Feijóo pide al Rey ser designado candidato: «Soy el que está más cerca de la mayoría»
El líder del PP defiende ante Felipe VI que debe ser designado por haber ganado las elecciones y contar con el apoyo de Vox, UPN y CC
El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha decidido dar el paso al frente ante el Rey Felipe VI para solicitar, formalmente, ser designado candidato a la investidura de un posible Gobierno. Así lo ha expuesto en una rueda de prensa posterior a su encuentro con el monarca: «He mostrado mi disposición a ser candidato a la investidura si el jefe del Estado así lo considera».
«Lo aceptaría, cómo no, con lealtad a la nación y a la monarquía constitucional, y consciente de la responsabilidad que vivimos en este momento», ha especificado Feijóo, que ha constatado estar «a 4 diputados de la mayoría absoluta» frente a un PSOE que necesitaría «una amnistía, un referéndum y oficializar la desigualdad entre los españoles» para poder conseguir los apoyos que necesita del Junts de Carles Puigdemont.
De hecho, el presidente popular se considera legitimado para ser el elegido por el monarca por «tres avales» que respaldan su propuesta y que lo convertirían en candidato y no en un simple aspirante. La primera: el Partido Popular fue quien ganó las elecciones del 23J. Segunda: junto a UPN, Coalición Canaria y Vox suma 172 diputados. La tercera es más difusa: el dirigente cree que dadas «las condiciones», es su «deber».
O a final de agosto, o a final de septiembre
«Soy consciente de las dificultades que entraña el logro de una investidura y estoy convencido de que los españoles conocen la propuesta de la formación política más votada en las urnas«, ha explicado Feijóo, que ha especificado que su intención, en caso de recibir el encargo, es «mantener contactos a partir del próximo lunes».
De este modo, el calendario que se pone encima de la mesa se vuelve un rompecabezas, por el propio funcionamiento de la Cámara. En el momento en que se celebre la primera votación del Pleno de investidura y resulte fallida, sin ni siquiera esperar a la segunda, el reloj constitucional comienza a correr hacia una repetición electoral. El artículo 99 de la Constitución no ofrece dudas al respecto: «Si transcurrido el plazo de dos meses, a partir de la primera votación de investidura, ningún candidato hubiere obtenido la confianza del Congreso, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones con el refrendo del Presidente del Congreso».
Si hubiera un debate de investidura fallido a principios de septiembre en el que ninguno de los candidatos resultara investido empieza a contar un plazo de dos meses para posibles nuevos intentos. Si en ese tiempo no se aprueba una alternativa, se disuelven las Cortes -en este caso, sería en noviembre- y 47 días después de ese momento se celebrarían elecciones generales de nuevo. Esa fecha sería peligrosamente cerca de la Navidad, y es un escenario que buscan evitar sea como sea todos los partidos.
Es decir: si la Presidencia del Congreso -quien tiene la potestad para fijar la fecha- no sitúa la posible investidura de Feijóo -o Sánchez, dado el caso- a finales de la próxima semana, el calendario, con tal de evitar la Navidad, sólo podría cuadrarse a partir del 27 de septiembre. De hecho, Feijóo le ha pedido tiempo a Francina Armengol, la presidenta del Congreso, para poder cerrar la cita. Su pretensión, según fuentes de su equipo más próximo a ECONOMÍA DIGITAL, es hacerlo a finales del próximo mes, no justo ahora, sin ningún margen de maniobra.
No presentarse, «una irresponsabilidad»
«Los más de 11 millones de españoles que quieren cambio y que defienden la igualdad merecen tener voz», ha afirmado Alberto Núñez Feijóo durante su rueda de prensa, donde ha aceptado preguntas al igual que Pedro Sánchez pero no así Vox o el PNV. «Garantizo que se la daremos [la voz] en la investidura y se la daremos durante toda la legislatura si la investidura resulta exitosa».
¿Por qué aceptaría Feijóo el encargo del Rey a pesar de no contar con los números y poder quemarse? Porque, tal y como considera el líder popular, «dejar huérfano el deseo de pasar página» de los siete millones de españoles que optaron por el PP en las elecciones y de los once millones que suma junto a los votantes de las formaciones que le han especificado ya su apoyo «sería una irresponsabilidad». De hecho, en Génova no pierden de vista el ejemplo del error de Inés Arrimadas en Cataluña tras las elecciones autonómicas del 21 de diciembre de 2017.
El líder del PP tiene claro lo que ofrece, aunque pueda caer en saco roto. «Mi propuesta en el caso de producirse la designación tendría como pilares básicos la defensa de la Constitución, el impulso del estado autonómico, la preservación de poderes y el respeto escrupuoloso a las sentencias judiciales y procedimientos judiciales«. Y con eso ha ido al Rey, a la espera de ver si es suficiente… o no.