Feijóo rechaza la última oferta del Gobierno para repartirse las sillas del CGPJ
Mientras el presidente del CPGJ critica "las sucesivas condiciones" para su obligatoria renovación, tanto PP como PSOE mantienen el pulso sin intención de ceder, a pesar de las intentonas del Gobierno
La paciencia ya se ha agotado para todos los implicados en la renovación de los órganos constitucionales: cuando el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, tuvo que advertir a los principales partidos políticos de que la situación ya es más que insostenible y puso sobre la mesa la posibilidad de su dimisión, el cambalache con el que el Gobierno como el Partido Popular parecen entender el bloqueo de la justicia tuvo una nueva oportunidad de solucionarse. El rapapolvo público alentaba a ello. Pero, una vez más, no hubo acuerdo.
Sucedió poco después del tirón de orejas. Según fuentes populares, la ministra de Justicia, Pilar Llop, se dirigió al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo «para pedirle que le dé los nombres que propone el PP para afrontar esta renovación». Ya habían gozado de un aparte de varios minutos los tres implicados -Lesmes, Llop, Feijóo-, propiciados por el periodista Miguel Ángel Aguilar, un detalle narrado por Efe. El tiempo apremiaba: el presidente del CGPJ ya había situado su dimisión en «semanas» si no se deshacía el entuerto.
Sin embargo, a los populares no les pareció suficiente para sentarse. Así lo transmitió el propio Feijóo a la ministra de Justicia, trasladan desde Génova. El motivo es que «no se trata de repartir nombres, sino del currículum y los parámetros de experiencia e independencia que deberán cumplir los futuros y posibles candidatos». Todo mientras Lesmes criticaba las «sucesivas condiciones» que ambas formaciones políticas han ido poniendo para conseguir la obligatoria renovación del órgano constitucional, que se encuentra prorrogando su mandato por cuarto año desde que caducó.
Pulso del PP al Gobierno
El ambiente político está más que caldeado. El Partido Popular, con Feijóo a la cabeza, está «dispuesto» a reunirse con el Gobierno siempre y cuando haya unos «requisitos mínimos», que pasan por abordar la reforma del Poder Judicial y la renovación conjunta del Tribunal Constitucional y del CGPJ. El líder popular no cede, a pesar de la presión, que se redobla según pasan las horas: cree que sin reforma no hay garantías, y de ahí, por el momento, no se piensa mover.
El problema esencial es que en Génova no se fían de la palabra de Pedro Sánchez, de lo que diga en público y después caiga en el olvido mediático. Ya no les vale con que acceda de manera oral a negociar o a designar candidatos a dedo, no. Buscan el pack completo, de acuerdo a sus reuniones con las organizaciones mayoritarias de jueces y fiscales. Están en una posición donde la jugada puede parecer tan audaz como suicida, políticamente. Porque, creen, intervendría la UE.
Es un pulso total al Gobierno, y cuenta con la carta de que el sector de magistrados conservadores del TC bloqueen cualquier movimiento socialista que pueda permitir la renovación unilateral de su tribunal a la que aspira Moncloa con el tradicional cambio de mayorías que se produce cuando un nuevo Gobierno es elegido democráticamente y renueva los dos miembros que le tocan con su tendencia. Lo habitual es además que el CGPJ nombre a un magistrado conservador y otro progresista. Así, en este caso, supondría que el TC gozara, desde hace 3 años, de una mayoría progresista, que es lo que el PP está tratando de evitar.
El Gobierno redobla la presión
«El PP envió en el mes de julio una propuesta al Gobierno en busca de dicha renovación y con la intención de reforzar la independencia de los jueces y de la Fiscalía General del Estado«, deslizan desde la dirección del partido. «Creemos que dicho documento es la mejor base para buscar un acuerdo que sea aceptable y vaya en consonancia con los parámetros que plantea la Comisión Europea».
En Moncloa están cerca de su límite. Fuentes del Gobierno indican a este periódico que, en su opinión, «el PP se envuelve de nuevo en excusas para no cumplir con el mandato constitucional de renovar el CGPJ en tiempo y forma añadiendo un pretexto más a sus maniobras dilatorias».
«Otra vez queda constatado que, ante la Constitución sólo hay dos actitudes, cumplirla en todos sus puntos, como defiende el Gobierno, o interpretarla a conveniencia y obstruir su cumplimiento, como insiste en hacer el PP», responden en Moncloa. «El Gobierno siempre ha tenido y sigue teniendo la disponibilidad de renovar el CGPJ bajo la ley actual y bajo el mandato constitucional. Se puede hacer hoy mismo«, insisten.
Eso sí, también bajo sus propias condiciones. Porque tampoco contemplan otro escenario, ni siquiera la opción de que el CGPJ no nombre a los dos magistrados que le corresponde nombrar para el TC antes del próximo martes 13, cuando vence el plazo legal para ello.