Feijóo propone 5 pactos de Estado si llega a Moncloa y pide apostar por «la libertad sin ira»
El candidato del PP pide una "gran mayoría" y buscará acuerdos sin "vetos". "El único límite es la Constitución, la sensatez y el sentido común"
Es el pistoletazo de salida al tramo final de la campaña de las elecciones generales y el presidente del PP y candidato, Alberto Núñez Feijóo, está buscando ser lo más claro posible. Si ya apela directamente a conseguir una «amplia mayoría» y concentrar el voto que «desee el cambio» en su papeleta -que nadie «se quede en casa, se confíe u opte por opciones que no van a traducirse en escaños», en clara referencia a Vox, el líder popular ha propuesto cinco nuevos pactos de la Moncloa, «como se hizo en los albores de la democracia».
El primero de los acuerdos que pone sobre la mesa Feijóo es un pacto institucional, para la preservación de la «división de poderes». Le sigue un segundo pacto por el Estado del Bienestar, «que garantice la viabilidad de la sanidad pública y la estabilidad de la educación»; un tercero por el «saneamiento económico»; un cuarto pacto por la familias, «para que tengan mayor capacidad para la conciliación», y finalmente un acuerdo territorial, «destinado a fortalecer la España de las autonomías mediante un diálogo multilateral que permita tomar decisiones comunes sobre asuntos comunes».
«Esto no dependerá solo de mí, sino que muchas cosas han de cambiar en el resto de partidos políticos», ha advertido Feijóo, pero también ha afirmado que, «con que salga alguno de los cinco, la legislatura habrá merecido la pena», en un acto ante los miembros de sus listas por Madrid al Congreso y al Senado.
Libertad sin ira, a lo Jarcha
En un tono claramente conciliador y centrista, el presidente del PP ha indicado que no piensa tolerar «ataques a la unidad nacional ni a las comunidades autónomas». «No seré rehén de ningun partido, ni siqueira del mío, ni contradeciré mis principios o mi palabra por nada, por absolutamente nada. No existen las dos Españas que algunos quieren resucitar sin éxito», ha jurado.
Así, ha señalado que se propone «restaurar el espíritu de la moncloa que alumbró el mejor momento de España: la Transición». De hecho, ha hecho suyo el lema «Libertad sin ira», propio de aquel periodo y popularizado por el grupo Jarcha en una canción titulada bajo ese nombre. «España está en otra encrucijada crucial, con otros problemas pero con resortes democráticos. Pero tenemos el reto de deshacer trincheras, impedir que se dividan los españoles en bandos, y apostar por el bien común«.
Eso sí, a sus ojos, a los españoles «no les vale cualquier tipo de cambio»: ni «abrupto, revanchista, o atropellado». «La gran mayoría de españoles quiere un cambio sin ira. No busco venganza ni escarmiento, sino una victoria para que España se gobierne de la mejor manera posible».
«Pido a los españoles que me otorguen un mandato claro y rotundo. Busco la gran mayoría, pero no para practicar la política autoritaria, sino de acuerdos, no frentista, sino abierta. Quien quiera sumarse, contará conmigo». El «único límite» que ha señalado para esos acuerdos «sin vetos» es «la Constitución, la sensatez y el sentido común. Quien crea que puede obligarme a cualquier cosa, que se olvide», ha zanjado.