Feijóo se ‘ayusiza’: buena parte del plan energético del PP replica el de Madrid
El PP presenta al Gobierno un plan integral de ahorro con medidas a corto, medio y largo plazo que siguen los postulados propuestos hace semanas por la líder madrileña
El ahorro energético, en entredicho desde que el Gobierno decretara unas medidas de la noche a la mañana en el tiempo de descuento justo antes de las vacaciones de verano, ha impactado de lleno en la vida orgánica del Partido Popular. Aquella ofensiva tuvo repercusión en Génova, la sede nacional de la formación, especialmente porque la baronesa madrileña, Isabel Díaz Ayuso, respondió en cuestión de instantes.
El rápido posicionamiento de la líder madrileña puso en un brete a su formación, puesto que venía a contradecir la línea que había defendido el presidente popular, Alberto Núñez Feijóo, apenas diez días antes. Pero tras la ofensiva de Ayuso todo cambió: el PP tuvo que ajustar su discurso y virarlo. Fue un movimiento que se asumió con pragmatismo y que no ha levantado mayores recelos entre ambos dirigentes, según han asegurado fuentes cercanas a ambos a Economía Digital.
Pero tanto se han asumido que buena parte de los movimientos que el Gobierno madrileño de Isabel Díaz Ayuso ya había reclamado a Moncloa han encontrado encaje directo en la estrategia nacional, en el plan presentado este lunes para un pacto energético y que el PP ha cocinado con mimo, donde se han explayado con hasta 46 folios que incluyen posibles medidas y análisis a partes iguales, en lo que han venido a llamar ‘Propuestas para un pacto energético que proteja a familia y empresas para la recuperación de la economía española’.
Las propuestas de Madrid
Era 31 de agosto cuando la consejera de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Paloma Martín, rubricó una carta dirigida a la vicepresidencia tercera del Gobierno y Ministerio de Transición Ecológica. En dicha misiva, la Comunidad de Madrid, que se había mostrado en pie de guerra desde el primer minuto contra las medidas de ahorro energético, realizó una serie de propuestas.
Iban desde revisar el mecanismo de la excepción ibérica -el tope al gas-, a configurar un «mix energético con fuerte penetración de las renovables» y con la nuclear como «respaldo», pasando por un «Plan Renove para cambios de calderas», el apoyo a las empresas con cogeneración o la explotación de materias primas, entre otras.
Por no hablar, claro, de la punta de lanza de la resistencia del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso durante este verano: las medidas de ahorro dirigidas al sector privado «han de ser recomendaciones, en línea con lo señalado por Bruselas, no imposiciones que lastran la economía».
Pero no se quedaba ahí: la Comunidad de Madrid reclamaba sustituir los ocho impuestos estatales que gravan actualmente la producción de energía por un impuesto único que, además, «internalizara» daños ambientales, así como la suspensión temporal de los derechos de emisión de CO2. También pedía reforzar las interconexiones, tanto eléctricas como gasistas, con el sistema europeo.
Cómo se gestó el plan de Génova
Además, puntos clave de la estrategia de comunicación madrileña durante las últimas semanas se han centrado en aspectos como el ajuste de temperaturas o la eficiencia de la iluminación, además de la defensa de las competencias autonómicas. Todo encuentra encaje en el plan nacional, que, según fuentes de Génova, fue gestado tras reuniones no sólo con expertos, empresas afectadas y antiguos cargos con responsabilidad de Gobierno del partido, también con las administraciones locales, autonómicas y europeas.
Todas esas medidas encuentran acomodo en el plan nacional del PP, que remitió al Gobierno este lunes tras haberlo anunciado el martes anterior en el cara a cara entre Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez en el Senado. La explicación primera es que, además de que son el mismo partido, la responsable de Medio Ambiente en la Comunidad de Madrid, Paloma Martín, también es miembro destacado del equipo económico de Feijóo a nivel orgánico nacional.
Fuentes cercanas a Martín insisten en conversación a Economía Digital que «no tienen la sensación» de que se haya replicado. «A Madrid se le consultó, como a todas las comunidades», explican. «No ha sido nuestra intención. Colaboración con el partido y defender la posición de Madrid, eso es todo».
Aunque, claro está, la estrategia global que los populares han hecho llegar a Moncloa es mucho más extensa y detallada. De hecho, la petición estrella, aplicar “descuentos directos” de hasta el 20% en el recibo de la luz y del 40% en el del gas para aquellos hogares y pymes que moderen su consumo energético en más de un 15%, del mes de noviembre de marzo, con referencia al mes correlativo del año anterior, como otras tantas, es inédita.