Feijóo supera su primer mes al frente del PP con importantes retos pendientes

Durante este periodo Núñez Feijóo ha dimitido como presidente de la Xunta y ha concentrado en la economía su oposición al Gobierno de Pedro Sánchez

La fuga de votos de Vox al PP se duplica con Feijóo./ EFE

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 Alberto Núñez Feijóo ya lleva casi un mes al frente de la dirección nacional del Partido Popular. Y es que este próximo lunes, 2 de mayo, cumple un mes como líder nacional del PP, un periodo en el que ha dimitido como presidente de la Xunta, que sigue encabezando en funciones hasta su sustitución, y en el que ha concentrado en la economía su oposición al Gobierno de Pedro Sánchez.

Para ser más específicos, Feijóo tomó las riendas del principal partido de la oposición el pasado 2 de abril en el XX Congreso Nacional, celebrado en Sevilla, donde dio relevo a Pablo Casado tras una crisis inédita a causa de su choque con la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Un mes después, y tras formar una cúpula con Galicia y Andalucía como pilares, el ruido orgánico está por el momento acallado, a pesar de que siguen vivas múltiples incógnitas, como la continuidad o no de los portavoces parlamentarios, la llegada o no de Feijóo al Senado para confrontar con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, o los cargos intermedios de la dirección cuyo nombramiento sigue pendiente.

Al ser elegido, Feijóo llamó a los suyos a trabajar para poder llegar al gobierno y prometió una oposición constructiva y alejada de la crispación. De esta manera, en las cuatro semanas transcurridas desde entonces el PP se ha volcado en una iniciativa: un plan económico remitido sin logo a Moncloa que incluye rebajas fiscales a rentas medias y bajas y ayudas directas a quienes tienen menores ingresos.

Sin embargo, Feijóo no ha logrado que el Ejecutivo asuma su propuesta como propia y ha dado su primer no a una iniciativa clave -la convalidación del decreto anticrisis-, pero sí ha conseguido situar su alternativa económica en el centro del debate, dejando a un lado la renovación del poder judicial, donde el Ejecutivo y el PP también mantienen un diálogo. Así, sin salir por el momento del no, los populares han cambiado de tono y de formas para mostrar a los españoles, y también a Sánchez, que son alternativa de Gobierno.

Por otra parte, otro de los desafíos de Feijóo al llegar a la sede nacional del PP, en la madrileña calle de Génova, era replantear la relación con Vox, cuando en Castilla y León echaba a andar la primera coalición de Gobierno entre ambos partidos. En este tiempo, el líder de los populares ha reiterado que su objetivo es volver a aglutinar mayorías en torno al Partido Popular, mientras ha pasado por alto a Vox, sin confrontar con este partido. En esta misma línea, tras fijar reuniones con sindicatos y patronal, Feijóo no estuvo en la foto de la toma de posesión de Alfonso Fernández Mañueco, a diferencia de Santiago Abascal, pero se ha comprometido a mantener una reunión con el líder de Vox, con el que no se cierra a pactos a pesar de que intentará no depender de terceros.

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