo, uno de los caprichos más lujosos del dictador era el yate Azor. Una de las imágenes icónicas de la dictadura franquista es la del yate Azor, el barco en el que Franco, según mostraba la propaganda del régimen en el noticiario audiovisual No-Do, se entretenía pescando, jugando con sus nietos o recibiendo a personalidades. En realidad se trató de 2 barcos, uno más pequeño que utilizó hasta 1949, que hace unos años estaba a la venta en los Países Bajos, y el más conocido, que tras la muerte de Franco pasó por diversos avatares hasta acabar siendo reciclado como esculturas.
Su fortuna también aumentó desde 34,3 millones de pesetas en 1940 a 20.000 millones en 1975, el año de su fallecimiento. Siguiendo las estimaciones de Ángel Viñas, Franco acumuló desde el golpe de Estado hasta agosto de 1940 una fortuna de 34,3 millones de pesetas, una cifra que actualizada a 2019 equivaldría a unos 388 millones de euros. 35 años después, el año de su fallecimiento, Mariano Sánchez calcula que la fortuna de Franco se había multiplicado unas 500 veces, rondando los 20.000 millones de pesetas.
Noticia original: Business Insider
Autor: Adrián Francisco Varela