Felip Puig diseña una ‘conselleria’ de Empresa i Ocupació a su medida
Pere Torres se perfila como el responsable de una 'supersecretaría' que englobará desde turismo a seguridad industrial
Se esperan aires nuevos para la conselleria de Empresa i Ocupació. Un mes después de que Felip Puig aterrizara a uno de los departamentos más importantes de la Generalitat, engloba toda la política empresarial (desde turismo a promoción económica), ya tiene lista la inevitable reestructuración tras sustituir a Francesc Xavier Mena, quien ha anunciado que pone punto y final a su aventura política y regresa a las aulas. De momento, no a las de Esade.
Puig ha diseñado una supersecretaría que se encargará de la dirección general de comercio, turismo, política industrial, energía y seguridad industrial, según afirman fuentes de CiU a Economía Digital. Incluso tiene un nombre sobre la mesa para dirigirla, el de Pere Torres.
El ex regidor de Rubí (Barcelona) ha desarrollado la mayor parte de su carrera política junto a Puig. Fue director general de Planificación Ambiental de Medi Ambient hasta 2001, le siguió a Política Territorial i Obres Públiques como secretario de Planificación Territorial y, cuando CiU recuperó el poder en la Generalitat en 2010, el actual responsable empresarial le nombró asesor en materia de seguridad pública en el departamento de Interior.
Fracaso del ‘proyecto Esade’
La aprobación de este organigrama se presentará, si no hay un contratiempo de última hora, en la reunión del Consell Executiu del próximo martes, informan las mismas fuentes. Su visto bueno final también ejemplificará el fracaso del proyecto Esade que impulsó el President, Artur Mas, la legislatura pasada.
Dejar en manos de independientes del partido con una larga y reconocida trayectoria en la docencia le ha provocado más dolores de cabeza que alegrías al President. La gestión de Mena consiguió poner de acuerdo a sindicatos y patronales en que el papel del conseller era más bien discreto en los múltiples conflictos que han surgido en los últimos dos años. En algunos, los implicados incluso reconocen que la solución política fue mérito de otros representantes públicos alejados del departamento. Como en el caso de Yamaha, en le que la alternativa industrial la consiguió Alta Partners, la consultoría empresarial que se investiga en el marco del caso ITV.
También fue muy criticado por eliminar los espacios de concertación social y diálogo a tres bandas (patronal, sindicatos y Generalitat) y por su retraso en definir una política industrial concreta en un entorno de profunda crisis económica.
Dos personas ratificadas
De todo el equipo de Mena, sólo han sido ratificadas dos personas. El polémico Ramon Bonastre (fue indultado en 1997 por malversación de fondos públicos) fue nombrado número dos de Felip Puig hace una semana. Aunque el antiguo director general de Relaciones Laborales es un hombre de partido, poco sospechoso de formar parte del clan Esade.
Quien sí que aterrizó en la Generalitat de la mano de Mena fue Enric Colet. En la pasada legislatura era el hombre de confianza del ex conseller, aunque en los próximos cuatro años no tendrá ninguna vinculación con la gestión empresarial, su especialidad. Germà Gordó se lo llevó con él al departamento de Justicia como su secretario, en un movimiento político que ya ha sido muy cuestionado.
Está en el aire saber la continuidad de otro de los hombres Esade que aún están en Empresa i Ocupació. La de Jordi Escalé como director gerente del Centre de Telecomunicacions i Tecnologies de la Informació (CTTI). Él fue el encargado de ejecutar el contrato del siglo, la privatización de las telecomunicaciones de la Generalitat por como mucho diez años valorada en 2.800 millones de euros. El ideólogo del modelo, mediante diálogos competitivos, fue el director general de telecomunicaciones i sociedad de la información, Carles Flamerich. Quien tiene muchas posibilidades de continuar en el cargo, según fuentes cercanas a la conselleria.