Fiscalía pide otros 5 años más de cárcel para Hasél por liderar disturbios en 2018
El ministerio público considera al rapero como uno de los cabecillas en el intento de asalto a la Subdelegación del Gobierno de Lleida de 2018, en respuesta a la detención de Puigdemont
La Fiscalía ha solicitado cinco años y tres meses de cárcel para el rapero Pablo Hasél como consecuencia de los altercados que tuvieron lugar el 2018 tras la detención de Carles Puigdemont en Alemania. Le acusan de un amplio abanico de delitos que va desde los desórdenes públicos hasta el atentado contra la autoridad, pasando por lesiones y daños.
El ministerio público ha apuntado contra el cantante como uno de los responsables del intento de asalto a la Subdelegación del Gobierno en Lleida, que se produjo horas después de que el expresidente de Cataluña fuera apresado, según ha publicado El Mundo.
Durante las protestas cuatro agentes de los Mossos d’Esquadra resultaron heridos y se reportaron numerosos desperfectos tanto en el edificio como en los vehículos policiales de las inmediaciones. Por eso, la Fiscalía exige también 7.000 euros de indemnización para pagar los daños y otros 4.000 para subsanar a cada uno de los policías autonómicos, que tuvieron que ausentarse temporalmente de sus puestos.
La Fiscalía sitúa a Hasél como cabecilla en el asalto
El ministerio público apunta a Hasél como uno de los cabecillas del grupo que dirigió el ataque contra los agentes que custodiaban el edificio. Otros 10 acusados han sido también puestos bajo la lupa por su presunta instigación a los manifestantes para que increparan a los agentes e intentasen acceder hasta el interior del edificio gubernamental.
«Previo acuerdo con otras personas no identificadas, [los acusados] empujaron a las líneas policiales hacia el edificio, gritando e incitando al resto de los 3.000 manifestantes que al menos allí se encontraban a hacerlo», expresa la acusación.
El texto argumenta que los acusados se apoyaron en el anonimato que ofrece la manifestación para acorralar a los agentes con patadas y empujones, obligándoles a retirarse poco a poco hasta el interior de la puerta que custodia la Subdelegación del Gobierno. La Fiscalía les acusa incluso de sustraer las emisoras de radio de los mossos, lanzarles objetos o realizar pintadas.
Si finalmente se consuma la condena, Hasél encadenaría una nueva pena a su historial delictivo. Actualmente está en la cárcel por los delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona, por los que tendrá que pasar nueve meses entre rejas. También pesa sobre él una condena por un delito de amenazas contra el testigo de un juicio, aunque todavía no es firme.
La Fiscalía se pronuncia tras nueve días de disturbios en Cataluña
La acusación de la Fiscalía se ha producido en un contexto de crispación que se ha centrado especialmente en Barcelona. La capital catalana arrastra nueve días de disturbios como consecuencia de las protestas por el encarcelamiento de Pablo Hasél. Exigen una revisión de los delitos relacionados con la libertad de expresión.
Los altercados han alcanzado un importante grado de violencia en Cataluña con cientos de detenidos y de heridos. Es el resultado de nueve noches de enfrentamientos entre grupos radicales y agentes de la policía. La quema de sucursales bancarias, el saqueo de tiendas comerciales o el lanzamiento de piedras contra edificios emblemáticos son otros de los efectos colaterales.
La incógnita está en cómo encajarán los grupos radicales ahora un nuevo movimiento del ministerio público contra el rapero. El Gobierno de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona se reúnen precisamente hoy para buscar soluciones que permitan reforzar la seguridad tras la escalada de violencia, después de que los manifestantes prendiesen fuego a una furgoneta de la Guardia Urbana, de la que pudo salir ileso un agente que permanecía en el interior.