Feijóo se lanza a por los votantes de centro izquierda con el aval de Ayuso

Los populares, tanto a nivel nacional como a nivel autonómico, ya no miran a Vox: creen que el proyecto cae por su propio peso y demuestra que ellos son la única alternativa a Sánchez

El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo (i) junto con su portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra (d) y el vicesecretario institucional del PP Esteban González Pons (2d), hace balance de 2022, su primer año al frente del partido y de la oposición tras sustituir a Pablo Casado, durante una rueda de prensa celebrada este jueves en la sede del partido en Madrid. EFE/ Fernando Alvarado

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El Partido Popular tiene una misión clara: llegar a la Moncloa en diciembre de 2023 y ganar las elecciones de nuevo, tal y como hizo su formación por última vez en el año 2016. La dirección lo sabe, el reloj empieza a contar en el último año de legislatura y el presidente popular, Alberto Núñez Feijóo, no quiere perder un minuto. Desde su entorno lo recuerdan en conversación con Economía Digital: él llegó a liderar el partido para «ganar» y en ello está.

Es por eso que la estrategia ya está clara: comenzar ya y arrancar con el modo electoral. Así, la mira del PP apunta a un nuevo caladero de votos que, según teorizan en Génova, será el que les pueda aupar a la Moncloa: el centro izquierda y la izquierda «decepcionada», señalan las fuentes populares a Economía Digital.

No es una cosa única del presidente, de igual modo. Esta misma semana, tras bloquearle Vox la aprobación de las cuentas regionales, la baronesa considerada más dura, la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, ya marcó distancias con la formación de extrema derecha. Ese flanco, visto lo visto, no importa ahora a la hora de convencer. Y de hecho este jueves Feijóo, en su balance del año político, comentó que entiende la «decepción» de Ayuso con Vox.

«Estas personas que han votado a Vox cada vez tienen más claro que si quieren una alternativa al Gobierno sanchista con los independentistas hay una única alternativa y que lo demás es simplemente ofrece posibilidades a ese Gobierno de Pedro Sánchez», han sido las palabras textuales del líder del PP, que también se ha querido separar de los postulados de la formación en cuanto a violencia de género.

Un proyecto «sin etiquetas»

Los populares quieren convencer al mayor número de electores posibles y saben que donde más hay que ganar es, precisamente, al otro lado de su espectro. De hecho, en su alocución del jueves, el presidente del PP admitió que pretende lograr un cambio político en España en 2023 ofreciendo a los electores un partido «sin etiquetas» y transversal con el que apela a los descontentos con el PSOE de Pedro Sánchez y a la «amplía mayoría» que cree que «España merece un mejor Gobierno».

Feijóo ve a su partido con una salud «tan buena como en sus mejores momentos» y «en condiciones de poder ganar en cualquiera de las comunidades autónomas que se someterán a las urnas en el mes de mayo», unos comicios que el PP plantea como una moción de censura a Sánchez.

En las generales y a pesar de que en las encuestas el PP necesita a Vox para alcanzar la mayoría absoluta, el objetivo según Feijóo es «sumar votos» y no «diputados». «Creo que hay una mayoría de españoles que pueden unirse a un proyecto sin etiquetas. Hay más españoles que no nos habían votado que nos van a votar y que no nos habían votado y tienen claro que no van a votar a quienes habían votado en las últimas elecciones», afirmó el líder popular.

Votantes de Podemos «defraudados»

Y precisamente, como «valores» de ese «proyecto sin etiquetas», Feijóo ofrece reformas para el crecimiento económico, rigor en la gestión del dinero público y la defensa de las instituciones.

Pero no es la primera vez que el PP desvela sus cartas. Ya hizo una referencia muy llamativa que arqueó las cejas de propios y ajenos hace apenas dos semanas, durante la Junta Directiva Nacional. De aquella, Feijóo fue cristalino y quiso dirigirse para explicarle su proyecto a «muchos socialistas que no comparten la deriva de este Gobierno», pero no sólo. También a «Muchos votantes de Podemos seducidos por sus ansias de regeneración que se han sentido traicionados y defraudados. Incluso muchos simpatizantes del nacionalismo moderado observan con inquietud este camino».

El final está claro para Feijóo: esta «pesadilla política», como la denominó entonces, que, a sus ojos, vive España, terminará cuando se celebren las próximas elecciones generales. Y ellos piensan poner toda la carne en el asador para ello.

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