Financial Times critica la gestión de Colau: «Barcelona ha perdido el rumbo»
El diario británico denuncia la decadencia de la ciudad condal a causa de los "robos callejeros, las avenidas llenas de basura, los atascos de tráfico o la falta de nuevas infraestructuras y atracciones culturales"
«Ha perdido el rumbo, ha perdido su energía», esa es la tesis en torno la que gira el reportaje publicado por el diario Financial Times, en el que se enfatiza la decadencia en la que se encuentra sumida la ciudad condal. A lo largo de la pieza, el diario británico señala la política llevada a cabo por el consistorio barcelonés, liderado por Ada Colau, así como el movimiento secesionista, como los principales culpables de la situación actual de la capital catalana.
La publicación hace hincapié en que gran parte de los residentes «que quieren amar la ciudad» se han dado cuenta de que «algo anda mal». En este sentido, pone como ejemplo los «robos callejeros, las avenidas llenas de basura, los atascos de tráfico o la falta de nuevas infraestructuras y atracciones culturales». Y sentencia: «La política ha fomentado un profundo malestar en una ciudad que es una de las más visitadas de Europa».
El movimiento independentista y la política de Ada Colau
Precisamente, uno de los culpables, según remarca el periódico, son los efectos económicos del movimiento independentista. Y es que, tal y como destaca, desde el referéndum más de 8.200 compañías han trasladado sus oficinas a otras partes de España, principalmente, a Madrid. Sin embargo, el diario también apunta a la política de la alcaldesa Ada Colau, a la que define como una «exactivista de izquierdas» centrada en «frenar el caos del turismo de masa y la especulación inmobiliaria», con la que ha forjado una reputación de «enemiga» tanto para las empresas como para el crecimiento económico.
El reportaje también incluye las consideraciones de la primera edil del Ayuntamiento de Barcelona, que sitúa como principal logro de su gestión la domesticación del «capitalismo enloquecido», para después insistir en que bajo su mandato se ha «restablecido el orden» y se ha apostado por la «diversificación económica». “Ya no estamos en una ciudad que solo apuesta a la especulación inmobiliaria, llena de coches y contaminación, con el turismo descontrolado”, celebra.
Con todo, el diario hace referencia a que la política de la alcaldesa de la ciudad condal es conocida como la «Barcelona del no». «No a la ampliación del aeropuerto; no a un hotel Four Seasons; y no, antes de la guerra de Ucrania, a una sucursal del museo Hermitage de Rusia», remarca.
Barcelona ya no «genera ilusión»
En la pieza también se recoge la percepción del presidente de Seat y Cupra, Wayne Griffiths, quien asegura que, en 1991, cuando se trasladó a Barcelona «la ciudad era tan abierta y tan positiva y tan optimista y tan orgullosa de sí misma«, una imagen que contrasta con el «estado de ánimo más sombrío» que reina en la actualidad en la capital catalana.
Por su parte, el candidato de Junts a la alcaldía de Barcelona, Xavier Trias, sitúa el problema en la política de Colau y su antipatía por las compañías. «Son sobre todo activistas sociales que no entienden que la verdadera lucha contra la pobreza es para crear actividad económica», critica. «Barcelona que generaba ilusión, ahora ya no lo hace», lamenta.