Feijóo se equivoca al votar y apoya la reforma de Sánchez para renovar el TC
"Es humano y se ha equivocado", han admitido fuentes del entorno de Feijóo, designado senador tras ser elegido presidente del PP
El pleno del Senado ha aprobado este miércoles la reforma de la ley del Poder Judicial que permitirá renovar el Constitucional y que abre la puerta a una mayoría progresista en ese tribunal y lo ha hecho con el voto a favor del líder del PP, Núñez Feijóo, que se ha equivocado. No obstante, esta equivocación, al contrario que cuando el diputado popular Alberto Casero votó a favor de la reforma laboral, no ha sido determinante. Así, la polémica reforma exprés impulsada por el PSOE ha salido adelante con 147 votos a favor y 110 en contra.
«Es humano y se ha equivocado», han admitido fuentes del entorno de Feijóo a Efe, designado senador tras ser elegido presidente del PP. El líder de los populares se había incorporado minutos antes al hemiciclo, donde el grupo socialista le había recriminado que no asistiera a los debates del Senado.
«¿Donde está el señor Feijóo? Trabajando por España», ha dicho desde la tribuna el senador popular Fernando Martínez-Maíllo en respuesta a los socialistas. «Se nota cuando le citan qué miedo le tienen. En poco tiempo se está ganando día a día la confianza y el respeto de muchos españoles, también de muchos socialistas decepcionados con ustedes», ha añadido.
Desde el PP han denunciado que al PSOE «siempre le ha dado igual» la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y lo que querían era «ocupar el Tribunal Constitucional». Una acusación a la que los socialistas han respondido alegando que «obstaculizar la renovación (del CGPJ) es un grave atentado a la estabilidad del sistema democrático».
Los socialistas abanderaron hace un año junto a Unidas Podemos una reforma para impedir que el CGPJ pudiera realizar nombramientos en funciones, esperando forzar así al PP a negociar la renovación de ese órgano, pero la estrategia no funcionó y han decidido permitir que el Consejo, que supera los tres años y medio en funciones, nombre a los magistrados del Constitucional.
Cuatro de ellos concluyeron su mandato el pasado 12 de junio y dos deben ser designados por el Gobierno y otros dos por el CGPJ. Y será antes del 13 de septiembre, ya que en la reforma se ha fijado también un plazo de tres meses para las sustituciones.
El PP denuncia la «contrarreforma de la reforma»
El portavoz popular de Justicia en el Senado, Fernando de Rosa, ha denunciado la «contrarreforma de la reforma y la enmienda de la autoenmienda» y, en clave irónica, se ha preguntado si habrá nuevos cambios y se inhabilitará de por vida a los vocales del CGPJ si no cumplen los plazos o eligen a magistrados que no gusten en Moncloa.
«El grupo socialista hará cuantas reformas, con instrumentos democráticos, como sean necesarias para intentar normalizar la situación que ustedes han llevado al borde del precipicio», le ha replicado la senadora del PSOE Vitoria de Pablo.
Si para el PP está claro que el único objetivo del Gobierno es contar con mayoría progresista en el Constitucional, a la espera de sentencias sobre asuntos clave como el aborto, la eutanasia o la ley Celáa, para el PSOE también está claro que los populares solo buscan mantener la mayoría conservadora del CGPJ.
«El PSOE hará tantas reformas, con instrumentos democráticos, como sean necesarias para intentar normalizar la situación que ustedes han llevado al borde del precipicio»
Vitoria de Pablo (PSOE)
De Rosa ha acusado al Gobierno de estar en «rebeldía» con Bruselas, que reclama que la mayoría del CGPJ sea elegida por los propios jueces, pero la portavoz socialista, Victoria de Pablo, le ha recordado que Bruselas también exige renovar «ya» el órgano de gobierno de los jueces, lo que implica hacerlo con el actual sistema y el aval de tres quintos del Parlamento.
«Los constituyentes jamás llegaron a imaginar que se pudiera establecer esta insumisión inconstitucional», ha asegurado la senadora socialista, que ha achacado al PP un «intento peligroso e irresponsable de manipulación de nuestra arquitectura constitucional».