Fèlix Riera: “El retorno al bosque es el derecho del hombre a empezar la historia de cero”
El escritor publica ‘El retorn al bosc’, un ensayo que explica la reacción de la ciudadanía ante la sociedad de la incertidumbre
Vivimos en una sociedad llena de paradojas. Quizá la mayor de todas ellas sea que mientras el capitalismo en su última versión, dominado por la tecnología y la pérdida de la privacidad, avanza como una apisonadora con el visto bueno de los estados, parte de la sociedad ha abandonado la pasividad y ha iniciado una reacción ante las incertidumbres que tienen delante, como el cambio climático, con una especie de vuelta a los orígenes, que Fèlix Riera ha bautizado como “retorno al bosque».
El escritor catalán presentó la pasada semana ‘Retorn al bosc. Pistes per comprendre la societat de la incertesa’ (Pòrtic) en Barcelona, ante un auditorio lleno de amigos y colegas, entre ellos algunos cuyos diálogos y trabajos con Fèlix Riera le inspiraron este libro. En una conversación con Economía Digital, explica qué quiere contar con este ensayo: “Representa el retorno al inicio de la historia. Lo que el hombre está ansiando es tener la oportunidad de iniciar una nueva historia”.
“Habla de una doble reacción de la ciudadanía ante una inminente catástrofe climática, energética, militar, etc.”, relata. La primea es que “un gran número de personas empiezan a movilizarse e intentan poner en marcha una reacción que se basa en una constatación que hasta ahora nadie había hecho: que los estados ya no pueden actuar ante los retos tan complejos como el cambio climático, como consecuencia de la evolución tecnológica, social y científica”.
“Hay una reacción ante la constatación de que los estados ya no pueden actuar ante los retos tan complejos como el cambio climático”
La segunda reacción nace del hecho de que crean que el estado no puede actuar: “Ven en peligro el futuro, en qué mundo vivirán ellos y sus hijos. Por ejemplo, hay incertidumbre ante las olas migratorias que se prevén por el cambio climático; o el metaverso, que no se sabe qué consecuencia tendrá para los derechos y libertades, o la angustia provocada por la guerra”.
Riera matiza que no se trata de una mirada apocalíptica, aunque sí sea pesimista, porque no se limita a unos pequeños grupos de la sociedad sino a su conjunto, que tiene información suficiente para entender la realidad y reaccionar antes ella, y “nace de una constatación”, que es la impotencia del Estado para llegar a todas partes y resolver las incertidumbres de los ciudadanos.
Cómo se manifiesta el retorno al bosque
La doble reacción es el retorno al bosque, que puede manifestarse de muchas formas distintas que tienen en común la “reivindicación de derechos morales” y una especie de retorno a los orígenes de la naturaleza en diferentes aspectos. La vuelta al bosque puede ser metafórica o, en algunos casos, literal. “Hay mucha gente que se ha ido de la ciudad a vivir al bosque en los últimos años”, argumenta.
Una manifestación es “poner a la tierra como medida de todas las cosas, desplazando al hombre, que lo era desde el Renacimiento, y defendiendo que no se puede someter a la naturaleza sino que tienen que estar al servicio de sus normas”. Otra es “el derecho a respirar”, pues expresiones como “me asfixio en la ciudad” han dejado de ser metafóricas para ser literales por la contaminación, por lo que “la gente demanda aire puro”.
Otra es “el derecho moral de los jóvenes”, que piden que se les tenga más en cuenta y «dominar sus vidas, decidir ellos cuando quieren tirar hacia adelante con su proyecto”. Riera explica que “consideran que los adultos ya no están preparados para tomar las decisiones, y lo hemos visto en manifestaciones de jóvenes contra el cambio climático, que piden que se les dé voz porque no se están tomando decisiones”.
“Hay una tendencia de poner a la tierra como medida de todas las cosas, desplazando al hombre, que lo era desde el Renacimiento”
También habla del “derecho a desviarse, a llevar una vida distinta a la que se le había asignado”, para mejorar su calidad de vida, y del “derecho al testimoniaje”, que explica así: “Cada vez hay más gente que cree que las normas en las que quiere basar su vida necesitan si un testimoniaje”, es decir, alguien que constate que puede vivir siguiendo dichas reglas y le ayude a impulsar cambios normativos para conseguirlo.
Ante la sociedad “hipervigilada, dominada por los algoritmos, ante la amenaza de que la neurotecnología domine nuestras vidas”, también ha surgido la reivindicación del “derecho a lo íntimo”. “Es, en definitiva, el derecho a ser humanos. Ante el avance de la robótica, por ejemplo, se preguntan si los hombres y las mujeres están preparadas para hacer frente a lo que viene”, resume Riera.
Los efectos de estas tendencias
“Lo que quiero es mostrar que muchas cosas que vemos en la sociedad y pueden parecer un poco erráticas de forma aislada, si las miramos conjuntamente, tiene un sentido y está alterando la relación de las personas con el Estado”, explica el escritor. ¿Se trata de una especie de reacción antisistema o anticapitalista? En parte, porque “para mucha gente el capitalismo es un sistema que ahoga”, pero no se reduce a ello.
De hecho, señala que esta tendencia ya está cambiando a los gobiernos y el sistema, con ideas como el capitalismo inclusivo o la preocupación por la ESG. “Las personas que gobiernan tienen que entender que hay un nuevo orden psicológico. Hay miedo, la sensación de que las cosas se pueden hacer de otra manera. Ya no es algo que esté en manos de organizaciones, colectivos políticos, estamos hablando de individuos que no están conectadas entre ellas”.
“Los gobernantes tienen que entender que hay un nuevo orden psicológico. Hay miedo y la sensación de que las cosas se pueden hacer de otra manera”
Admite Riera que la sociedad y este movimiento tiene muchas paradojas: “Por un lado, el hombre quiere retirarse a un mundo dominado por la naturaleza, pero el hombre, desde que está en la tierra, siempre se ha dedicado a combatirla, a que la naturaleza no marque sus reglas, y la ciudad es una muestra de ello”. Dejando a un lado, además, de que quiere irse al bosque pero tener 5G.
“El retorno al bosque representa el retorno al inicio de la historia. Lo que el hombre está ansiando es tener la oportunidad de iniciar una nueva historia, sin la influencia de los errores del pasado, sin el callejón sin salida de la tecnología”, resume.
Cómo se canaliza políticamente
¿El retorno al bosque puede canalizarse políticamente? Porque la tendencia en las urnas es la subida de los populismos, como la extrema derecha. El escritor cree que puede afectar, pero de diversas formas: con el populismo, sí; abrazando causa sociales también, pero sobre todo, con el aumento de la abstención. “Ahora la abstención ya no es pasotismo, tiene valor político: la gente no vota porque no espera nada de los políticos para solucionar sus problemas”.
No obstante, sí que los populismos se están aprovechando de las incertidumbres: “El gran problema de los próximos años en Europa es la migración, pero con movimientos que serán diez veces los de ahora; entonces, el tema no será, como ahora, de orden policial, sino que será una amenaza social, y ahí es donde los populismos aprovechan el miedo”. También advierte que “el desprestigio que se ha sembrado sobre el futuro es tan grande que lo que prevalece es conservar lo que tienes, y ahí es donde se hace fuerte el populismo”.
“Ahora la abstención ya no es pasotismo, tiene valor político: la gente no vota porque no espera nada de los políticos para solucionar sus problemas”
La idea de escribir ‘El retorn al bosc’ surgió “hace un par de años, cuando Enrique Ruiz-Doménech recibió el encargo de hacer un ciclo de debate llamado ‘Cambio de era o mutación de la historia’”, en el que participaron, además de Fèlix Riera, Josep Ramoneda, Almudena Blasco y Miguel Arias Maldonado, entre otros intelectuales. Tras el mismo, la revista La maleta de Portbou encargó un artículo a Riera y, al escribirlo, se dio cuenta de que de esas reflexiones podía salir un libro.