Foment acusa a Colau de atentar contra el derecho a la propiedad privada por el conflicto con la Casa Orsola
El presidente de Foment del Treball subraya que la actuación de la alcaldesa de Barcelona representa "una clara injerencia de la Administración Pública en un asunto privado"
El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, ha acusado a Ada Colau de «atentar contra la propiedad privada» por el conflicto con la Casa Orsola. La alcaldesa de Barcelona envió hace unos días una carta a la propiedad del inmueble modernista para reiterarles la voluntad del Ayuntamiento de mediar una renovación «inmediata» de los contratos de alquiler. Pues, según apuntó, existen cinco familias en el edificio a las que se les ha acabado el contrato de alquiler «sin que se les ofrezca la posibilidad» de renovación.
«Nos encontramos ante un ataque directo a personas que cumplen con sus obligaciones», ha lamentado el líder de la patronal catalana para luego sentenciar: «Es una línea roja que ninguna administración puede atravesar, con una actitud abusiva y fomentando la ilegalidad». «Hasta aquí hemos llegado, señora Colau», ha zanjado en una rueda de prensa acompañado por la abogada que representa a la propiedad de la Casa Orsola, Maria José Tarancón, y el miembro de la comisión jurídica de Foment del Treball, Emilio Zegrí.
Para Llibre, la actuación de la alcaldesa de la ciudad condal no solo «constituye una acción sin precedentes por parte de un cargo institucional», sino que también representa una «clara injerencia por parte de una Administración Pública en un asunto exclusivamente privado, que atenta directamente contra la propiedad privada».
«El derecho a la propiedad privada es un pilar de la sociedad de derecho y de la democracia», ha recordado para después concretar que «los poderes públicos la deben defender acorde con el marco legal vigente». «Vivimos dentro de la ley, no de los deseos ni de los eslóganes», ha concretado.
Si bien ha reconocido la necesidad de «fomentar políticas que superen esta situación», también ha indicado que «todas las personas tiene derecho a vivir dignamente». Así, ha remarcado: «Somos firmes partidarios de que es necesario hacer reformas valientes, pero también es necesario defender el derecho a la propiedad privada, la libertad de empresa y la legislación vigente».
«Defenderemos hasta donde sea necesario el derecho de todo propietario para renovar, alquilar, rehabilitar o destinar sus viviendas a la venta, cumpliendo con la legislación vigente», ha insistido antes de lanzar una advertencia al consistorio de la capital catalana: «No permitiremos ningún atentado al derecho a la propiedad, a pesar de que venga disfrazado de buenas palabras».
Acusa a Colau de «connivencia con los okupas»
En esta línea, Llibre ha denunciado que la carta dirigida por Colau a los propietarios de la Casa Orsola es una «muestra clara de su «connivencia con los colectivos okupas». Y ha afeado que acuse a la propiedad del inmueble de «unos hechos que no se corresponden con la realidad y que suponen un grave perjuicio por su imagen ante la opinión pública». «No hay justificación política y no es legal», ha dejado bien claro.
«Los propietarios de la Casa Orsola no han llevado a cabo las prácticas manipulativas de las que la alcaldesa los acusa y han participado con buena voluntad y predisposición en las negociaciones pilotadas por el Ayuntamiento para llegar a un acuerdo que no ha sido posible”, ha manifestado.
«No podemos tolerar estos ataques disfrazados de paternalismo», ha afirmado contundente el presidente de Foment, quién también ha remarcado que los «empresarios, inversores y propietarios» no son los enemigos» y por ello ha emplazado al consistorio barcelonés a «dejar de buscar fantasmas y enemigos externos».
Así, ha opinado que Colau «debería buscar soluciones a los problemas de la ciudad que no pasen por coartar la libertad de los empresarios ni castigar sus esfuerzos», puesto que, según ha criticado, con su actitud «contribuye a generar inseguridad jurídica que afecta al mercado del alquiler, provocando que los propietarios se echen atrás a la hora de sacar viviendas al mercado».