Feijóo ordena mantener la estrategia con Vox y asegura que no tendrá castigo el 23J
En Génova consideran que hay que alejarse del "ruido" mediático y que, con las aguas bajas, los votantes del PP apoyarán su proceder con el partido de extrema derecha
El guirigay que ha supuesto las diferencias que el PP ha establecido en sus negociaciones con Vox en los parlamentos autonómicos ha desembocado en un runrún interno en el partido y una preocupación para unos cuantos dirigentes de Génova. Así, varios de ellos, en conversación con ECONOMÍA DIGITAL, advierten que esa disparidad a la hora de tratar a la formación de extrema derecha puede ser difícil de comprender cuando falta menos de un mes para la verdadera prueba de fuego: las elecciones generales del 23J.
Sin embargo, el mensaje que la dirección popular y el entorno del presidente Alberto Núñez Feijóo buscan trasmitir es que esa libertad autonómica, eso de no intervenir, no ordenar, no planificar los tiempos de sus baronías, es exactamente lo que les recompensará en 30 días en las urnas. Así lo creen en la planta noble de Génova.
«Cada tierra es cada tierra. Critican por pactar y por no pactar», ironizan fuentes cercanas a Feijóo, que lo consideran «inevitable». «El votante cuando baje el ruido lo verá de otra manera», aseguran, aunque no faltan voces en su partido que, en privado, dejan caer lo contrario, dentro del escenario de bibloquismo que dibujan las encuestas tras las próximas generales, donde Vox, de manera activa o pasiva, será un socio inevitable del PP.
Aragón, pacto de investidura en camino
Mientras, aunque de manera un poco deslavazada, se van encajando las piezas de los puzzles autonómicos. El acuerdo entre el PP y Vox que ha servido para poner a la candidata del partido de derecha radical al frente de las Cortes de Aragón ha reavivado la expectativa de pactos entre ambas formaciones, que pese al atasco en Extremadura y Murcia, anima el debate nacional a solo un mes para las elecciones generales del 23J.
El pacto de Aragón incluye también la formación de una mesa de trabajo para explorar las posibilidades de alcanzar un acuerdo basado en «un programa de cambio avalado por el inapelable resultado electoral», según el PP, y de cuya consecución depende el apoyo de Vox a la investidura del popular Jorge Azcón, como ha recalcado la formación de Santiago Abascal.
Extremadura y Murcia
Y mientras tanto, la presidenta regional del PP y candidata a la Junta, María Guardiola, ha asegurado este viernes que la dirección nacional de Vox «ha frenado el cambio» en la comunidad, aunque «todavía está a tiempo» de revertir la situación. En sus redes sociales, ha señalado que el vicepresidente político de Vox, Jorge Buxadé, «vino a Mérida a dar instrucciones a los suyos para que no me dejaran gobernar».
En Murcia, el candidato del PP a la reelección, Fernando López Miras, ha recordado este viernes a Vox que en 2019 permitió que gobernara en solitario Isabel Díaz Ayuso, con resultados electorales similares a los obtenidos por su partido el 28 de mayo, cuando quedó a dos escaños de la mayoría absoluta.